MY MAN -YEONBIN

ESPECIAL BEOM GYU DAY I.

20:28 hrs.

—No creo que sea buena idea —dijo Soo Bin mirando incómodo a su alrededor.

—Vamos Binnie, es mi cumpleaños.

Soo Bin hizo un puchero al ser ignorado por su amigo quien cumplía años y había conseguido luz verde con sus parejas para salir a divertirse sólo ellos dos.

Tomados de la mano llegaron hasta la salita privada del antro en donde se sentaron, Beom Gyu parecía estar en su elemento, pidió dos margaritas y se movía al ritmo de la música, Soo Bin aún incómodo, trataba de no ver hacia la pista de baile, en donde la gente se restregaba una contra otra.

—Quita esa cara, no estamos haciendo nada malo.

—Dijiste que iríamos a un bar a beber algo —acusó con los ojos entrecerrados.

—Si bueno, uno dice muchas cosas —dijo girando los ojos con una sonrisa divertida— pero vamos, Binnie, llevo 6 años tratando de ser un padre ejemplar, bebé Jung Woo ha tenido toda mi atención en este tiempo, y amo estar con él, pero necesitaba esta salida —los ojitos de cordero miraron con un brillo nostálgico y Soo Bin no pudo más que sonreír.

—Esta bien, Beomie, pero solo será un rato, nada de amanecernos.

—Prometo que te llevaré a casa temprano Binnie.

3:15 hrs.

La pista se encontraba repleta, los cuerpos se pegaban unos con otros al ritmo de la música, el sudor era lo de menos y el calor sólo les hacía moverse con más intensidad.

Beom Gyu apretaba las manos de Soo Bin a su alrededor, su espalda pegada al pecho del mayor y su trasero restregandose en la entrepierna del mismo.

No sabían en qué momento se habían pasado de copas y llegado a la pista de baile, no les interesaba en lo más mínimo ser el centro de atención de muchos de los clientes tanto masculinos como femeninos, sencillamente disfrutaban del momento y, aunque la cabeza les daba vueltas por el alcohol en su sistema y las tantas luces en el local, continuaban moviendo sus cuerpos.

En un momento, Beom Gyu sintió que los brazos de su Hyung dejaron de rodearlo, estuvo por quejarse cuando alguien más posó sus manos en la cintura, confundido miró hacia arriba y notó a un hombre alto que le sonreía con picardía.

—Parece que tu amigo y tu necesitan compañía —dijo el hombre que, sin ninguna gota de vergüenza bajó las manos hasta su trasero y lo apretó con ahínco.

—Suelta —ordenó el menor rodando los ojos para voltear a ver a su mejor amigo, Beom Gyu palideció (incluso podría decir que hasta se le bajó un poco la embriaguez) al ver que su amigo era sostenido con fuerza y besado por otro hombre, pero lo que lleno de terror al doncel, fue ver a Choi Yeon Jun acercarse a ellos con rapidez y una cara terroroficamente molesta, detrás Huening Kai y Tae Hyun, quienes se miraban simplemente serios.

Todo pasó tan rápido, Yeon Jun empujó al hombre y lo golpeó, fue cuando Beomie pudo notar que Soo Bin lloraba, se acercó a él y lo abrazó con fuerza.

—¡Maldición! —grito Huening Kai y al voltear miró con horror a Yeon Jun golpeando sin parar al hombre y gritando cosas que él no alcanzaba a escuchar.

De alguna manera, Tae Hyun logró detener a su hermano y los cinco salieron de ahí, sin despedirse o decir nada más, Yeon Jun tomó la mano de Soo Bin y se lo llevó, Beom Gyu quería ir tras ellos pero alguien lo tomó de la mano.

—¿A dónde piensas ir? —preguntó Tae Hyun claramente molesto.

—¿Qué no viste la clase de bestia que tienes por hermano? ¡No dejaré que se atreva a golpear a Binnie! —sus palabras sonaban arrastradas y la voz pastosa, tenía demasiado alcohol por lo que no podía hablar tan claramente.

—Hyung jamás golpearía a Binnie, al menos no en ese sentido —Beom Gyu rodó los ojos— pero si está realmente molesto, ¿qué demonios pensabas Beomie?

—No hacíamos nada malo, solo bailabamos y esos idiotas llegaron —el menor miró que ambos chicos se dedicaron miradas preocupadas —¿qué?

—Te creemos, pero desde nuestra perspectiva, ustedes parecían muy cómodos, eso sumando a las fotos en twitter —explicó Huening Kai con calma.

—¿Fotos en twitter?

—¿Cómo crees que los encontramos? Me dijiste que irían a un simple bar y no contestabas mis llamadas.

El doncel estuvo a punto de contestar, sin embargo se volteó y corrió hasta los arbustos, en donde regresó todo el alcohol y la cena de esa noche, unas manos acariciaron su espalda y una botella de agua (¿de dónde la sacaron?) fue puesta en su boca para enjuagarse.

—¿Dónde está Jung Woo? —preguntó adormilado entre los brazos de Tae Hyun quién lo cargó al estilo princesa para llevarlo al coche.

—Con Ji Min y Yoon Gi Hyung —informó Tae Hyun antes de acostarlo en los asientos traseros.

Beom Gyu despertó desorientado, le tomó unos minutos recordar lo que había sucedido hasta que el dolor de cabeza se lo dejó en claro.

Fue consciente de los brazos que lo mantenían apresado entre un par de cuerpos, al estar de lado tenía a Huening Kai frente a él y a Tae Hyun abrazándolo por la espalda, le gustaba dormir y despertar entre los brazos de esos hombres, le hacían sentirse seguro.

Una sonrisa traviesa se instaló en sus labios. También le hacían sentirse caliente.

Como pudo se safó del agarre de ambos hombres y se arrodilló a los pies de la cama, bajó primero la ropa interior de Huening Kai y su lengua se paso por sus labios al mirar el miembro que estaba a punto de despertar, se dirigió ahora a bajar la ropa interior de Tae Hyun y sonrió divertido, él siempre tan caliente, su pene ya se alzaba orgullosamente con una gran erección.

Se dispuso a mimar y darle más atención al mayor, procurando erguir bien ese delicioso pedazo de carne, humedecido bien sus labios, repartió besos desde la punta hasta la base, sacando la lengua lamió el recorrido de vuelta y la satisfacción llegó a su rostro cuando el mayor suspiró entre sueños. Dirigió una de sus manos al pene de su otra pareja y utilizó un poco de saliva para lubricar su mano y comenzar a masturbar.

Un poco desorientado y adormilado, Huening Kai despertó al sentirse húmedo y placenteramente rodeado por algo aterciopelado, rodó los ojos y sonrió ante él atrevido chico que tenía entre sus piernas, dirigió su vista a su también asaltado compañero y notó que este también se encontraba despierto y disfrutando de la mano traviesa del menor.

—Tu no tienes vergüenza —murmuró Tae Hyun con la voz atractivamente ronca, haciendo que sus novios se estremecieran— ¿Crees qué te mereces esto después de lo de anoche?

Beom Gyu lo miró por sobre sus pestañas y sacando el pene del mayor de entre sus labios y con una burlona risa soltó:

—No Hyung, ¿por qué no me castigan?

Huening Kai y Tae Hyun se mirar al mismo tiempo que sonreían:

—Creo que debemos de enseñarle modales a nuestro bebé, Kai.

—Tiene que aprender a respetarnos, Tae —Huening Kai miró a Beom Gyu nuevamente— Es hora que aprendas a comportarte.

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