Salvando al trágico villano

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Una vez que regresaron a la villa, Madame Wei les dijo con entusiasmo a los dos: —¡Ustedes han vuelto! La comida está lista, ¡así que puedes empezar a comer de inmediato!

Wei Mingzheng miró el amplio y luminoso comedor y preguntó: —¿Papá no volverá hoy?

El delicado rostro de Madame se puso rígido y su expresión se vio un poco extraña por un momento. Sin embargo, pronto volvió a la normalidad. Ella le sonrió a Shu Ning. Luego, le dijo a Wei Mingzheng: —Tiene una cena a la que asistir.

—¿Ha tenido cenas durante tres días consecutivos? —Wei Mingzheng le entregó su mochila escolar a un sirviente con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

La cara de Madame se congeló.

Shu Ning tiró suavemente del manga de Wei Mingzheng.

Incluso como invitado, sabía que Wei Yuanning adoraba a su amante y descuidaba a Madame. ¿Por qué Wei Mingzheng estaba hurgando en el punto dolorido de Madame?

—Siempre he tenido muchas cenas a las que asistir. —Madame Wei sonrió de mala gana, pero sus ojos se oscurecieron. Ella solo sonreía para mantener las apariencias.

Wei Mingzheng no volvió a mencionarlo. Los tres se sentaron en el comedor a comer.

Madame Wei puso un trozo de camarón en el plato de Wei Mingzheng. Luego, dijo tentativamente: —Mingzheng, la familia Jiang me contactó para hablar sobre el acuerdo de matrimonio. ¿Qué opinas?

Los palillos de Shu Ning se congelaron. Luego, siguió comiendo como si nada hubiera pasado.

—¿Matrimonio? —Wei Mingzheng levantó su cabeza sorprendido. —¿Con Jiang Yao?

Madame Wei asintió, con el rostro emocionado. —La familia Jiang expresó que todavía están dispuestos a continuar con el matrimonio. También están muy satisfechos contigo. Quieren que tú y Jiang Yao cumplan el acuerdo de matrimonio.

—Perdón. —Wei Mingzheng negó con la cabeza. —No quiero hacerlo.

Madame Wei se sorprendió. —¿Por qué?

—No me gusta Jiang Yao.

Madame Wei estaba ansiosa. —Aún eres joven. Lentamente pueden construir sentimientos el uno con el otro. Yao Yao es muy hermoso. Aunque tiene un poco de temperamento, todo lo demás sobre ella es muy bueno...

—Pero no me gusta ella. —Wei Mingzheng dejó sus palillos. Miró a Madame Wei con sus ojos claros y brillantes. —Si realmente insisten en continuar con el matrimonio, tal vez puedas considerar a mi hermano mayor.

—¿Wei Jifeng? ¡Absolutamente no! —Madame Wei se negó sin dudarlo.

Wei Jifeng era el hijo de la ex esposa de Wei Yuanning. Actualmente vivía en el extranjero.

Wei Mingzheng pensó por un momento. Luego, continuó. —Yo tampoco le gusto a Jiang Yao. Si nos vemos obligados a estar juntos, probablemente pelearíamos todos los días. Eso tampoco es bueno.

Madame Wei estaba muy ansiosa ahora. —Mingzheng, todavía eres joven. Hay algunas cosas que no entiendes. Casarse con Jiang Yao puede traerle muchos beneficios. Puede que no lo entiendas ahora, pero lo entenderás cuando crezcas. Si te niegas, te arrepentirás más tarde. 

—¿Beneficios? —Wei Mingzheng levantó una ceja y se rio suavemente. —Los beneficios a los que te refieres son solo dinero y poder. No me falta ninguno de esos, y realmente tampoco me importan.

Madame Wei estaba atónita.

—No soy tan incompetente como para tener que ganar esas cosas a través del matrimonio. —El pequeño villano dijo con calma.