Capítulo 17

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Al siguiente día Douma fue a la escuela, ya no había nada por lo que preocuparse, ahora que Shinobu estaba encerrada, ya no habría lugar a donde ir.


Rengoku: Ah... Parece que nos estamos quedando sin maestros.


Douma: Vaya que sí.

Rengoku: Parece que hay una maldición en esta escuela... Sanemi parecía ser un buen hombre, aunque algo gruñón, no puedo creer lo que dicen las noticias.

Douma: Ciertamente... Aunque está claro que si ocultó su relación y embarazo de la maestra Kocho entonces realmente no sabemos qué tanto más nos ocultó.

Rengoku: Es que mírate esto, primero Tomioka, todavía ni siquiera lo encuentran, después Kocho es asesinada por Sanemi y este va a la cárcel, ciertamente si no amara mi vocación renunciaría, ¡pero no debo mostrar debilidad con los alumnos! Ellos ya están lo suficientemente mal.


Douma: Realmente... Estoy contigo, se me hace tan feo.

Rengoku: Y ni siquiera podemos decir que sólo nos afectó los maestros, también la hermana de la maestra Kocho está desaparecida, sé que ya se había graduado pero igualmente fue alumna de este colegio.





Obanai: Oigan, en vez de estar hablando cosas que no nos incumben deberían volver a sus aulas, ya es hora de la siguiente clase.

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Kocho estaba amarrada todavía en la cama, estaba llorando ya que ella le habían entrado ganas de orinar, pero no podía quitarse la soga, lo que menos quería era hacer algo así con aquel hombre que estaba loco, entonces con un esfuerzo tuvo que desamarrar la soga con sus dientes, estuvo varios minutos así pero por fin pudo, en ese momento se levantó sin darle impotencia a estar desnuda para después salir al baño.



Cuando terminó y salió de baño rápidamente se puso la ropa que encontró, miró la hora en el reloj y pudo notar que estaría en el colegio, entonces sin pensarlo mucho bajó las escaleras pero sin darse cuenta resbaló de ellas, había algo que le hizo desbalar terminando por caer de ellas desmayandose.



Al despertar lo primero que sintió fue una presión en su cabeza, al abrir los ojos ya notó que Douma tenía su pie encima de su cabeza.


Douma: Parece que ya despertaste.

Shinobu: Maldita sea...

Douma: ¿Era tanta tu desesperación que no te fijaste en el aceite que puse en las escaleras? Tenía fe en que no ibas a bajar, pero supongo que todavía no estás para ser obediente.


Shinobu: Muérete...



Douma: ¿Y a dónde ibas?

Shinobu: ¡¿Qué te importa?!


Douma: Hmm, supongo que no puedo dejarte ir.

Douma quitó su pie para después tomar a Kocho y cargarla, ella estaba demasiado inquieta pero Douma apretó demasiado fuerte su trasero.

Shinobu: ¡Eso duele!


Douma: Entonces deja de patear.


Shinobu: Te odio con toda mi alma...


Kocho comenzó a llorar, quería escapar de él pero no entendía cómo era que todo estaba en su contra.



Douma subió las escaleras saltándose las que tenían aceite, al llegar a la habitación echó a Kocho a la cama para después darle una bofetada.


Douma: Vuelves a intentar huir y te irá mal, pondré una trampa peor.

Shinobu: ¡¡Déjame ir!!

Douma: De hecho... Nos vamos a mudar.

Estoy maldito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora