Dolor y angustia (JAKE)

1.3K 152 48
                                    

Prólogo: Una noche que Jake llega tarde al departamento simplemente no puede seguir cargando y ocultando todo el dolor que siente, menos cuando tú estás ahí para consolarlo y acompañarlo mientras deja ir todo eso.

SNXWGIRL
Advertencia: Jake está triste y solo necesita que alguien lo acompañe.

Jake siempre intentaba evitar tener el control cuando tu estabas cerca ya que no confiaba mucho en ti, a pesar de que llevabas casi un año entero saliendo con los otros dos y te hubieras ido a vivir con ellos dos meses atrás.

Aunque siendo muy honesto no es que tú presencia le molestara o pensara que podrías hacerles daño, de hecho, hubieron muchas oportunidades donde pudiste hacerlo y nunca te atreviste a ello, al contrario, siempre te preocupabas por los tres, incluso por Jake sin importar si no tomaba el control estando contigo.

La verdad es que no lo hacía porque tenía miedo de lo que podrías pensar de él cuando lo conocieras como realmente es. Seguro hubieron ocasiones donde tomó el control estando tú ahí, pero jamás te dirigió una palabra, y mucho menos la mirada.

Prefería evitarte antes que presenciar el miedo o disgusto en tus ojos cuando le vieras.

—————

Jake sabía que estabas en el departamento, por eso mismo intentó hacer el menor ruido posible cuando entró cubierto de sangre, rasguños y golpes pasada la mejda noche.

Otra misión más que había tenido que hacer, y la verdad es que terminó bastante herido.

Se quitó los guantes, chaqueta, boina y zapatos y se los llevó con él al baño para limpiarlos ahí y no ensuciar el piso.

Se encerró en el baño y soltó un pesado suspiro tragando el nudo en su garganta y tratando de olvidar las feas y horribles memorias de lo que el pajarraco le había pedido que hiciera.

Siendo 100% honesto Jake realmente no siempre disfrutaba mucho de lo que hacía como muchos podían pensar. Si es verdad que la mayoría del tiempo se divertía trayendo la venganza de Khonshu porque le hacía sentir útil, pero habían otros días donde simplemente le hacía sentirse como un ser humano despreciable.

Esos días que te veía compartir tan alegre con Steven o Marc le hacían sentir así, como si no fuera querido y que solo era una máquina de matar y estaba ahí para proteger a los otros dos.

Y ese día, o noche más bien dicho, era una de esas. Una de esas noches donde no se sentía bien consigo mismo ni haciendo lo que Khonshu le pedía como usualmente sentía.

Estuvo bastante tiempo bajo la ducha simplemente dejando que el agua corriera por su cuerpo y se llevara la sangre, sin importar lo mucho que le ardían las heridas que tenía. Al menos al sentir eso sabía que estaba vivo y que aún podía sentir aunque fuera dolor.

Lavó su ropa en la ducha y una vez terminó, salió y se secó antes de envolver la toalla alrededor de su cintura.

Limpió las heridas lo mejor que podía, y luego salió del baño para colgar su ropa en los tendederos plegables de ropa que Steven tenía, luego sacó un pantalón de pijama holgado para ponérselo y después colgó la toalla.

–Hey... Jake... llegas tarde, te había esperado para cenar pero finalmente dejé tu plato en el microondas.–Le dijiste con suavidad y voz adormilada, sentándote en la cama y pasando una mano por tus ojos.

Jake frunció el ceño con su espalda hacia ti acomodando los pantalones alrededor de su cintura y pudo sentir como nuevamente los ojos se le llenaban de lágrimas junto con un nudo en su garganta.

"...te había esperado para cenar..."

le preparaste algo de comer y lo esperaste a él. No a Steven. No a Marc. A él porque sabías que era su turno de tener el control.

Gracias dama, pero no tengo hambre.–Murmuró tratando de que su voz no se quebrara, sin embargo al final de la oración su voz tembló y cerró los ojos e hizo una mueca como si le hubiese dolido físicamente.

–¿Jake estás bien?–Le preguntaste con suavidad encendiendo la luz, y en ese momento pudiste ver su espalda llena de golpes y heridas que trató de limpiar y curar por sí mismo, y que al no estar usando el traje no podían sanar.–Dios, Jake... ¿qué diablos te pasó?–Dijiste mientras te levantabas y te acercabas a él.

No es nada, no se preo—. Ni siquiera alcanzó a terminar de hablar cuando sintió tus suaves, delicadas y cálidas manos en su espalda, y seguido de eso un beso entre sus hombros.

–No es necesario que me mientas, Jake. Sé que te duele.–Le dijiste con suavidad envolviendo tus brazos alrededor suyo por la espalda.

Jake no sabía qué decir, ni mucho menos podía formar una frase coherente en ese momento. Ni siquiera estaba seguro de si su mente y cerebro seguían funcionando correctamente o no.

En lugar de decir algo, un involuntario sollozo se le escapó antes de que pudiera detenerlo, y pronto comenzó a llorar desconsolado sin poder parar las lágrimas que salían de sus ojos.

Se dio vuelta en tus brazos y le abrazaste con fuerza dejándole llorar en tu hombro mientras él te abrazaba con fuerza y se aferraba a tu playera de pijama, como si tuviera miedo de que fueras a desaparecer en cualquier momento.

Ambos se quedaron así largos minutos, Jake llorando desconsolado en tu hombro todo lo que se tenía guardado mientras tu susurrabas cosas en su oído diciéndole que estaba bien que dejara ir todo eso, y que tu estabas ahí para él a la vez que acariciabas su espalda y cabeza con tus manos.

Una vez se calmó un poco, le tomaste de la mano y lo llevaste a la mesa de la cocina donde lo sentaste en una silla y pusiste el plato de comida frente a él.

Sin embargo terminaste alimentándolo tú mientras tu mano libre sujetaba la suya y la acariciabas con ternura.

Nunca habías visto a Jake tan vulnerable como en ese momento hasta el punto de tener que alimentarlo. Realmente el dolor y peso emocional que se llevaba guardando tanto tiempo esa noche le había pasado la cuenta, hasta el punto en que ni siquiera podía levantar una simple cuchara para comer.

Una vez estuvo listo, dejaste el plato en el fregadero ya que realmente no se separaba de tu lado y no soltaba tu mano por lo que no pudiste lavarlo, y luego le llevaste al baño para lavar sus dientes.

¿Parecía que estabas tratando con un niño pequeño? Si, y uno muy maltratado y lleno de dolor, tristeza y angustia.

Una vez estuvo listo y cepillaste un poco su cabello, le guiaste hasta la cama donde se recostó a tu lado y le arropaste con las frazadas.

Sin embargo Jake se acercó a ti y te abrazó escondiendo su rostro en tu pecho y comenzó poco a poco a llorar nuevamente y apretándote con un poco más de fuerza, mientras que tu solo acariciabas su cabeza y espalda para relajarlo y dormirlo.

Jake estaba destrozado y era evidente, el dolor que sentía era tan grande que no podía hacer nada por sí solo, y es que honestamente no te molestaba para nada tener que hacer las cosas por él, no viendo cómo estaba.

Finalmente terminó quedándose dormido mientras lloraba en tus brazos, a la vez que tu besabas su cabeza y cerrabas los ojos.

Jake en su sueño te abrazó aún más fuerte y te acercó imposiblemente más a él respirando tranquilo, y de vez en cuando de forma temblorosa por todo lo que había llorado, hasta que finalmente tu también te quedaste dormida.

Moon Knight IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora