Esta mañana, la misma chica de cabello rojizo y pecas llamaba a mi puerta.
Cargaba el manto de seda sobre sus manos, me pareció que lucía más brillante.— Señorita, las modistas reales vendrán en la tarde —le agradezco y gira para macharse, pero la detengo.
— ¿Cuál es su nombre?
— Vishnu —confiesa sonrojada.
La sirvienta se retira y cierro la puerta.
Luego de salir de la bañera, me visto con unos pantalones marrones y una camisa de mangas largas de lino. Me coloco la coraza de cuero sobre la camisa marfil y las botas, ocultando el puñal.Permito que el gato recorra el palacio, después de todo, sino se ha perdido antes mucho menos ahora.
Camino por la hierba, siguiendo el trayecto hacia el campo de entrenamiento.
Las hojas perennes se mezclan con los árboles secos; las hojas amarillas y naranjas se preparan para ser cubiertas por la nieve.Los soldados hablan entre sí. No es de mi interés así que lo ignoro, pero algo de lo que dicen capta mi atención.
— La reina de Zoyet ha muerto —pronuncia un hombre.
— Eso no es todo, la princesa desapareció —me tenso pero trato de disimularlo al estudiar las espadas.
— ¿Estará conectado esto con la muerte del rey Hassan y la desaparición del príncipe de Xhiden?
— Basta de susurrar, los reyes se encargarán de lo que sea que esté sucediendo —declara Hawise al llegar al campo.
Luce una media cola y su cabello gris apenas toca sus hombros. Dirige una mirada mortífera a un soldado que murmuraba.
Estoy practicando con el muñeco hecho de sacos cuando el príncipe del Fastidio se cola al entrenamiento. Como siempre.
— ¿Fue a la enfermería el día de ayer? —interroga al colocarse al lado de los sacos.
— Así es —dicho eso se aleja hacia el establo, frente al campo de entrenamiento y, se lanza sobre el heno.
¿Vino a preguntar solo eso?
Lo observo cruzar los brazos detrás de su cuello y colocar los pies sobre el bloque de paja.Evoco el cuadro familiar y mi inquietud regresa.
¿Y si sí tenía una conexión la muerte de mi madre con la del rey Hassan?
¿Por qué el primogénito del rey Wyatt está desaparecido?—¡Kalina! —exclama el príncipe Loan— Es la tercera vez que Hawise la llama.
Me giro y todos los soldados se encuentran en el medio del campo, en parejas.
Camino hasta el último hombre, el joven al que le corregí la postura.
Sus rizos marrones caen por su frente, junto a las gotas de sudor.El príncipe observó lo que quedaba de entrenamiento y luego regresó al palacio.
Dejo la espada en la armería y camino de vuelta hacia las puertas dobles.Obsidian está profundamente dormido sobre las sábanas blancas, así que me siento con sumo cuidado.
Tocan la puerta y me encuentro con dos mujeres, llevan cintas métricas colgando de su cuello.— Su túnica estará lista en unos días.
Me despojo de las botas cuando las mujeres se marchan.
Camino en calzas hasta el balcón y coloco los brazos sobre la piedra.
La nieve había empezado a caer, cubriendo las cumbres de los árboles y la hierba verde.
Había empezado a nevar y eso me recordaba a mi madre; que había muerto y yo había escapado. A pesar de que me sentía culpable por huir lo descubriría, iniciaría por aquí. Una punzada en el corazón me dice que es lo correcto.
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Nieve y obsidiana
FantasyHuyó de su hogar al presenciar un asesinato. Ahora trata de sobrevivir con el agua de los arroyos y los animales que habitan en los bosques. Pronto cruzará los límites, desvelará secretos y creará alianzas. Todo con un solo objetivo.