Universos

Una conversación

A/N: Los personajes e historia original del manga Shingeki No Kyojin, son propiedad de Hajime Isayama.

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Una conversación

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Había transcurrido alrededor de cinco horas después de que todo terminó. A su alrededor, mucha gente lloraba inconsolable, como una reacción en cadena ocasionada por la confusión de los hechos, algunos incrédulos por aquellas imágenes de seres gigantes que caminaban frente a ellos, mismos que se esfumaron en cuestión de minutos, cuando la tierra exhaló un suspiro en señal de descanso.

Después, todo se volvió un eterno silencio.

Una hora más tarde, los reporteros se aglomeraban en búsqueda de las noticias mas sensacionalistas posibles, siendo atacado por un sinfín de preguntas que apenas lograba recordar. Lo único que deseaba en aquel momento era una taza de té y una toalla limpia.

Algunos exclamaban en sorpresa ante su presencia, nombrándolo como foráneo, o el extranjero de Paradis, y para algunas mujeres que cargaban de sus pequeños en brazos, un héroe.

A el simplemente le dolía la cabeza, y para su suerte ya no podía caminar.

El médico que le atendió una vez que fue llevado a urgencias, tenía los dientes desviados a raíz de la edad, portaba unos lentes muy similares a los que Hange usaba, y su frente no dejaba de sudar ante la cantidad de personas heridas que debía atender. Con una sonrisa optimista le prometió que podía rehacer de su vida con la suficiente rehabilitación.

¿Qué era la vida si todo lo había invertido con la misma finalidad que sus compañeros, aquellos que se habían ido? La vívida imagen de ellos, optimistas, sus puños derechos firmes en sus corazones al despedirse de él, era un agridulce recuerdo que llevaría por el resto de lo que le quedaba en vida.

Quizá, hubiera sido más sencillo si él también los hubiese acompañado desde el inicio.

—Pensaba que un té, lo haría sentir mejor.

Los ojos tristes de Petra lo trajeron de vuelta a la realidad.

—¿A quién tuviste que convencer esta vez? — respondió el hombre de cabello oscuro una vez bebió del vaso de cerámica, posando su vista en la joven que se sentaba en la silla a su lado.

—La enfermera que me atendió contaba con algunas cajas guardadas. Incluso me obsequió algunas...jamás pensé que las personas de Marley serían muy amables con nosotros.

—El chistecito de Eren nos cobró una factura muy cara.

La joven mujer frunció su ceño por un momento, aprehensiva ante sus conflictivos pensamientos.

—¿Sabe usted? Me hubiera gustado hablar con Eren como los viejos tiempos, el simplemente era un chico.

—Ya no era un niño, Petra.

—Lo sé, es solo que... —Notó como aguantaba un sollozo, de aquellos que se luchaban por no ser escuchados. —Han pasado muchas cosas, no intentamos los suficiente. —Confesó abatida, para después dejar caer lágrimas en sus mejillas.

El simplemente la escuchó. Siempre había estado consciente de la especial predilección que ella tenía hacia Eren, desde aquella vez que les fue asignada la misión por parte de Erwin de monitorearlo. Un mes después, durante la expedición número 57, el resto de su escuadrón fue asesinado por un titán. Y de alguna manera, Petra fue la única persona que fue posible ser rescatada.

Incontables situaciones transcurrieron desde aquel día, una tras otra, soldado tras soldado caerse, más Petra se mantenía firme. Pero ella nunca fue la misma, y justo así los meses se convirtieron en años.