CAPITULO 11.

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—Mierda —siseó el mayor apretando los párpados con fuerza al igual que sus
manos hacían con las sábanas.

El aterciopelado y caliente músculo
volvió a girar alrededor de su pene, el
sonido que hacia el rubio al sorber la
saliva que escurra por las comisuras de
sus labios sólo le enviaban corrientes
placenteras por todo su vientre.

Apretó aún más fuerte la tela blanca
para contenerse y no jalar del pelo a su
esposo, tenía que detenerlo o terminaria perdiendo el control.

—Espera, espera un momento Binnie
— pidió jadeante, el nombrado se separó con un "pop" y miró al mayor con ojitos llorosos y labios hinchados.

—¿No te gustó, Hyung? -preguntó
sonrojado.

—Ay cielo, estoy que me tiemblan las piernas, pero necesito calmarme antes de tomarte sin consideración —el rubio
se sonrojó aún más y bajó la mirada— Pequeñito, el doctor dijo que nada de sexo por al menos el primer trimestre, si me haces esto no podré cuidarte como es debido.

—Lo sé, Hyung— Soo Bin se sentó sobre sus piernas en la cama —pero esta semana ha sido muy ajetreada para ti en la empresa y siempre que regresas te haces cargo de mi, creí que podía ayudarte de esta manera, yo también quiero hacerlo — susurró lo último avergonzado.

—Amor, cuando llego mi única
mi preocupación es ver que estés bien, me gusta mi trabajo, mi estrés es algo común. Tú eres más importante, tú y nuestro bebé —corrigió colocando una mano en el aun plano vientre —y si tienes muchas ganas, debiste decirlo antes, puedo ayudarte sin necesidad de penetrarte.

Soo Bin se sonrojó antes de ser besado con cariño y recostado boca arriba, Yeon Jun acarició sus hombros, la extensión de los brazos y bajó besando el cuello y las claviculas del menor. El rubio suspiró bajito cuando su camisa de dormir fue subida y el mayor repartió besitos en su abdomen bajo.

—Hace unos días me preocupaba demasiado el ser papás, y ahora muero de ganas de verte con una barriga enorme —murmuró pasando sus manos en los exquisitos costados— serás el embarazado más hermoso del mundo.

Las caricias volvieron y Soo Bin sonreía
feliz, Yeon Jun lo hacía sentir así, feliz,
bonito y muy amado.

Cuando la ropa fue quitada de ambos
cuerpos y Yeon Jun lo hacia delirar de
placer, Soo Bin lloró.

Su vida era realmente buena.

Era una noche de la octava semana de embarazo cuando Yeon Jun fue despertado por su joven esposo

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Era una noche de la octava semana de embarazo cuando Yeon Jun fue despertado por su joven esposo.

Soo Bin apretaba el brazo del mayor con fuerza mientras le susurraba que algo malo pasaba con su bebé.

El pelinegro se levantó en seguida y sólo corrió al armario para sacar un cardigar afelpado para cubrir al menor de la fría noche, lo cargó y lo llevó al coche para dirigirse al hospital de inmediato, en dónde al llegar ingresaron a Soo Bin a urgencias.

MY MAN -YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora