Juego del huevo de pascua I

Capítulo 24: Rodeados III

—Chicos...

Gao Yifei se apresuró a bajar las escaleras, seguido por Liu Shan.

—Hay zombis ahí abajo, ¿qué debemos hacer? Estamos rodeados, todo el edificio está lleno de zombis, ¡no podemos escapar!—Gao Yifei habló rápidamente, la mitad de su rostro estaba empapado de la sangre de Zhao Liangsheng debido al juego de cartas y parecía extremadamente angustiada—¡Están aquí!

Lin Jue miró hacia atrás y vio a dos zombis tambaleándose, subiendo a empujones por las escaleras, sus cuerpos gravemente descompuestos eran aún más aterradores que antes. Lin Jue barrió inconscientemente a los dos zombis escaleras abajo con el palo, mientras Liu Shan en la parte superior parecía estar asustado por algo, gritó y estaba a punto de huir, pero Gao Yifei lo agarró rápidamente—No corras, ¡es demasiado peligroso!

Los cuatro buscaron una salida en el edificio de enseñanza débilmente iluminado, y finalmente Song Hanzhang sugirió ir por el paso elevado hasta el edificio de enseñanza del Instituto de Lenguas Extranjeras de al lado, que es donde apuntaba el nueve de corazones de Lin Jue antes.

La puerta de vidrio del paso elevado se abrió de golpe, y el edificio de enseñanza de enfrente estaba en silencio, inmerso en la oscuridad, como si no hubiera nadie allí.

El viento en el paso elevado sopló en la cara de Lin Jue como un cuchillo afilado. Volvió a mirar a los tres. Song Hanzhang estaba al final, Gao Yifei y Liu Shan estaban en el medio. Estaba un poco aliviado, incluso si había algo inusual entre ellos dos, no tenía que preocuparse. Para estar seguro, se separaría de ellos una vez que estuvieran libres del asedio de los zombis.

De pronto, hubo un golpe sordo desde atrás, y luego el sonido de algo cayendo.

Lin Jue se dio la vuelta sorprendido, Song Hanzhang ya había caído al suelo y Liu Shan estaba allí con el rostro pálido sosteniendo la pala que originalmente pertenecía a Zhou Yuxiu.

—¡¿Qué estás haciendo?!

Despertado por el grito de Lin Jue, Liu Shan, tembloroso, sacó un pequeño cuchillo de su bolsillo y lo presionó contra el cuello de Song Hanzhang, quien se había desmayado.

—Lin Jue, escúchame, te han engañado, ¡Song Hanzhang es Judas!—Gao Yifei parecía pálida pero miró firmemente a los ojos de Lin Jue.

—¡Imposible!—Lin Jue la interrumpió de inmediato y preguntó a la defensiva—Es imposible demostrar quién es Judas. Por el contrario, he sospechado de ustedes durante mucho tiempo. Liu Shan obviamente obtuvo el as de corazones más simple, pero llegó a la meta tan tarde, y por qué la pala de Zhou Yuxiu terminó en su mano, cuando ella misma consiguió un cuchillo de fruta...

—¿Has visto a Zhou Yuxiu?—preguntó Gao Yifei con asombro.

Lin Jue se dio cuenta de su error y no pudo evitar guardar silencio con culpa.

—¿Por qué me mentiste diciendo que no la habías visto? La viste, ¿verdad? Ustedes la vieron, ¿verdad? ¿Qué le hicieron? ¿Ustedes... ustedes... la mataron?—Gao Yifei se retiró ligeramente y se tapó la boca, mirando a Lin Jue con incredulidad.

Finalmente gritó en voz baja—Es mi culpa, no debería haberle dicho sobre el anticuerpo... todo es mi culpa... Zhou Yuxiu está muerta, Liu Shan, está muerta...

El cuchillo de Liu Shan todavía estaba tocando el cuello del inconsciente Song Hanzhang y dijo con voz ronca—¡Te dije que no eran buenas personas!

Lin Jue apartó la cara y dijo en voz baja—Puedo explicarlo, suelta a Song Hanzhang primero.

—¡No! ¡Él es Judas, tenemos que matarlo!—los ojos de Gao Yifei se llenaron con una crueldad sin precedentes—Lin Jue, despierta, ¿por qué crees que sigue llevándote con él? ¡Te está engañando! ¿Cómo te atreves a decir que él no te instigó a hacer algo en contra de tus intenciones? ¿La muerte de Zhou Yuxiu no tuvo nada que ver con él? Durante el juego de cartas, la forma en que me miró cuando estaba hablando contigo en la esquina... tan horrible y aterradora, ¡él realmente quería matarme!