sick

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en donde te sientes mal y harry toma cuidado de ti.

***

"¿Segura que quieres venir conmigo?" Preguntó Harry viendo como te arreglabas.

"Si, está bien. Me tomé el jarabe que me dio tu mamá y creo con eso ha sido suficiente." Dijiste y tomaste tu chamarra.

Habías despertado con un severo dolor de garganta, lo que casi nunca te sucedía, por lo que Harry se alarmó pero una vez que tomaste una ducha caliente y el jarabe que Anne te había dado, te sentías mejor para ir al estudio con el.

Harry por su lado no le pareció mucho la idea de que fueras con el, pues era rara la vez que te sentías con molestia de garganta y prefería que te quedaras en cama y pescaras un resfriado. Cuando te enfermabas, lo hacías fuertemente y aunque pasara una vez o dos al año, no quería que te pasara algo.

"Está bien, bebé, pero si te sientes mal no dudes en decirme." Te dijo y partieron al estudio.


Una vez ahí, saludaste a los demás que estaban arreglando sus instrumentos listos para grabar o componer algo. Frunciste el ceño cuando notaste cámaras en el estudio. "¿Los filmarán?" Preguntaste cuando viste que había una producción detrás de todo.

"Sí amor, se me había olvidado decirte, pero grabaremos unas canciones en vivo y probablemente las suban a Youtube." Te dijo y tú asentiste. "¿Está bien?"

"Sí, claro. Me gustaría verlo." Le dijiste y sonreíste. Una chica lo llamó, sabías que tenía que irse pues tenía que arreglar cosas de la producción.  "Estaré en tu habitación, cuando inicie saldré a verlos." Le diste un pequeño beso de despedida.

Eras sociable, te gustaba conversar con sus músicos y con algunos productores que ya conocías, ademas que Harry le gustaba presentarte con todos.

Había pasado casi hora y media que terminaron de grabar dos canciones, había sido espectacular verlo de esa forma, amabas sus canciones, esta vez había sido todo tan privado que seguías escuchando su voz en tu mente al igual que los acordes de la pista.

Pero, a la vez que pasaba el tiempo, tu cabeza había empezado a doler y el aire acondicionado del estudio empezó a molestar de tal manera de querer tener un gran suéter a tu lado.

Habías estado detrás de ellos durante las primeras canciones, con la producción, pero después de aquel malestar, en un descanso decidiste meterte a su habitación de nuevo y descansar tus oídos un momento que empezaban a palpitar.

No supiste el momento en que te dormiste en el sillón de su pequeño vestidor, solo querías dejar que tu cabeza doliera y tus oídos igual, pero sabías que no había manera de decirle a Harry o sólo salirte del lugar.

"Hey Sarah, ¿podrías decirle que saldremos a comer? En lo que termino de arreglar esto con David." Le preguntó a Sarah, señalando al director de producción, ya habían terminado por lo que todos querían salir a comer.

Sarah asintió y se dirigió al camerino de Harry, tocando dos veces antes de abrir llamando tu nombre. Cuando no respondiste, abrió la puerta con cuidado, encontrándote acurrucada en el sillón. "Ow, está durmiendo." Susurró acercándote a ti. "Hey... despierta." Te movió levemente dándose cuenta que no estabas del todo dormida, Sarah frunció el ceño cuando vio una pequeña gota de sudor en tu frente.

Tocó tu frente con su mano viendo cómo estabas hirviendo, rápidamente se levantó para avisarle a Harry.

"Hey, Harry." Llamó su atención, no queriendo interrumpir lo que hacía, pero te había visto tan mal que sabía que tenía que avisar.

"¿Todo bien?" Preguntó mirándola. "Nos vemos mañana, hermano, gracias." Se despidió del hombre dándole la mano, girándose por completo para mirar a Sarah. "¿Qué pasa?"

"Creo que deberías llevarla a casa, está hirviendo en fiebre." Le dijo, Harry frunció el ceño y caminó al camerino, con Sarah detrás.

"¿Amor? ¿Estás despierta?" Harry tomo con cuidado tus mejillas.

"Si..si, sólo me duele mucho mi cabeza." Susurraste.

"Nos vamos a casa." Harry te ayudó a levantarte, pero sentías muchos escalofríos. Así que te pegabas en su pecho en busca de calor.

"Tómale la temperatura, H. Si notas que está más arriba de lo normal, llévala al médico, si no, con una buena medicina bastará." Sarah recomendó, tomando tu bolso y algunas cosas que Harry tenía en mano.

"Gracias Sarah, que sería de ti." Bromeó levemente Harry causando risa entre las dos. Te reíste levemente aunque sentías palpitar tu cabeza, pero a la vez, te sentías tan querida cuando Sarah buscaba la manera de ayudar.

"Gracias, Sarah." Le sonreíste levemente cuando caminaron a la salida.

"Avísenme cuando lleguen a casa." Dijo y se fueron por caminos separados. Solo querías llegar y acostarte en tu cama.

Te sentías pésimo, era raro que te sintieras de esa forma y Harry estaba algo asustado.

"¿Quieres que te lleve al médico?" Te preguntó una vez que subieron al carro. Tu negaste cerrando los ojos. "Sólo quiero llegar a casa." Le dijiste y te acurrucaste en el asiento.

En el camino a casa, Harry miraba hacia ti cada que podía, con su mano apretando tu muslo dándole pequeños masajes. Tenias los ojos cerrados pero no dormías.

Llegaron a casa y lo primero que Harry hizo fue ayudarte a quitarte tus jeans, te pusiste una ropa ligera y te abrió las sábanas para que pudieras entrar. "No debes de taparte mucho, bebé." Te dijo cuando tomaste la gran manta. "Se que tienes frío, pero solo empeorará la fiebre."

"Quiero que te acuestes conmigo." Le dijiste tomando su muñeca.

"Lo sé amor, pero tengo que ir a comprarte tu medicina y algún suero. Después, te prometo que podremos descansar." Te convenció, pues querías dejar de sentirte de esta manera y estar abrazada con el.

"Está bien, pero no tardes, ¿si?" Le pediste y el rio negando, besó tus nudillos y se fue.

Habían pasado 20 minutos desde que Harry se fue y solo podías pensar en el intenso dolor, habías puesto un poco de música para distraerte pero parecía empeorar. Escuchaste la puerta principal abrir y cerrar, unos pasos apurados hacia el dormitorio.

"Joder, lo siento amor, había muchísimo tráfico y no podía conseguir el sabor del suero que te gusta." Sacó de la bolsa la botella de suero de fresa, una caja de medicinas que en el camino su mamá le había recomendado, un termómetro, también unos chocolates y varias botellas de agua.

"Gracias, Harry." Le dijiste y te paraste levemente para abrir la botella que te estaba ofreciendo.

"Te debo tomar la temperatura." Dijo y abrió el termómetro, esperando a que dejaras de beber agua y ponerlo en tu boca. Harry se sentó a tu lado al mismo tiempo que abría la caja de pastillas. "Mi dulce hermosa chica está enferma." Hizo un mohín tomando un mechón detrás de tu oreja. Quisiste reír pero el aparato te lo impidió.

Harry tomó el termómetro cuando escucho el pitido, se asustó cuando vio que tenías 38° por lo que rápidamente te hizo tomarte la pastilla.

"Te pondré trapos de agua fría." Se paró de la cama pero lo detuviste.

"No, amor, te prometo que con la pastilla bastará. sólo acuéstate conmigo, por favor." Le suplicaste, Harry no muy convencido aceptó, acostándose a tu lado.

"Te levantaré cada rato para que estés bebiendo agua como dijo mi mamá." Te pegó a su pecho dándote un beso en la cabeza. Tu asentiste cerrando los ojos, los latidos de su corazón te arrullaban de una manera al igual que la pequeña música que sonaba.

"Te amo, cielo. Haré lo que tenga que hacer para que te sientas mejor."

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harry styles ; one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora