Moon Knight IV

El problema con la cuarta identidad (parte 2)

hiddlexstan16
Advertencia: Esto es muy distinto a la primera parte, solo para que lo sepan. Un poquito triste, la rayis explota y le grita al pobre Jake (siempre se lleva todo lo malo el pobre :(  ), final feliz (?).

Desde que también habías iniciado una relación con Oscar, habías notado que los cuatro se peleaban mucho más por tu atención.

Los cuatro querían tener tu atención solo para ellos, y si lo hacías, los otros tres se sentían mal y comenzaban a pelear nuevamente.

Y honestamente la situación ya te estaba agotando.

Te hacía sentir mal el pensar que mientras estabas con uno, los otros se sentían mal y peleaban por ello, te hacía sentir insegura y como si no fueras suficiente para ellos, lo cual comenzó a notarse.

Los chicos habían notado que estabas más callada y distante de lo normal, y eso les preocupaba. Les daba temor de que algo te hubiese pasado, o que incluso ellos tuvieran la culpa.

—————

Acababas de llegar del trabajo por la noche y te quitaste la chaqueta y la bolsa dejándolas sobre el sillón, y luego te quitaste los zapatos para luego caminar a la cocina.

Soltaste un fuerte suspiro y tiraste las llaves en el mesón para acercarte al refrigerador de donde sacaste una cerveza y la abriste para beber la mitad de una sola vez.

Marc que estaba en el baño salió y se acercó a la cocina donde te vio sacando la cerveza y tomando la mitad de la botella de una sola vez.

–Cuidado ahí mi amor, está muy fría y te puede sentar mal.–Te dijo con una pequeña sonrisa acercándose a ti para abrazarte por atrás y dejando besos en tu cuello.

–¡Oye cabrón yo también quiero!

–Todos queremos.

–¿Por qué mejor no sólo la ayudamos un poco en lugar de pelear? Viene cansada del trabajo y debe tener hambre.

–Ya cállense los tres, en especial ustedes dos, par de latinos idiotas.–Les dijo viéndoles mal hacia el reflejo de la ventana antes de seguir con sus besos.

Sin embargo te alejaste de él dejando la botella en el mesón y fuiste hacia tu bolsa y chaqueta para tomarlas y llevarlas a la habitación, provocando que Marc frunciera el ceño confundido.

–¿Todo bien, mi amor?–Te preguntó confundido siguiéndote a su habitación en el espacio abierto que era el departamento.

–Sí, Marc. Todo bien.–Dijiste soltando un suspiro molesta.

–¿Estás segura, preciosa? Pareciera que estás molesta por algo?–Dijo Oscar entregándote tu pijama.

–Ya les dije que estoy bien, enserio. Solo estoy cansada.–Dijiste tratando de contener tu enojo tomando el pijama de sus manos.

–Mami uste' sabe que puede hablarnos de lo que sea que le esté—

–¡MIERDA JAKE! ¡YA LES DIJE QUE NO ME PASA NADA! ¡AHORA SOLO DÉJENME TRANQUILA! ¡ES LO ÚNICO QUE LES PIDO!–Le dijiste tirando el pijama a la cama, pasando ambas manos por tu rostro y soltando un fuerte suspiro.–¡No puedo lidiar con ustedes ahora! No puedo lidiar con sus peleas, ni quejas, ni que se enojen porque no tienen el control porque estoy cansada... estoy cansada de eso.

–Les dije que no había que pelear.–Dijo desde el reflejo del espejo jugando con sus manos nervioso y viéndote apenado.

–¿A qué te refieres con—

–Marc enserio ahora no. No quiero discutir ahora.–Le dijiste secando las lágrimas y tomando el pijama para ponértelo con manos temblorosas, pero se acercó a ti y tomó tus manos en las suyas.

–Preciosa respira... no queríamos hacerte sentir mal, enserio.–Te dijo con suavidad.

–Lo sé, sé que no me quieren hacer mal, y sé que reaccioné mal con Jake, pero estoy cansada. Estoy cansada de no sentirme suficiente para ustedes y que se la pasen discutiendo.–Le dijiste dejando ir sus manos y volteándote hacia él con los ojos llorosos.

–¿Insuficiente? Mi dama uste' es más que suficiente, es todo lo que queremos en la vida.–Te dijo preocupado y viéndote afligido.–Y perdón, mi amor. Perdónanos por hacerte sentir de ésta manera, no era nuestra intención.

–Perdón... les prometo que no quería reaccionar así, yo solo—

–Shhh... tranquila, nosotros sabemos. No tienes por qué pedir perdón, mi querida.–Te dijo con suavidad acercándose para abrazarte.–Te prometo que vamos a hablar, los cuatro. Vamos a hablar y vamos a solucionar esto. Vamos a ponernos de acuerdo y no vamos a pelear, ¿okey?

Tu solo asentiste abrazándole con aún más fuerza, y Steven dejó un beso en tu cabeza acariciando tú espalda para calmarte mientras los otros te veían del espejo apenados y avergonzados.