CAPITULO 9.

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Soo Bin despertó cansado, los ojos le pesaban y solo pensaba en retomar de nuevo el sueño, ignorando el dolor punzante en su bajo vientre.

Miró el reloj en su mesita de noche, apenas eran las cinco de la mañana, con una sonrisa satisfactoria se volteó para acurrucarse en el pecho de su esposo quien aún dormido, instintivamente rodeó su delgada cintura.

No había pasado mucho cuando el rubio se levantó corriendo al baño a devolver la cena del día anterior, las arcadas eran fuertes causando dolor en su pecho.

Yeon Jun se había despertado en cuanto sintió que el menor se levantó de su agarre, se agachó junto a él y acarició la espalda mientras seguía regurgitando.

—Hyung, no veas —alcanzó a susurrar con la voz entrecortada, le dolía la garganta horrores.

—Anda, enjuaga tu boca en lo que voy por un vaso de agua.

Soo Bin asintió y se dejó acercar al lavabo para cepillar sus dientes mientras Yeon Jun salía rumbo a la cocina.

Se sentía pésimo, no sólo eran las náuseas, también se sentía muy mareado y su cabeza punzaba.

Tomó lentamente el agua que su esposo le trajo, ya se encontraba sentado en su cama, pensando seriamente en que el dolor en su vientre aún no se iba, incluso parecía que dolía más que antes, volvió a ignorarlo mirando que su esposo sacaba un termómetro de su botiquín personal.

—Puede que sea gripe —murmuró el mayor frunciendo el entrecejo al ver los 37.9°c en el termómetro— tienes fiebre, trata de dormir, mañana temprano iremos al hospital.

—Mañana es la fiesta de Jung —se quejó cabizbajo.

—Iremos solo si te sientes mejor para la tarde, mientras tanto, hay que descansar.

Esos eran los planes, pero cuando Yeon Jun volvió a despertar Soo Bin se encontraba ardiendo en los 38.5°C, apretaba su vientre y se quejaba entre sueños, asustado, cargó al menor y lo llevó al coche para dirigirse al hospital, en donde lo atendieron inmediatamente.

Soo Bin despertó al medio día, desorientado y cansado, su cuerpo temblaba y sentía mucho frío a pesar de estar sudando.

Estaba un poquito asustado, odiaba los hospitales, incluso se sentía aún peor por la ausencia de Yeon Jun.

El doctor Sung Kyu entró junto a una enfermera, leía unas hojas con el ceño fruncido y le indicaba en susurros instrucciones a la joven junto a él.

—Hola, señor Choi, ¿cómo se encuentra? —preguntó cambiando su semblante a uno más amable para el rubio.

—Umm, tengo frío, ¿donde esta mi esposo?

—El señor Choi se encuentra afuera, Lyn, ¿podrías pedirle que pase, por favor?

—¿Qué me pasó? —preguntó preocupado mirando al joven médico, quien le regalo otra sonrisa.

—Bueno Soo Bin, lo mejor sería hablarlo junto a tu esposo, pero creo que lo más prudente es decírtelo a ti primero, verás, tu método anticonceptivo volvió a fallar, pero esta vez no causó un cambio hormonal en tu cuerpo, más bien, sencillamente dejó de acoplarse a tu cuerpo y falló, por lo que dio paso a un embarazo —Soo Bin respiro con fuerza, su pulso se comenzó a acelerar y el dolor en su cabeza se intensificó— tranquilo —pidió el médico, acercó su mano a la del rubio y la acarició hasta que Soo Bin volvió a regular su respiración— Soo Bin, tuviste un intento de aborto, esto sucedió por que no estabas enterado de tu embarazo y seguiste tomando los anticonceptivos, lo cual fue una bomba hormonal para tu bebé.

Las lágrimas en el rubio comenzaron a bajar lentamente, colocó sus manos en su vientre y un puchero se formó en sus labios.

—Solo tienes 3 semanas de embarazo, podemos continuarlo, pero será de sumo riesgo, tanto para ti como para tu bebé, o podemos interrumpirlo, es tu decisión.

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MY MAN -YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora