La vida de un soldado

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A/N: Este escrito lo empecé desde hace varias semanas, en honor a la tercera temporada, más a veces me es complicado plasmar todo en palabras. Este es un AU basado en el canon donde Petra continúa viva después de la expedición 57, donde quise mostrar que tan complicado es lidiar con los nuevos problemas que tienen que afrontar como soldados.

Había transcurrido dos días exactamente desde que Eren e Historia habían sido secuestrados y tenía que admitir que nunca había sentido sus piernas tan frágiles hasta en ese momento.

Aquella noche era calurosa, lo sentía en el sudor de su frente a pesar de haber tenido oportunidad de ducharse horas anteriores, o quizá era el simple hecho de permanecer ante la quietud de la penumbra, acompañada de un rifle en sus manos y del ligero chirrido de los insectos nocturnos que se escondían entre las hojarascas caídas en el suelo.

—Oye, Petra. —comentó Oluo que se acercaba a un costado, su semblante arrogante habitual le parecía distinto en aquel momento, la profundidad en sus ojeras y el cansancio en su rostro era un reflejo de lo que ella sentía en esos momentos. —Cambio de turno, regresa a la casa con los demás al menos que prefieras pasar tiempo de calidad conmigo.

—Este no es un buen momento para coquetear, Oluo.

—Enserio te digo que vayas a descansar un rato. Si permaneces otra hora aquí no vas a soportar la mierda que se nos viene encima.

Tuvo que admitir que tenía razón y no es que ella no fuese lo suficientemente capaz de sobrellevar circunstancias adversas. Ella vivía para matar a los seres gigantes que perseguían a la humanidad por más de un siglo, más sin embargo habían transcurrido numerosas situaciones en menos de dos días y tan poco tiempo para conversar, por lo que había desgastado toda su fuerza y mente en seguir órdenes sin pensar de forma racional.

Y su conciencia comenzaba a recordarle, el momento en que escuchó sobre la desaparición del Escuadrón completo de Mike y Nanaba, el arresto del comandante Erwin Smith, el grito desesperado de Nifa a lo lejos del tejado, a Eld y Gunther correr ante la multitud al perseguir a los rufianes que habían capturado a Eren e Historia, a la desconocida mujer rubia apuntarle directamente a sus ojos con un armamento en el cual pudo ser aniquilada en cualquier instante; al ver el grupo de jóvenes soldados que se le había asignado cuidar palidecer; sus rostros juveniles perder el color en sus mejillas, y sobre todo, el rostro amargo y frío del Capitán Levi tornarse cada vez más hastiado de la situación.

Porque esta guerra ya no era solamente contra los titanes, sino con seres humanos también.

"Quizá me estoy volviendo paranoica" Pensó la joven muchacha al ingresar a la cocineta de madera. A lo lejos, se escuchaban los sonoros ronquidos proveniente de alguno de los muchachos que descansaban en una de las habitaciones.

Tomó una de las tazas limpias y bebió de ella al ser llenada de agua. La fresca sensación sació su seco paladar y una leve sonrisa se escapó de sus labios.

—Bebe todo lo que puedas, con esta bola de mocosos es más difícil cuidar de las provisiones. —al abrir sus ojos se encontró con la imagen del capitán Levi situado en una de las sillas, aún vestía el uniforme de la Legión a excepción de la verde capa militar. Tal parecía que llevaba cierto tiempo en la misma posición, esto debido a que una solitaria taza adornaba la limpia mesa de madera.

—Ellos no son unos niños, señor.

—Tienes razón. —Admitió el hombre de cabellos oscuros después de un largo silencio. —¿Dónde se encuentra Oluo? Espero que no perdiendo el tiempo como aquellos buenos para nada.

Petra tuvo que limitarse a pensar sobre quiénes exactamente se refería, por lo que rápidamente respondió el acuerdo entra ella y su compañero decidieron desde la noche anterior, a falta del apoyo de Eld y Gunther. —Hicimos cambio de turno, hoy me tocó doblarlo.

Nuevamente la habitación se llenó de silencio, pero eso no era nuevo ya. El capitán siempre había sido un ser humano muy peculiar en su forma de entablar conversaciones y ella estaba muy acostumbrada a lidiar con alguien como él.

—Entonces ve a dormir.

—¿Mi presencia no le es agradable señor?

El Capitán se giró por primera vez en aquella conversación a mirarla, y alzó su ceja en perspicacia.

—No seas tonta Petra, a todos nos hace falta unos días de descanso; lejos de estas jodederas. —Hizo un gesto en sus manos como a modo de continuar la conversación, más se limitó a callar nuevamente.

—Es sólo que, toda esta situación es... —Cómo hablar del disturbio social que se había generado en las murallas a causa de los acontecimientos de la familia real y la escasez de alimentos, de las medias verdades, la última batalla entre la Legión y los titanes, el paradero de Eren e Historia, los soldados caídos y aquel grupo de personas liderados por un tal Kenny Ackerman, mismo que vio con sus ojos apuntar con precisión en la dirección de su compañera Nifa en aquel tejado—muchos compañeros siguen muriendo, señor. Y nosotros continuamos aquí, sin respuestas y ahora nos hemos vuelto asesinos.

De pronto, sintió el peso de sus pecados recordarle que ella misma había escogido este destino, que había sido envuelta en las conspiraciones de la Legión con tal de encontrar la verdad de las murallas y la historia de los titanes; que aquellos jóvenes con los que ahora se dedicaba a trabajar también habían sido traicionados por compañeros, inclusive el Capitán se había tornado más violento y sanguinario, y a pesar de todo no habían llegado a nada.

Entonces Petra recordó a su padre y la última carta que le había enviado, la cual aún no recibía respuesta o si quizá se encontraba arrumbada entre los pilares de cartas en la oficina postal de Trost; en un instante sintió su muerte cerca y lágrimas de frustración rodearon sus ojos.

—Petra, —El Capitán ya no se encontraba en su silla sino frente a ella, tomando un pañuelo proveniente de su bolsillo y sin pensarlo, se permitió a limpiar las gruesas lágrimas de sus mejillas. —tienes que sobrevivir. Sus ojos se encontraron por un momento y sintiéndose alentada ante sus firmes palabras, Petra asintió con una leve sonrisa.

—Buenas noches Capitán, disculpe por el pesar que le provoqué. —más al no obtener respuesta como lo usual, ella se retiró de la habitación.

Al sentir su ausencia, el hombre de cabellos oscuros caminó rumbo a la ventana y observó las afueras con aburrimiento. Pensó en las palabras de su subordinada, reflejo que sus soldados cada vez decaían ante la falta de respuestas.

Más Petra era una soldado muy fuerte, a pesar de su debilidad. ¿Y qué había de él? No lo sabía, puesto que el rostro de Kenny Ackerman le taladreaba en la cabeza, al igual que la desaparición de Eren e Historia. El tiempo se les terminaba, entonces volvió a pensar en el rostro de Petra y sintió que ella también se le escapaba de las manos.

Y él continuaba manchando su alma de sangre, con tal de cumplir con el plan de Erwin.

Todo sea por la verdad y la salvación de la humanidad.


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