𝘥𝘳𝘶𝘯𝘬.

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Seojun revisó de inmediato su móvil en cuanto escuchó el sonido de notificación sintiéndose desilusionado cuando vió un tonto mensaje de la compañía telefónica en su ventana emergente.

Suspiró cansado y volvió a bloquear el teléfono para acercarse a sus amigos quienes reían y charlaban animadamente, como de costumbre.

El azabache no podía dejar de pensar en cierta pelinegra quien no había respondido a sus llamados después de la última vez que se vieron, no podía evitar pensar si había hecho algo mal o quizá la había incomodado.

Gowon lo aconsejaba diciéndole que le diera tiempo, Seojun estaba enterado de la situación de Lia y Hana lo cual le molestaba en demasía el comportamiento de la castaña y lo infantil que estaba siendo ya que si bien el mayor sospechaba del pequeño enamoramiento y obsesión que la amiga de su hermana tenía con este, él jamás le había dado indicios de que fuese mutuo.

'dale tiempo y espacio, sé paciente' Seojun no quería parecer intenso, ni incomodar a Hana en lo absoluto pero estaba aterrado, quizá por las heridas del pasado.

Le había costado tanto superar su enamoramiento con jugyeong y tener que verla todos los días, incluso haberse vuelto cercano a ella mientras Suho había desaparecido para el azabache fue casi una tortura. Fue paciente tanto como pudo esperando poder enamorar a jugyeong pero en su corazón no había ningún espacio para él, y eso le había dolido en lo más profundo de su ser.

Jin tocó su hombro sacándolo de sus pensamientos volviendo a la realidad.

— ¿Deberíamos ir por una ronda de soju y patitas de cerdo? — sugirió animando al grupo, todos asintieron de inmediato.

Seojun pensó un poco pero terminó aceptando la invitación casi a regañadientes.

Sus amigos sabían que algo ocurría pero no querían indagar sin que Seojun les quisiera contar antes así que preferían ayudarlo a distraerse y así animarlo al menos un poco, pero resultaba más difícil de lo que pensaban.

— Seojun, quita esa cara. Parece que eres obligado a salir con nosotros. — dijo Soohyun lanzándole una servilleta al chico, el mayor sólo lo miró frunciendo las cejas para recibir una mirada ofendida del pelinaranja.

¿Debería tomar eso como un sí? — preguntó ofendido.

— Seojun es el abuelo de este grupo de amigos, debemos conseguirle citas a ciegas, quizá así podría animarse. — bromeó el moreno caminando detrás de sus amigos quienes entraban al pequeño restaurante.

Seojun suspiró negando con la cabeza y tomó asiento en una mesa vacía siendo seguido por el resto.

— No suena tan mal. — dijo Jin ganándose una mirada fulminante por parte del mayor de los Han.

— No necesito ninguna cita a ciegas. — respondió rodando los ojos.

El resto se miraron entre ellos aguantando una carcajada por lo mal humorado que lucía el azabache.

Jun, claro que sí. — ánimo el castaño palmeando sus hombros. — gastaste demasiado tiempo viviendo un amor unilateral, hirieron tu ego y te transformaste en este horrible ogro mal humorado. — lloriqueó.

¿Alguna vez Seojun fue alguien alegre? — curioseó Soohyun ganándose un zape por parte de Jin. — ¡Sólo preguntaba! — se defendió sobando su cabeza.

De verdad, no necesito citas a ciegas. — bajó la voz avergonzado en cuanto la mesera se acercó dejando las botellas de soju y Jin comenzaba a ordenar la comida.

Soohyun se encogió de hombros, Seojun lo negaba pero el resto del grupo pensaba que era lo que necesitaba. Conocer a alguien, salir, distraerse y quizá así su buen humor o al menos el poco que tenía regresaría.

𝘚𝘌𝘓𝘍𝘐𝘚𝘏.  [ EN EDICIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora