apologies.

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Lia bloqueó su computador escuchando a taylor swift inundar su habitación.

Detuvo los trazos que hacía en su libreta de dibujo al recibir una notificación.

ଓ⁠⁾⁠Hanita 🍓

abrieron un lugar de tapioca muy cerca, ¿quieres ir?

7:48 pm.

Lia frunció el ceño luego de recibir aquel mensaje, ¿por qué Hana le escribía?

Tomó su chaqueta y su bolso saliendo de casa, si había algo que Lia adorara con su alma era el tapioca, y necesita enfrentar a Do Hana de una vez por todas para disculparse con ella.

Revisó la dirección que la pelinegra le había indicado y caminó hasta ahí, ya que no era muy lejos de su casa.

Por su parte, Hana se encontraba ya en el lugar, había ordenado para ella y para Lia aunque no estaba segura si está llegaría al lugar citado aún así, esperó con paciencia ignorando los mensajes de Gowon quien le aconsejaba no hacer nada.

Gowon más que nadie sabía lo lastimado que estaba Seojun y no quería volver a verlo de esa manera nuevamente, no por alguien a quien Gowon quería tanto. Con Jugyeong fue inevitable y aunque esta había ayudado bastante a Gowon le dolía lo que su hermano había pasado, pero estaba consciente que eso no era culpa de ninguno, aún así, esta quería evitar a toda costa que su hermano mayor fuese herido de nuevo.

— ¿Realmente es nuevo este lugar? — escuchó una voz detrás suyo haciéndola voltear de golpe.

Hana asintió con una pequeña risilla avergonzada invitándola a sentarse.

Si bien el lugar era muy cómodo, tenía una decoración algo vieja o como solían llamarle los cibernautas 'vintage' que daban un toque cálido al lugar.

— Ordené aunque no estaba segura de que vendrías. — dijo tímida, Lia quiso sonreír pero miró hacia otro lado.

— Pensé que estarían los demás.— DoHa negó incómoda, no sabía cuál sería la reacción de los demás si les dijera que quería invitar a Lia a quel lugar.

— Quizá sería incómodo. — dijo.

— ¿Para ellos o para mí? — respondió burlona la castaña.

La pelinegra se encogió de hombros dando un último sorbo a su bebida para dejarla sobre la mesa y mirar fijamente a la pequeña frente a ella.

— Te cité aquí porque necesito hablar contigo. — la voz de Hana parecía firme pero debajo de la mesa jugaba con la tela suelta de su pantalón de chandal completamente nerviosa, no sabía qué debía decir o si lo que tenía pensado era lo justo, quizá para Lia lo era pero para la pequeña Do Hana no, eran sus sentimientos quienes serían interrumpidos por alguien que ya no quería ser su amiga.

— Ya lo sé todo, no tienes que decirme nada. — respondió la chica bajando la mirada sintiendo de nuevo ese piquete en el pecho. — Está bien, sé que no fue tu intención, una amiga de verdad no haría eso. Así como tampoco hacer un berrinche y molestarse por lo que otros lleguen a sentir. — Hana la miró con extrañeza, sintiéndose un poco aliviada.

— Lo siento. — susurró bajando la mirada algo avergonzada. La pelinegra no había admitido aún sus sentimientos por el mayor de los Han, pero tampoco podía negar la curiosidad que le invadió cuando lo vió por primera vez completamente roto en aquella punta de ese enorme edificio, quería protegerlo y después de haberlo enviado a casa en ese taxi, su corazón parecía haber sido apachurrado, esperaba volver a ver a aquel chico en una mejor situación.

𝘚𝘌𝘓𝘍𝘐𝘚𝘏.  [ EN EDICIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora