Capítulo 21

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El ambiente era pesado, el aire faltaba, los pensamientos eran inconclusos, no había nada más que impotencia, transcurriendo unos días de solamente sufrimiento, después de todo Douma se había cansado de tratar de ser creído, había momentos donde incluso él dudaba de sus recuerdos: Donde se creía loco pero cuando se comenzaba a convencer nuevamente recordaba, cosas claras, que nunca había visto antes, ¿por qué saber de ella incluso antes de conocerla? Entre tanto, si sólo él lo sabía sería un castigo, pero... ¿Para quién?





Había sentimientos de odio pero más de tristeza, Shinobu yacía en su cama, todavía lamentándose por el pasado, uno que no conocía y otro que revivía una y otra vez, a su maestro asesinado, su hermana sin justicia y sin saber cuántas victimas más habían sido presas de él, todo lo que ella amó ahora estaba muerto, pero sin ningún tipo de opción se quedaba mirando el techo, recordando su pasado, pero el que la hacía feliz, antes de estar con aquel profesor del mismo infierno.



Douma: Has estado muy callada, ¿te sucede algo?

Kocho no respondió y simplemente quedó con la cara tapada. Claramente esto a Douma no le gustó y destapó su cara, ella estaba llorando.


Douma: ¿Otra vez llorando? No creo que consigas algo con eso, mejor bésame.


Shinobu: No quiero... Déjame en paz.

Douma la tomó de la cara apretando levemente fuerte con una mano, la bajó a su cuello, Kocho entendió que si no lo hacía iba a ahorcarla hasta que no pudiera más; era algo que él le gustaba hacer, cuando ella se desmayaba no le importaba, por lo que optó por obedecerle y lo besó, él la abrazó así que Kocho se apartó rápidamente, de la fuerza y miedo que le dio se cayó de la cama, Douma suspiró para después acercarse a ella cargandola.

Douma: Te haces daño simplemente por no acercarme a ti, pero es imposible que no lo haga.



Dijo abrazándola fuertemente mientras que ella sin pensar en nada le dio una bofetada a Douma la cual hizo que la soltara. Kocho se cayó quejándose, pero esta vez Douma en vez de cargarla le pisó el pecho, Kocho cerró los ojos gritando.

Douma: Sí que no aprendes.

Shinobu: ¡Déjame! Ya no quiero esto...  Me dices que te hice daño... Aunque no lo recuerde... Lo siento mucho...

Douma: Tú no lo lamentarías.

Douma quitó su pie para después tomarla de la blusa la cual arrancó.


Shinobu: Tu alma está muy oscura... Siempre fuiste malo, no entiendo por qué Dios me castigó así.

Douma: Entendí que al estar en el infierno, Dios no existe en la tierra, si no los demonios y no me refiero a quien yo fui, sin importar cuanto sufres Dios no viene ayudarte, no le importas nunca le importarás.



Kocho se quedó mirándole, sus palabras eran tan fuertes como su voz le hacía temblar, no podía moverse, sólo terminó por levantarse.



Shinobu: Nunca te voy querer ni en esta ni en las siguientes vidas.


Kocho lo miró con seriedad pero si mirada cambió cuando notó que en los ojos de Douma comenzaron a salir lágrimas.

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⏰ Última actualización: Aug 17 ⏰

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