No fue hasta que Anne marcó el número de su hijo para que Harry tomara consciencia de lo que había sucedido; le había gritado a su novia. Sintió como su pecho le dolía cuando recordaba lo que le había dicho y como. Lia siempre fue muy sensible y después de haber tenido una adolescencia algo pesada por parte de su padre, que era algo violento con ella, siempre había tenido una debilidad a las peleas y gritos. Ambos casi no peleaban y cuando lo hacían no eran tan importantes y terminaban bien, sin embargo Harry sentía todo lo contrario, jamás había querido hablarle de esa a manera, mucho menos haberla asustado.
Harry se levantó de su silla y salió del estudio, revisando cada lugar de su casa buscándola, sabía que no estaba ahí y con miedo, fue a buscarla a su departamento.
"Hey... amor." Susurró Harry cuando entró a su cuarto. Había llegado y como tenía llaves, pudo entrar tratando de no hacer ruido. Su corazón se rompió cuando la vio en su cama, hecha bola. "Amor..."
"Vete, Harry." Su voz sonaba entrecortada y aguda. Harry se detuvo en el marco de la puerta. "No quiero que estés aquí." Lia dijo, haciendo que los ojos de Harry se llenaran de lágrimas, nada de lo que el había dicho era verdad y la desesperación comenzaba a sentirse, sabía que no podría arreglar esto tan fácilmente.
"Bebé... escúchame... lo que dije no lo dije en verdad. Yo... no quería hacerte sentir así." No sabía que decir, estaba jodido. Con pasos cortos se acercó a ella arrodillándose en el borde de su cama.
"Dijiste que tendrías que venir a pedirme disculpas aún cuando no lo sientes. No tienes que hacerlo, de verdad." Su voz se cortó. "Vete, por favor Harry." El nombre de el sonaba con dolor y era lo que más lo atormentaba, se pasó la mano por el cabello con nerviosismo, su respiración acelerada buscando las palabras para decir.
"No me pidas que me vaya." Susurró tocando su cabello lo más leve que pudo. "No me quiero ir sabiendo que te lastimé, en serio Lia, nada de esto fue acerca de ti, soy un jodido idiota y de verdad lo siento aunque no quieras escucharme decirlo. Sé que no estoy siendo coherente con lo que dije y lo que te estoy diciendo ahora, pero realmente lo hago, pétalo. Te amo y no quiero verte así." Dijo y las lágrimas bajaron cuando ella se giró a verlo, Lia mordió su mejilla interior al verlo así.
"Fuiste grosero." Jugó con su dedos y Harry asintió tomándolos, mirándola casi pidiendo permiso de hacerlo.
"Lo fui, lo soy amor." Acarició su pulgar. "Y me detesto por eso, ¿cómo pude haberle dicho cosas tan horribles a mi hermoso ángel? Soy una basura." Rió amargamente negando la cabeza.
"No lo eres. Bueno, tal vez lo fuiste." Ella más calmada susurró. "Un poco." El asintió y se levantó acostándose con ella.
"Odio verte así y más por mi culpa." Le dijo y acarició su cabello. Lo que más podía dolerle era verla así, tan triste y sus ojos rojos al igual que su cara. La había visto triste si, pero detestaba verla llorar y más cuando el era el responsable. "Jamás podría estar harto de ti, ángel. No podría estar sin ti, lo sabes, ¿verdad?" Harry la pegó más a él. "Eres lo mejor que me ha sucedido Lia, grábatelo, nunca me perdonaré lo que te dije." Hizo una mueca sintiendo las lágrimas sin embargo no las quiso soltar.
"Está bien, Harry." Lia lo apretó. "Sólo... que no suceda de nuevo, ¿si?"
"Nunca." Su voz se cortó un poco, besó su cabello y la abrazó. No merecía a su dulce chica. "Te amo."
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I'M-🥺
