ENTRE TU SOMBRA Y LA MÍA.Capítulo I.- En el Mediterráneo.
El Mare azzurro, con treinta metros de diseño exquisito y elegante, les esperó el día uno de agosto anclado en Niza con su propietario, el multimillonario italiano Carlo Vellocci, a bordo.
Millonario pero no desocupado ni insensible, ya que su trabajo consiste en gestionar sus empresas y una fundación que ha creado para mejorar la vida de los más desfavorecidos, especialmente jóvenes y niños desprotegidos a los que proporciona fundamentalmente educación, manutención, asistencia médica y actividades lúdicas tales como deportes, grupos de teatro y música…
Desde hace cinco años, Carlo y sus dos amigos íntimos Armando Mendoza y Mario Calderón pasan el mes de agosto en el yate, navegando por el Mediterráneo y quedándose los días que quieren en donde les apetece.
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Ya es tres de agosto y Carlo desayuna en la cubierta de popa mientras el yate se balancea suavemente, fondeado en el puerto de Saint Tropez.
Ha trasnochado y sus recuerdos de la noche anterior son un poco confusos. Siempre le pasa alguna de las noches de ese mes en que están los tres juntos.
Son un trío de conquistadores natos, pero no hacen daño a nadie porque ninguno tiene esposa.
El primer verano llegaron a un acuerdo, y es que siempre irán al barco solos, a pasar el mes entre hombres y a divertirse.
- Madre mía! Qué bebí anoche?
Dice Mario que aparece en la cubierta seguido de Armando.
- Creo que bebiste vino en la cena, y después de todo: ron, coñac, whisky… -Contesta Carlo sonriente.
Los dos se sientan perezosamente en la mesa que está a la sombra de una toldilla, y mantienen los ojos guiñados bajo las gafas de sol mientras una camarera les sirve sendas tazas de café muy cargado.
- Esto es vida, Carlo. -Dice Armando tras el primer sorbo y bromea.- Para vivir así, más vale no morirse.
- Ja, ja! Tienes razón.
- Eres el mejor anfitrión que conozco.
- Todo es poco para mis mejores amigos, casi hermanos. -Añade con mirada traviesa.- Y además venimos a disfrutar.
- Sin casi, Carlo. Hermanos de verdad. -Asevera Mario y comenta.- Pues, sí, creo que anoche disfruté mucho. Lo último que recuerdo es estar bailando con un grupo de brasileñas que no hablaban inglés ni español, pero cómo bailaban! Qué cuerpos! Qué piernas!
Carlo y Armando ríen con ganas recordando el momento.
Armando está muy contento porque le encanta estar con sus amigos. Carlo también está siempre deseando pasar aquel mes con ellos, pues para él es el punto culminante del año ya que les ve poco mientras que Armando y Mario están juntos a diario.
Vive ansiando que llegue agosto, y luego disfruta de los recuerdos durante los meses siguientes.
- Bueno, ahora que estamos los tres desayunados y no tenemos nada que hacer podíamos planear actividades para este verano. -Propone Carlo.
- Podemos ir a Montecarlo alguna noche a jugar en el casino. -Sugiere Armando.
- Perfecto. Y qué más?
- Pues Portofino, Cerdeña, Capri… -Enumera Mario.
- Lo que queráis. -Toma la palabra Armando.- A mí me encanta la libertad con la que vamos de un sitio a otro llevando la casa con nosotros, sin renunciar a la menor comodidad. Esto es el paraíso.
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Historias de Betty, la fea. II
FanfictionDisfruten la parte II Estas historias no son de mi autoría, son de una plataforma llamada Tapatalk, las subo porque muchos foros ya han desaparecido y ustedes tiene que leerlas son maravillosas,cada una diferente pero con el mismo amor al escibirlas...