Las cosas en la Tierra

1.2K 147 44
                                    

Prólogo: Eres una vieja amiga de Khonshu y vienes a visitar la Tierra donde Steven te lleva a su departamento, pero él no está acostumbrado a cómo funcionan las cosas en Asgard.

JFSY09

Steven iba de camino hacia la fuente donde usualmente cenaba junto a Crawly, cuando te vio caminando viendo a tu alrededor con un traje que parecía ser algo como un traje antiguo.

Llevabas pantalones con una cola de tela que se asemejaba a una falda que solo te cubría por atrás, y en tu pecho un corsé que funcionaba como armadura, una espada en tu lado derecho y llevabas un peinado bastante similar a los de la época medieval.

¿Soy solo yo o realmente hay una mujer vestida como la época medieval paseando por Londres?–Preguntó Steven viéndote boquiabierto y señalando hacia ti.

Veeerga... la dama si está bien buena.

¡Jake!

¡¿Ahora qué?! ¡No me vengas con tus mamadas, pendejo quejón! No vengas a chingarme mira que tu también la encuentras bien pinche guapa a la dama.

Vayan a ayudarla, es una amiga mia.–Les dijo Khonshu sin aparecer a su lado, si no que solo su voz.

¿Qué? ¿Cómo es que

–¡Humano! Lamento interrumpir tu linda noche, me presento, soy T/N, una vieja amiga de Khonshu.–Le dijiste con una sonrisa extendiendo tu mano hacia él.–Cuando le comenté acerca de mis deseos de conocer la Tierra, me dijo que buscara a sus avatares para que me ayudaran.

¿Y ahora en qué vergas nos metió el pájaro loco?

A-ah... si, claro. No hay problema... amm... ¿t-tienes donde quedarte?–Te preguntó inseguro jugando con sus manos, viendo a su alrededor como las personas te tomaban fotos y se reían de ti.

–No, esperaba que tú pudieras ayudarme, tierno humano.–Le dijiste con una sonrisa.

Steven se sonrojó y bajó la vista hacia su pequeña bolsa de papel donde tenía sus dos burritos veganos, mientras Jake se reía en el espacio mental.

¡El pendejo británico se sonrojó porque le dijeron tierno!–Dijo entre fuertes carcajadas.

Cielo santo...–Murmuró Marc y Steven prácticamente lo podía imaginar pasando ambas manos por su rostro.

E-entonces mejor ven conmigo, no vivo muy lejos de aquí.–Murmuró apenado guiándote para empezar a caminar hacia su departamento.

(.....)

Cuando llegaron, Steven dejó sus cosas en la mesa de la cocina mientras tú veías a tu alrededor asombrada antes de acercarte a la pecera.

–¿Son éstas tus mascotas?–Le preguntaste inclinándote hacia adelante para ver a los tres peces.

¡Sip! Ese de ahí es Gus II, ese es mio.

–¿Qué pasó con Gus I?

Un amigo mio... u-una de las identidades que Khonshu te explicó que viven... pues... a-aquí en éste cuerpo, no sé por qué te dije que un amigo... pues él lo dejó morir de hambre cuando se fue y lo dejó solo.–Dijo molesto la última parte lanzándole una mala mirada a Marc en la pecera, y el otro solo rodó los ojos.–Éste otro se llama El Pez Dorado, y éste otro El Matador.

–Que nombres más encantadores para peces maravillosos.–Le dijiste con una sonrisa.

S-si... bueno, te traeré algo de ropa para que te puedas cambiar y luego te prepararé algo de comer.–Te dijo con una sonrisa caminando hacia su habitación.

Steven buscó entre sus cajones la playera más cómoda y suave que pudo encontrar y junto con unos pantalones antes de volver a la sala de estar.

Okey, aquí encontré algo de¡OH DIOS MIO LO SIENTO MUCHO! ¡TE PROMETO QUE NO VI NADA!–Exclamó cubriéndose los ojos y dándose vuelta al notar que estabas completamente desnuda.

¡VERGA! ¡Ésta madre se puso intensa!

¡¿POR QUÉ ESTÁ DESNUDA?! ¡STEVEN HAZ ALGO!

Recién se conocen y mi pendejito ya la tiene desnuda esperando por él. Me haces sentir muy orgulloso, cabrón.

–Muchas gracias, tierno humano. ¿Pero por qué te volteas? ¿Te encuentras bien?–Le preguntaste comenzando a ponerte su ropa.

¡E-e-es que estás denuda!–Dijo nervioso con sus manos sobre sus ojos.

–¿Y qué hay de malo con eso? De donde yo vengo, nadie se avergüenza de su cuerpo ni tampoco le causa miedo mostrarlo.–Le explicaste mientras te vestías.

¡P-pero aquí no! Perdóname, te juro, te prometo que ni vi nada, perdóname por favor.

–No hay nada que perdonar, tierno humano. Todo está bien, yo te ofrezco mis disculpas por causarte tal incomodidad.–Le dijiste dándolo vuelta y dejando ambas manos en sus hombros, mientras él trataba de evitar verte a los ojos y completamente sonrojado.

¿Y a ésta qué le picó? ¿Por qué habla como los personajes del libro de mi pendejo británico?

Cuando veníamos de regreso ella mencionó que era de Asgard, probablemente es por eso.

O-okey, disculpas aceptadas. Ahora te preparé algo de comer. A-adiós¡quiero decir! No me voy, solo voy a la cocina a cocinar y ya. Y-y mejor cierro la boca, así que okey. Eso.–Dijo nervioso moviendo y gesturando con sus manos antes de darse media vuelta e ir a la cocina.

Tu solo reíste ligeramente comenzando a ver alrededor de su departamento, fascinada por las cosas y gran cantidad de libros que habían en el lugar.

Moon Knight IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora