Estoy maldito.

9

El comienzo de una hermosa relación fue maravilloso, cada noche Shinobu me visitaba para pasar la noche conmigo con la excusa de que se quedaría con una amiga. Tenerla cerca era todo lo que podía desear, sobretodo porque en la escuela ella pasaba completan de mí, hacía como si yo no existiera lo cual a veces me molestaba pero entendía que así yo no me metería en problemas ni tampoco ella.

Una noche estaba conmigo en la cama cuando la noté pensativa.

Douma: ¿En qué piensas?

Shinobu: Ya me gustaría graduarme... Tú sabes, así ya no sería tu alumna y podría estar contigo sin que nadie dijera nada.

Douma: También me gustaría pero para eso falta mucho tiempo.

Shinobu: Pienso que no es justo, me gustaría estar contigo incluso en la escuela.

Me quedé pensativo, ya que también lo quería pero estaba claro que no sería posible, sobretodo siendo su hermana mi compañera de trabajo. Aún así me dedicaba mirarla, algunas veces cuando era hora de salida, siempre se veía hermosa pero cada día la notaba más triste, incluso comenzó alejarse de con quienes pasaba el rato.

Eso me preocupó bastante por lo que nuevamente di la excusa de que debía hablar de su rendimiento para poder verla después de clases.

Douma: ¿Qué te sucede? Te he visto bastante decaída, ¿alguien te molesta?

Shinobu: No es nada.

Douma: Me estás mintiendo.

Shinobu: Solamente déjame en paz.

Shinobu salió de la clase y no pude ir por ella. Estaba claro que algo estaba pasando pero no me había dado cuenta, lo cual me terminó preocupando por completo.

En la noche por como estaba enojada Shinobu creí que no iba a ir. Mi sorpresa fue escuchar que tocaron la puerta terminando por abrir y para mí sorpresa ella estaba ahí.

Douma: ¿Esta es tu manera de hacer que te deje en paz?

Shinobu: Siento lo que dije... Es que en casa todo ha sido más difícil, cada vez cuestionan más que cada día me quede a dormir con Mitsuri.

Douma: Lo entiendo, siento hacerte pasar por esto.

Ella sin ningún tipo de duda me abrazó terminando por meterla a mi casa, todavía me sentía culpable pero aún así me hacía feliz que ella quisiera estar conmigo.
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Kocho regresó a su casa al siguiente día después de aquel encuentro con Douma.

Kanae: Bienvenida, ¿cómo te fue?

Shinobu: ¿Por qué siempre preguntas eso cada vez que vengo?

Kanae: Es que parece que te diviertes mucho con ella, siempre vas a su casa y los fines de semana te quedas hasta el domingo.

Shinobu: ¿Y eso a ti qué te importa?

Kanae: Oh, vamos Shinobu, si tienes un novio no tienes que mentirme, es normal a tu edad.

Shinobu: No tengo nada, si no me crees llama a Mitsuri y déjame en paz con eso.

Kocho se fue a su habitación bastante molesta lo cual preocupó a su hermana por lo cual le hizo caso y decidió llamar a su amiga.

Kanae: Hola, te llamo para saber si Shinobu regresó de estar en tu casa.

Mitsuri: ¡Sí! Ella seguramente ya esté cerca de llegar.

Kanae: Ya llegó, gracias. Solamente quería asegurarme.

Kanae a pesar de esa confirmación no podía sentirse tranquila y no sabía la razón.
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En la escuela nuevamente se repitió la situación, Shinobu seguía cortante y ni siquiera me volteaba a ver, lo cual hacía que cada vez me preocupara más, pero en la escuela pasó completamente de mí, entonces no tendría madre opción que esperar a que llegara a mi casa.

Pero esa noche no llegó a mi casa.