Moon Knight IV

Finalmente conmigo (Jake x hija)

Prólogo: Jake te adoptó cuando eras muy pequeña, sin embargo el Red Room te secuestró y te reencontraste con él años después.

Oscar_soy_tuya
Advertencia: Aquí sería que Jake es el papá ya que Steven y Marc no sabían acerca de ella (es adoptada). La rayis tiene 16 o 17 años.

Jake te había adoptado cuando eras solo una bebé pequeña después de encontrarte junto a un basurero en la calle.

Te mantuvo oculta de Steven y Marc por mucho tiempo, hasta que fuiste secuestrada cuando tenías más o menos 6 años, pero no pudo encontrarte.

Llevaba años buscándote, incluso cuando dejó que Steven y Marc le conocieran, pero nunca les dijo de tu existencia, a pesar de que nunca haya dejado de buscarte.

Sin embargo un día que Marc estaba haciendo una misión para Khonshu, se encontró contigo y empezaron a pelear, pero Jake forzó un cambio y consiguió que le recordaras.

Estabas tan herida, no habías comido en días y estabas cansada, así que te llevó al hospital ignorando por completo a los chicos y con toda su atención puesta solo en ti.

–Ella está bien, no se preocupe. Sin embargo tiene múltiples heridas como alguna que otra fractura o quemaduras que no fueron tratadas del todo y no había comido en días, por lo mismo recomiendo que se quede aquí por unos días para evaluar su progreso.–Le dijo la Doctora a Jake estando fuera de tu habitación.

–O-okey... ¿p-pero ella va a estar bien? ¿Mi hija se va a recuperar?–Le preguntó asustado y viéndola afligido.

–Así es, hasta el momento ha respondido bien a los medicamentos y tratamientos, por lo que podrá llevarla de vuelta a casa en un par de días. Es realmente increíble que después de todo el tiempo que estuvo desaparecida se encuentre en buenas condiciones, a pesar de todo lo que le ocurrió.–Le dijo la Doctora con una sonrisa antes de irse.

Jake soltó un suspiro pasando ambas manos por su rostro tratando de calmarse un poco antes de entrar, y se sentó en una silla dejando sus codos apoyados en sus rodillas y las manos cubriendo su cara.

–¿Jake por qué nunca nos dijiste que tenías una hija?–Le preguntó Marc desde el espacio mental.

–Marc ahora no, no es el momento.

–Tranquilo, Steven. Está bien.–Soltó un suspiro viendo hacia sus manos.–Tenía miedo... me daba miedo de lo que podrían pensar o que tal vez no me dejaran seguir buscando.

–¿Por qué no te dejaríamos seguir buscándola? ¡Jake te pudimos haber ayudado!

–Si... pero igual... de todas formas eso ya no importa, lo importante es que al fin tengo a mi princesa de vuelta.–Apoyó la espalda en la silla atrás y la cabeza en la pared con unas cuantas lágrimas en sus mejillas.

–Respira... ya todo está bien, la encontraste. Y te prometo que te vamos a ayudar. Podemos hacerle un espacio en el departamento y tal vez más adelante buscar algo más grande, ¿si?

–Exacto, no tienes de qué preocuparte. Solo... ¿ella sabe acerca de... bueno... nosotros?

–Algo le expliqué cuando estaba chiquita, no sé si lo recordará. Pero no se preocupen, yo me encargo de eso.–Dijo poniéndose de pie y limpiando las lágrimas.

Trató de recobrar la compostura y soltó un suspiro antes de golpear la puerta de tu habitación y entrar sacando una de tus flores favoritas de dentro de su chaqueta.

–Hola mija...–Te saludó con una sonrisa acercándose a tu cama para sentarse en el borde y ofreciéndote la flor.

Una pequeña sonrisa se formó en tu rostro y tomaste la flor con tus manos algo temblorosas.

–Hola papá.–Le saludaste de vuelta levantando la vista para verlo.

Jake soltó uns suspiro por la nariz aliviado y bajó la vista con un nudo en su garganta antes de volver a verte con los ojos llenos de lágrimas.

–La extrañé mucho... y-y quiero que sepa que... q-que nunca dejé de buscarla.–Te dijo con la voz algo temblorosa.

–Sabía que me ibas a encontrar.–Susurraste abrazándote a él con fuerza y dejando ir pequeñas lágrimas.

Jake inhaló profundamente y te abrazó de vuelta dejando un beso en tu cabeza y acariciando tu espalda con ternura.

–Estoy tan feliz de tenerla de vuelta, no se imagina lo mucho que la extrañé...–Te susurró al oído.

–Yo también te extrañé mucho.–Sollozaste abrazándolo con aún más fuerza.

Jake sonrió y solo te abrazó al no poder decir nada sin romper en llanto, por lo que solo se quedó contigo en sus brazos y acariciando tu espalda tratando de convencerse de que finalmente estabas ahí con él.