Estoy maldito.

Capítulo 14

No veía nada... ¿Estaba muerta? Me lo estaba preguntando en esos momentos, en donde lo último que vi fue a él, estaba todo oscuro, tenía tanto miedo de levantar la mano y sentir que había algo más allá, pero al intentarlo me di cuenta que no podía, había algo que impedía la movilidad de mi mano, a los pocos segundos me di cuenta que no podía mover mi cuerpo.

Después de minutos una luz se encendió pero su naturaleza no podía ser más oscura. Douma abrió la puerta de la habitación y prendió la luz.

Douma: Ya despertaste, maravilloso. Ahora podré hablar contigo.

Kocho al momento de verlo sus ojos reflejaban enojo aunque estuvieran llenos de lágrimas.

Douma: ¿Por qué esa mirada? Si tú fuiste la mentirosa, nada de esto hubiera pasado si no fuera porque me dijiste que te irías lejos de mí, pensé que iba a recorrer todo Japón antes de encontrarte pero fue más fácil.

Kocho se mantenía callada y eso le fastidió a Douma, lo que provocó que tomará de su cajón un látigo y azotara las piernas de Kocho.

Shinobu: ¡Ahg! ¡Déjame!

Douma: Mereces un gran castigo por mentirme.

Shinobu: ¡¿No te bastó con matar a mi hermana?!

En ese momento Kocho comenzó a llorar fuertemente, había perdido a su hermana y a su futuro sobrino, no quería escuchar a Douma, quería morir con su hermana. Douma se acercó a ella sentándose a su lado.

Douma: No me basta. Ella para mí significa lo que significó en un pasado; un simple trozo de carne más para cortar.

Al escuchar eso Kocho lo miró con tanto enojo que le escupió, la saliva cayó en la mejilla de Douma y después suspiró.

Douma: Admito que no lo esperaba.

Douma se levantó de la cama para mirar a Kocho cruzando los brazos.

Douma: Estuve esperando el día de tu graduación creyendo que estaríamos juntos y ahora será así.

Shinobu: ¡¡Te van a meter a la cárcel!!

Douma: ¿A mí? Pero si fue Sanemi quien mató a Kanae, después de todo él no quería el bebé y por eso lo ocultó a todos menos a una chica que también murió.

Kocho abrió sus ojos horrorizada ya sabiendo a quién se refería, con razón la había hallado. Se preguntaba si había hecho algo malo en el pasado para recibir tal castigo, ahora ni siquiera tenía a su hermana, no podía moverse, estaba aterrada sin más allá que su voz para expresar.

Shinobu: ¿Por qué me haces esto...? Debiste matarme como a las demás...

Douma: Ya te lo había dicho.

Shinobu: ¡Es una estupidez!

Douma: No lo es, es la verdad, acepté mi destino, a pesar de haber nacido en una familia decente, de tenerlo todo nunca me quité esas pesadillas, recuerdos y esa presión en mi corazón que nunca había tenido cuando te vi, nuestro destino es estar juntos si no fuera así, nunca nos habríamos cruzado.

Shinobu: ¡¡Cállate!! Solamente dices estupideces... Justificas que eres un monstruo...

Douma: Hice una promesa mientras las llamas del infierno rodeaban mi cuerpo, "pagaré por todos mis pecados y cuando vuelva a reencarnar, estaré con Shinobu" mi yo de esa vida sigue conmigo... Es el que me guió todo este tiempo hacia ti, quería ser bueno por un tiempo... Cuando era más joven pero no pude, siempre tuve ganas de ver morir a lo que se me cruzaba... Hasta que llegaste tú.

Shinobu: Es todo mental... Tienes un gran problema, por favor déjame ir... Quizás tengas esquizofrenia y todo lo has alucinado—

Douma abofeteó a Kocho, se le notó el disgusto en sus palabras, claramente si le dices a cualquiera lo que ella estaba escuchado sería una historia estúpida pero Douma estaba convencido, cómo era que había soñado con esa cara durante tanto tiempo si jamás la había visto hasta ir a ese colegio, no podía ser más que aquella maldición que tenía.

Douma: Shinobu... Ahora estaremos juntos hasta morir, no importa cuantas vidas tengas, en todas yo estaré.

Shinobu: No si rompo la maldición, escaparé, me casaré tendré un hijo de quien ame... Aunque no sea de Tomioka por tu culpa.

Douma: Ja... Recuerdo que él se encargó de ellas...

Shinobu: ¿De qué hablas?

Douma: Sería estúpido decirte, después de todo no me crees.

Shinobu: Habla de una maldita vez.

Douma: Mientras yo estaba en el infierno tú hiciste tu vida, te casaste con Tomioka y cuidó de nuestra hijas... Pero eso no importa ahora, pude matarlo esta vez y nada se interpondrá ahora con nosostros, todos están muertos a excepción de ti y de mí.