🌑Cuarto libro dedicado a los Moon boys, con apariciones especiales de Oscar, y su personaje Santiago "Pope" García de la película Triple Frontera.
🌒Oneshots, imaginas, (...)es el tipo de(...), reacciones, etc.
🌓Utilización de pronombres femeninos...
Imagina que es la primera vez que Jake tiene contacto contigo al tener el control ya que siempre evitaba hacerlo para que no le descubrieran debido a que ni Steven y Marc sabían de él, pero una noche que llegó golpeado al departamento sin saber que estabas ahí te preocupas por él, mientras que Jake está confundido y no sabe qué hacer.
No sabe si dejar a Marc tomar el control aunque eso arriesgue que se entere de él, si debería dejarte cuidarlo a pesar de pensar que no es digno de ser tratado así, si te habrás dado cuenta, si estará mal que se sienta tranquilo contigo, o si quiera si es bueno interactuar contigo, mientras tú lo tratas con mucha delicadeza.
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Jake estaba sentado en una silla, extremadamente confundido mientras tú limpiabas sus cortes y heridas en silencio y con mucha delicadeza.
Él sabía, o al menos quería creer que pensabas que era Marc ya que los otros dos no sabían de él, y muchos menos tú.
Sin embargo no sabía qué hacer, no sabía si entregar el cuerpo arriesgando que supieran de él, o quedarse ahí contigo. Lo cierto era que no se sentía merecedor de esos tratos que le estabas entregando.
Una cosa que sí le hacía sospechar de que sabías no era ni Marc ni Steven, si no que la tercera identidad de la que (se supone) nadie sabía, era que no habías dicho el nombre de ninguno de los otros dos ninguna vez. Y eso le tenía preocupado.
–Okey... ya está, listo. No soy la mejor enfermera del mundo, pero esto servirá porque no creo que quieras ir a un hospital.–Le dijiste con una sonrisa y riendo ligeramente, yendo al baño para tirar los algodones y cosas sucias además de lavarte las manos.
Jake se quedó inmóvil y en silencio en su silla, como si de esa manera no fueras a verle.
–Puedes darte una ducha mientras te preparo algo de comer si quieres, aún no había comenzado a hacer la cena cuando llegaste.–Le dijiste con una sonrisa posicionándote frente a él.
Jake se te quedó viendo entre algo confundido, asustado, como si estuviera listo para atacar y salir a la defensiva, y mil emociones más que no podías distinguir.
–Gracias...–Murmuró bajando la vista.
Soltaste un suspiro con una sonrisa, y te agachaste para dejar tus brazos apoyados en tu regazo y así no invadir su espacio.
–Sé que no eres no eres Marc, y mucho menos Steven, pero puedes estar tranquilo conmigo. No les voy a decir nada si no saben, solo quiero que te sientas cómodo y ya.–Le aseguraste con una sonrisa, mientras él te veía como si fuera un cachorro asustado.–Mientras te duchas puedo preparar la cena y luego irme para que tengas privacidad.
Jake no dijo nada y apartó la vista, a lo cual tu solo sonreíste y te pusiste de pie para ir a la cocina. Sin embargo no llegaste muy lejos ya que te tomó de la muñeca, y poniéndose de pie te atrajo hacia él y te abrazó escondiendo su rostro en tu cuello.
Si bien ésta era la primera vez que te conocía, siempre te había admirado desde las sombras y lo más profundo de la mente de Marc, deseando poder ser él quien estuviera contigo y no viendo a través de los ojos de los chicos.
Jake te abrazó con fuerza pero cuidando de no lastimarte, y tú solo sonreíste llevando tus manos para acariciar su espalda y cabeza, provocando que su cuerpo se relajara visiblemente.
Por primera vez en su vida Jake se sentía en paz y tranquilo, y era en tus brazos. Gracias a ti.
–No se vaya...–Fue lo único que te dijo y sin soltarte.–Por favor...
–Entonces me quedo aquí, contigo.–Le aseguraste sin soltarlo.
