Historias de Betty, la fea. II

Cruzando caminos

holis babys!!! aca de nuevo yo espero les guste esta historia tengo varias por subir, les amo byeeee.

Cruzando Caminos

Capítulo 1: ¿Qué paso?

Por: Graciela y Daniela

No planeaba ser feliz pero te vi,
tu reíste y me perdí,
no planeaba ser feliz, pero
te vi.. yeah

se abrazaron las miradas y
se ahogaron las palabras.
fue como imaginar el tiempo
no pasar que yo te di mi vida
sin mediar palabra

coro
cuando te vi, te vi, te vi
y no hizo falta decir nada

la soledad hirió las alas
cuando te vi, te vi, te vi

y no hizo falta decir nada
la soledad me hirió las alas
cuando te vi.

Estaba asustada, en sus ojos se podía ver el pánico y el miedo que la dominaba en esos momentos, el cual sentía desde hacía ya una semana. Su corazón latía de prisa mientras corría. Ella podía escuchar las voces de los hombres buscándola.

Hombre: pequeña pendeja, ¿dónde te metiste? Sal ahora o te vas a arrepentir.

Una mujer bastante joven se acerca preocupada, y exclama temerosa.

Mujer: Román por favor es una niña, una pobre niña. Ya los papás nos pagaron el dinero.

Román mira furioso a la mujer y le propina una fuerte bofetada.

R: ¡Te callas! Esa mocosa me vio la cara.

La pequeña de unos seis o siete años se tapa la boca, mientras llora con desconsuelo.

Hombre: Vea, Román, yo creo que se nos escapó. -dice con miedo.

R: ¡Son unos inútiles! ¡Cómo es posible que una mocosa se les haya escapado! Me la buscan pero ya. -Vocifera con cara enfadada, mientras fulmina a sus secuaces con una mirada pérfida.

La mujer llora despacio tomando su rostro y suspirando aterrorizada por la pequeña, quien se fue sola, y está a su suerte.... Ruega que esté bien, y que la vida le sonría. – piensa mientras deja caer lágrimas de impotencia. – Román la mira con rabia contenida y se acerca, para escrutarla con una mirada casi escabrosa.

R: ¿qué diablos haces ahí parada, como estúpida? ¡Ve a hacer algo, inepta!

La joven sale a toda prisa, rogando encontrarla primero. En esa semana le había tomado mucho cariño a esa pequeña.

La niña comienza a correr nuevamente a toda prisa mientras mira a todos lados. Su corazoncito late desbocado, escucha los gritos de Román a lo lejos, por lo que intenta ir más rápido, si eso era posible. De pronto siente unas manos que la toman del brazo, sintiendo que iba a desfallecer.

Hombre: Te atrapé, ¡mocosa estúpida!

La niña comienza a llorar con fuerza mientras patalea, para escapar de los brazos fuertes que la tenían firmemente tomada.

Niña: ¡NO! Por favor suélteme, me quiero ir con mi mamá.

Hombre: ¡CÁLLATE! -le grita- Si te hubieses portado bien, te habríamos llevado. -dice tapando con su mano la boca de la pequeña.

Ella se mueve en sus brazos mientras grita, y al sentir la mano de él en su boca se la muerde con toda sus fuerzas haciendo que la soltara. Una vez la suelta el hombre se aguanta la mano.

Hombre: ¡Pequeña demonio! -grita lleno de dolor.

La pequeña le pisa, para luego salir corriendo asustada. El hombre una vez se recupera, la sigue. La niña respira de forma acelerada, casi ahogada por la falta de aire, y por la profunda tristeza y soledad. Siente como la angustia llena cada parte de su pequeño e infantil corazón, y deja que las lágrimas caigan como gotas de lluvia por sus mejillas. El hombre corre tras ella agitado, y sobándose la mano herida; jamás había tenido que luchar tanto contra una niña tan pequeña. Lo asombraba la entereza de esa pequeña que corría calle abajo sin detenerse ante nada, enfrentándose a todo con tal de salvar su vida. La pequeña se mete por un callejón sin salida, y siente como la inunda la angustia y el miedo. Mira hacia los lados buscando algo por donde salir. El hombre sonríe sintiendo la victoria mientras se detiene y la mira.