my bodyguard!harry (2)

2.8K 129 9
                                    


La noche calmada y serena del viernes hizo exhalar a Aurora mientras miraba por la ventana.

¿Realmente para eso su padre quería un guardaespaldas?

Sus ojos no se alejaban de la ventana mirando al exterior; sentía rabia, desesperación de querer salir y dejar de estar encerrada.

"¿Todo bien?"

La voz la hizo saltar mirando hacia atrás, sin notar que su guardaespaldas había abierto su puerta, mirándola casi, sin interés.

"Sí... todo bien." Su voz fue seca y casi ahogada en su propio sentimiento.

Sin embargo, Harry la miró con pena.

Harry era un hombre que había dedicado casi toda su vida adulta a cuidar personas y resguardar su seguridad. Sabía lo que hacía.

Su último contrato había terminado meses atrás y su currículum había sido entregado en automático a una nueva familia adinerada. Era lo que menos esperaba y tal vez eso hizo que llegara más rápido.

Cuidar de personas con dinero era delicado y a la vez, peligroso. Sin embargo, Aurora era todo lo contrario.

Cuando se la describieron, pensó que sería todo un problema. Rebelde y desastrosa.

El creía que se trataba de una mujer aún mimada y caprichosa, pero un poco diferente a las que solía cuidar.

Pero no. O no tanto.

Aurora era callada. No tímida, pero sí silenciosa y expresiva en sus facciones cuando se trataba de los cuidados de sus padres a ella.

Pasaba el mayor de su día afuera de su habitación esperando que en algún punto le pidiera salir o mínimo, mandarlo a realizar alguna actividad.

"Señorita..." Harry intervino cuando dejó su bandeja de desayuno en su mesa. Era temprano por la mañana y su primera actividad era subir su desayuno.

"¿Mmh?" Aurora lo miró con curiosidad mientras aceptaba la bandeja con comida. "Gracias, por cierto." Dijo al ver el apetecible desayuno.

"De nada." Harry asintió viéndola. "Ayer ordenó... algo de Starbucks, ¿cierto?"

Aurora sintió sus mejillas sonrojadas pero asintió a su pregunta. "¿Por qué?"

"Bueno... es que es básicamente mi trabajo, yo puedo recoger todo lo que me ordene, no debería de pedirlo a domicilio."

Y es que Harry realmente estaba un poco aburrido de su día a día. Así que prefería mejor hacer cada uno de los mandados de la joven mujer que estar todo el día sin hacer algo.

"Oh... es que no me gustaría molestarte." Aurora sonrío un poco apenada.

"De nuevo... ese es mi trabajo." Harry asintió y se retiró de la habitación una vez que el tema había sido resuelto.

Así que el primer mes empezó relativamente sencillo.

Aurora estaba ganando cada vez más confianza con Harry y le solicitaba sus favores haciéndolo distraerse de su aburrida labor.

No se quejaba, el sueldo era elevado y lo hacía vivir bien, pero no negaba que desesperaba la falta de trabajo. Aún así, no podía evitar exhalar cuando la miraba ser un poco (o muy) dramática cuando sus padres le negaban un permiso.

Sabía que el no estaba ganado, pero seguía sin entender porque aún así, seguía intentando.

Ese día por la mañana en particular sentía algo distinto.
La mañana había sido silenciosa y no podía oír lo que era la rutina mañanera de Aurora.

harry styles ; one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora