Tiempo para nosotros (MARC)

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Prólogo: Marc y tu pasan un día juntos.

Jazamidala

Cuando Marc despertó en la mañana y se volteó para abrazarte, se encontró con la cama vacía y fría.

Frunció el ceño molesto apoyándose en su brazo para ver hacia todos lados, y entre las repisas te pudo ver en la cocina.

Soltó un quejido antes de estirarse y luego fue hacia ti pasando una mano por sus ojos antes de abrazarte y esconder su rostro en tu cuello.

–Hey... buenos días, justo iba a llevarte el desayuno.–Le dijiste con una sonrisa volteando tu rostro para dejar un beso en su mejilla antes de seguir preparando su café.

–¿Por qué no estabas conmigo?–Se quejó y su voz sonando rara al estar tan cerca tuyo.–¿Acaso ya no me quieres?

–¿Cómo dices eso? ¡Claro que te quiero! ¡Marc yo te amo! Solo vine a prepararte el desayuno y ya.–Reíste con ligereza volteándote en sus brazos mientras que él seguía abrazado a ti y su rostro estaba en tu cuello.–Además... hoy tengo planeadas varias cosas para que hagamos juntos. Hace tiempo no tenemos una cita solos nosotros dos.

Una sonrisa se formó en el rostro de Marc y se alejó para verte a la cara con sus brazos alrededor de tu cintura.

–Te amo.

–Yo también... ahora mejor comamos para que podamos salir pronto.–Le dijiste con una sonrisa dejando un beso en su nariz antes de tomar su taza y llevarla a la mesa.

–¿Y a dónde me vas a llevar?–Te preguntó viéndote sin dejar de sonreír.

–Es una sorpresa.–Respondiste sentándote en tu silla.

(.....)

Por la mañana Marc y tu fueron a un parque de diversiones el cual querían visitar hace mucho y no habían podido. Estando ahí ambos fueron a la casita del terror, montañas rusas, y otros juegos más.

Por la tarde le llevaste al cine a ver una película que los dos tenían ganas de ver, y una vez la función terminó fueron al departamento para cambiarse de ropa ya que tenías una reserva en el restaurante favorito de Marc.

–Gracias por todo lo que haz hecho, mi amor.–Te dijo con una sonrisa tomando tú mano sobre la mesa para besarla.

–No tienes de qué agradecerme, Marc. Hace tiempo no pasábamos un rato junto y ya era hora.–Le dijiste con una sonrisa dándole un suave apretón.

–Tal vez podría agradecerte de otra forma cuando lleguemos a casa.–Te dijo con una sonrisita coqueta y guiñándote un ojo antes de beber de su vino.

–Mmm... eso me gusta...–Dijiste con una sonrisa tomando tú copa.–Aunque aún falta una sorpresa más.

–¿Otra?–Te preguntó sorprendido y con el ceño fruncido.–¿No te parece suficiente con todo lo que haz hecho hoy?

–Nop... pero sé que ésta sorpresa en particular te va a gustar más que cualquiera otra de hoy.–Le dijiste con una sonrisa maliciosa viendo a tu alrededor para comprobar que nadie te veía, antes de bajar un poco la manga de tu hombro de tu blusa/vestido revelando solo un poco tu lencería de su color favorito.

Marc inhaló profundamente y volviste a cubrir tu piel antes de apoyar la espalda en la silla y beber de tu copa sin apartar la vista de él.

–Enserio que quieres acabar conmigo.–Te dijo con la mandíbula tensa y las pupilas dilatadas.

–Aún no, pero tal vez cuando juguemos a los vaqueros puede ser.–Le dijiste en voz baja guiñándole un ojo.

Marc soltó un pesado suspiro antes de beber el vino que le quedaba y limpiar su boca para después llamar al camarero para que les trajera la cuenta.

Reíste ligeramente y tomaste tu bolsa para sacar tu tarjeta esperando a que llegara el camarero, pero Marc te detuvo.

–Detente ahí, yo voy a pagar.–Te dijo sacando su billetera.

–¿Qué? ¡No! Yo te invité, yo voy a pagar.–Le reclamaste con el ceño fruncido.

–Ya gastaste suficiente dinero en mi hoy e hiciste varias cosas, déjame a mi invitarte la cena. Pero si quieres puedes pagarme más tarde en cuanto lleguemos al departamento.–Te dijo con una sonrisa y guiñando un ojo.

–Lo que tu digas, mi amor.–Respondiste apoyando tus codos en la mesa y tu barbilla en la parte trasera de tus manos inclinándote hacia adelante para darle una vista de tu escote.

–Solo espera a que lleguemos.–Dijo Marc con una sonrisa antes de desviar la mirada hacia el camarero que se le acercó con la cuenta mientras tú reías bebiendo de tu copa.

Moon Knight IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora