Estoy maldito.

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En la madrugada me levanté rápidamente a vomitar, me maldecí ya que esperaba que esta vez el retraso de mi menstrual haya sido por cualquier otra cosa que no fuera estar embarazada, no pude evitar llorar, nuevamente ese maldito me había embarazado, odiaba tanto esto pero no tenía opción, tendría que volver abortar.

Estaba tan cansada, antes él me obligó a decirle que era masoquista a mi hermana para que no se preocupara por mí, pero la realidad es que fue una de sus marcas que me dejó por estar furioso de no haber ido a su casa. Me enojé tanto por la humillación que me hizo sentir que al llegar a la escuela le di una bofetada sin pensar.

Lo peor es que todos pensaban que tenía novio, lo cual era completamente falso, yo nunca he tenido novio y jamás lo tendré, no quiero saber más de nada, solamente quiero estar en casa. Por lo que nuevamente no llegué a su casa, para nuevamente tener que abortar, la pasé tan mal esa noche teniendo que limpiar todo pero al menos me ahorré una noche de no estar con él... Lo malo sería mañana.

En la escuela simplemente lo ignoré pero teniendo que llegar a su casa lo primero que hizo cuando llegué fue cargarme hasta su habitación y me lanzó a la cama.

Douma: ¿Por qué no llegaste?

Shinobu: Tuve algo más...

Douma: ¿Qué cosa?

Shinobu: No puedo decirte...

Douma: Me guardas secretos.

Él me miró de manera seria para después tomarme del cuello de manera fuerte apenas pudiendo respirar.

Douma: ¿Estás viendo alguien más?

Shinobu: N-no...

Douma: Debo comprobarlo.

No entendí a qué se refería pero cuando sentí que me quitaba las bragas pensé que solamente sería una excusa para volver a violarme pero en vez de eso separó mis piernas y miró atentamente mi intimidad separando los labios vaginales y después metió los dedos, ahí me tapé la boca y después sacó sus dedos y se les quedó viendo por unos segundos.

Douma: Bien, no hay semen de otro hombre.

Shinobu: Estás loco... Ya no quiero nada de esto...

Douma: Pero, ¿qué dices? Cuando te grandes vivirás conmigo.

Shinobu: No lo haré... Me iré, ¡me iré de tu maldita vida!

Le grité completamente harta de todas las humillaciones que me había hecho pero él se quedó mirándome seriamente para después volver a sentir como metió los dedos dentro de mi vagina, ahí no se detuvo y de manera horrible comenzó a meter la mano lo cual me hizo gritar y retorcerme, a pesar de todo algo así era horrible, parecía que me iba a partir, no quería seguir sintiendo que mi vagina estaba tan abierta, me asustaba tanto hasta llegó a lastimarme por sus uñas por lo que cuando sacó la mano esta salió con un poco de sangre mientras yo cerraba mis piernas llorando fuertemente porque me había dolido mucho.

Douma: Solamente me quería asegurar que no había semen.

Vi comió lamió sus dedos con la sangre que me había sacado, ¿qué otra cosa me iba hacer? No quería, estaba harta ya no quería más por lo que incluso con todo y que no tenía bragas me levanté y lo más rápido que pude salí de su casa, cuando llegué estaba mi hermana esperándome y se dio cuenta que estaba agitada.

Kanae: Hermana, ¿qué pasa?

Shinobu: Fui a correr con Mitsuri, realmente me cansé pero le gané.

Kanae: Me alegro, ¿quieres cenar?

Shinobu: No, gracias... Estoy muy cansada, mañana será.

Me fui a mi habitación pero escuché a mi hermana decir "al fin volvió" y era una mentira, no iba a volver... No hasta acabar permanentemente con lo que me hacía ser infeliz.

Cuando llegué a la escuela tenía tanto miedo pero todo transcurrió normal, aún así sabía que tenía que volver a su casa, lo que cuando llegué a casa me hizo deprimirme tanto, sabía que las cosas serían peores por huir, tenía miedo y ganas de morir por lo que solamente abracé mi almohada y lloré como nunca.