casi me EXIGIERON parte dos así que
^^
Isabela llegó a su casa sintiéndose nerviosa pero su malestar físico no se iba, tal vez estaba aumentaba.
"Yo te abro." Harry se apresuró a decirle para abrir su puerta, Isabela rió leve pero su estómago dolió al hacerlo. "¿Dónde prendo la luz?" Harry le preguntó e Isabela señaló un interruptor que estaba a un lado del marco.
"Ahí." El asintió y la luz iluminó el no tan oscuro hogar pero los ojos de Isabela ardieron a ello, haciendo su cabeza punzar de dolor. Y Harry lo notó, era algo obvio que no se estaba sintiendo bien, la tenía agarrada de su codo de manera suave y su piel se sentía caliente.
"Vamos a mi cuarto, quiero acostarme." Su voz sonó cansada y su cuerpo se movía lentamente. Harry la siguió y cuando entraron al cuarto, la ayudó a recostarse en su cama.
"¿Mejor?" Preguntó y ella asintió. Ambos se quedaron viéndose hasta que Harry habló. "Tengo que comprar medicamentos, tienes fiebre." Harry tocó su frente. "¿Estarás bien?" Isabela mordió su labio dudosa, claro que estaría bien pero jamás se había sentido así de mal por no haber descansado lo suficiente. Pero Harry no quería comprar nada cuando estuvieron en camino a casa de Bela, la podía notar tan incómoda por el dolor que sólo quería llevarla a casa. "No tardaré, lo juro. Puedes cambiarte ponerte algo más cómodo y cuando llegue, te daré lo que compre. Hablaré con mi mamá."
"¿Con tu mamá?" Isabela preguntó y lo miró sentarse en su cama también.
"Sí. Para que me ayude a que te sientas mejor." Rió levemente. "Supongo sabe que hacer en estos casos." Isabela se sonrojó y asintió de acuerdo. "Está bien, ahora regreso, intenta no dormir y atenta a tu celular." Le ordenó mientras se levantaba y salía de su cuarto. Cuando se fue, Isabela respiró profundamente y tomó su cabeza entre sus manos sintiéndola pesada y caliente. Pero tenía que poner esfuerzo para levantarse y cambiarse.
Se cambió a su pijama más cómoda que tenía, como pudo, cepilló sus dientes y su cabello para no verse tan mal enfrente de el, si de por sí se veía "mal" enferma, tenía que arreglarse un poco.
Harry estaba tardando un poco, o era que el tiempo para Bela pasaba lento y estar acostada en la cama viendo vídeos la irritaban. Sólo quería dormir y sentirse mejor. Quería vomitar aunque no hubiera comido algo y sus ojos ardían al poco brillo del celular al igual que su cabeza no dejaba de palpitar.
Su teléfono sonó casi despertándola de quedarse dormida, era el número de Harry. "¿Sí?"
"¿Te gustan las galletas rellenas de chocolate?" Su pregunta fue lo primero que escuchó. "Compré algo en Subway y no se que galleta quieras."
Isabela medio sonrió. "Está bien esa galleta."
"De acuerdo, ya me voy. Adiós." Le colgó y ella rió por lo apurado que se escuchaba en el celular. Recordando que así era ella cuando el le ordenaba cosas.
Su celular marcaba poca batería y con la pesadez del mundo tuvo que conectarlo por si volvía a llamar. Encendió su televisión para poder entretenerse, pero sentía sus ojos a nada de cerrarse, con lo cual estaba luchando porque sabía que tenía que comer algo.
Casi después de 10 minutos, Harry abrió la puerta con las llaves que por suerte, pudo acordarse y agarrar de la mesa de Isabela antes de irse. Subió a su habitación para verla y la encontró dormida en su cama.
"Hey... Bela." Susurró y se sentó en el borde de la cama, tocando su tobillo levemente para despertarla. "Despierta, tienes que comer algo."
Isabela abrió los ojos y los volvió a cerrar sintiéndolos arder. "Tengo sueño."
"Lo sé." El rio. "Come una mordida y te tomas el medicamento." Sacó de la bolsa el baguette, un jugo y pastillas.
Ambos se acomodaron y se sentaron en la cama, mientras comían y Isabela se tomaba su medicina. Su estómago estaba aceptando la medicina y el alimento, por lo que después de unos minutos era tan solo el cansancio y la fatiga que la molestaban.
"Ugh, tenía mucha hambre." Dijo Bela mordiendo la galleta, casi había devorado el baguette.
"Lo noté, que bueno, eso está bien. Tenía miedo de que no te gustara." Harry le dijo mientras seguía comiendo.
"Estuvo muy rico, en serio gracias." Se sonrojó y mordió de nuevo. "Mañana no tienes nada temprano, así que podemos ver algo aquí... digo si quieres."
Harry la miró con el ceño fruncido pero al ver las mejillas sonrosadas de Isabela se adelantó a hablar. "Me encantaría, claro. Pero tienes que descansar y mañana no irás al estudio. No iremos, más bien."
"¿No iremos?" Ella lo miró confundida.
"Yo te cuidaré, así que después de esa galleta, te duermes." Le ordenó.
"Está bien." Hizo un puchero.
"Cuando despiertes, te llevaré a un lugar." Harry la miró y sonrió, terminando su comida.
"¿Al estudio?" El rio y negó con la cabeza.
"No, tal vez al cine, ¿te parece? Puedo ir con sudaderas lentes y me maquillas para verme diferente." Isabela sintió su estómago revolverse de emoción (y de dolor) al pensar eso. "Sí, una cita."
No pudo ocultar su sonrisa y asintió de acuerdo. "Bueno, hasta mañana. Tengo que estar bien para el cine." Harry vio como se sacaba la basura de su regazo para tirarla en su cesto y después taparse con sus cobijas apurada dándole la espalda.
"Gracias Harry." Lo miró volteando y ambos rieron. Harry se acercó y le dio un beso en su tibia frente.
"Descansa." Isabela no pudo más y por fin se quedó dormida una vez que sus ojos cerraron, mientras Harry se quedó viendo la serie en la televisión, comiendo galletas y de vez en cuando, mirándola y tomando su temperatura.
No podía esperar para mañana. Si es que ella despertaba.
