A fuego lento

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A FUEGO LENTO.

Capítulo I.- Betty tiene novio!

Terramoda ya está creada e inscrita en el Registro de la Propiedad a nombre de Beatriz Aurora Pinzón Solano, y los dos impresentables respiran aliviados con la seguridad de haber salvado la empresa enmendando el desaguisado que ellos mismos provocaron con su falta de escrúpulos y su mala gestión.

- Ve, hermano, como todo ha salido a pedir de boca?

- No sé, todavía estoy con el miedo en el cuerpo. –Contesta Armando.- Casi hundí la empresa que tanto les costó levantar a mi padre y a Julio Valencia hasta ponerla en vanguardia de toda la moda iberoamericana.

- Bueno, pero ya pasó. Y no negará que hemos sido muy hábiles poniendo al monstrete al frente de una empresa fantasma que sirve de parapeto a Ecomoda.

- No, Calderón, no lo niego. Y espero que Betty no se vea metida en ningún problema por nuestra causa.

- Que no, hombre, déjese de temores. Además acá nos tiene a nosotros dos para echarle un cable y responder por ella si es necesario.

- Seguro, Mario? –Armando levanta una ceja escéptico.- Si yo fuera Betty no confiaría en eso. Ella no es tonta, conoce el riesgo que corre y sólo ha aceptado por lealtad a mí, su jefe.

Y amor, sobre todo amor. Pero eso Armando aún no sabe lo que es.

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Siguen charlando tranquilos en presidencia mientras las del cuartel celebran un 911 en su sala de juntas, el servicio de señoras.

Aura Mª les ha estado hablando de su último tinieblo, Sandra como de costumbre suspira por su jefe, Mariana cuenta que la ha llamado un chico de su pueblo porque va a venir a Bogotá y le gustaría verla.

- Ay, qué emocionada estoy! Él me ha gustado desde siempre, pero nunca me había demostrado ningún interés. Será que ahora…

- Puede ser, m´hija, pero por si acaso no se haga demasiadas ilusiones para que no tenga que sufrir luego inútilmente. –Aconseja sabiamente Inesita.

- Tiene razón, pero estoy nerviosa porque llega esta tarde.

- Pues yo más que nerviosa estoy mosqueada. –Interviene Sofía.- Y es porque el desgrrraciado del Efraín me ha mandado el cheque por primera vez en seis meses. Qué andará buscando?

- Pues nada, mujer. Alégrese pensando que al fin ha conseguido escamotear ese dinero a la pupuchurra.

- No sé… no sé… me tiene intrigada.

- Y usted, Betty? No nos cuenta nada? –Cambia de tercio Berta.

- Yo? Y qué quiere que les cuente? –Contesta sorprendida abriendo los ojos.

- Eso nos lo tiene que decir usted, porque lleva una temporada con ojos brillantes y carita soñadora.

- Quién? Yo? –Betty se atraganta con el agua que está bebiendo.

- Sí, usted. Vamos, m´hija, entre nosotras no debe haber secretos.
Betty se gira y ve a todas sus amigas sonrientes y expectantes.

- Pero yo… -Dubitativa.

- No lo niegue, Betty. Está enamorada.

“Tremendo ojo clínico tiene esta mujer…” Piensa Betty. “Pero no puedo decir que es del doctor. Ni modo! Eso es un sueño imposible que sólo conoceré yo.”

- Bueeeno, pues sí, lo estoy. –Reconoce con una sonrisa.

- Y quién es? –Preguntan todas a la vez.- Le conocemos?

Historias de Betty, la fea. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora