Iniciación.

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Una canción resonaba por todo aquel departamento donde solo dos chicas vivían, una canción que estaba a todo volumen temprano en la mañana y a los vecinos realmente les molestaba.

-Krystal, dije que basta de música fuerte todas las mañanas, Amber tomo el control que estaba en el sillón y bajo el volumen de la música mientras Krystal regresaba de la cocina con un vaso de agua y hielos.

-¿Porque?, eso me anima todas las mañanas, la pelirroja se sentó en el sillón y sorbió agua del vaso.

-Si pero tu escandalo desmotiva a los vecinos, la mayor se cruzó de brazos, -¿Ya has desayunado?, Por dios, tengo que hacer todo por aquí-, se quejó la rubia caminando por la casa apresurada.

-Tranquila señora responsable aguafiestas, Krystal rodo los ojos.

-¿has visto mi corbata?, No encuentro mi corbata, Amber paso una vez más por toda la sala moviendo algunos bultos de ropa que estaban tirados en el suelo, -¿Por qué tenemos ropa en la sala?-, se quejó enfada mientras pasaba a otro bulto de ropa a buscar. Krystal solo la observaba.

-Porque está sucia y me molesta que este en el cuarto, se encogió de hombros la menor.

-¡¿NO LA HAS LAVADO?!, pregunto la tomboy al borde de explotar.

-Odio lavar ropa, Krystal siguió mirándola tranquilamente mientras en el rostro de Amber se dibujaba un ceño fruncido muy marcado, -además, tu dijiste que lo harías después por tu cuenta-

-¿Podrías ayudarme un poco?, la rubia saco de entre la ropa sucia una corbata gris y bufo con frustración, -¡Mira esto!, ¡está sucia!, es mi primer día y llegare tarde-

-¿Por qué especialmente quieres esa?, La menor  señalo la habitación que compartían, -tienes un montón de corbatas allí, ¿Cuál es el problema?-

-Solo te pedí una pequeña cosa Krystal, solo una, ¿No pudiste hacerla?

Amber era realmente irritante cuando estaba en estado de histeria, Krystal sabía muy bien que se encontraba nerviosa por su nuevo trabajo, pero en realidad ella no pensaba que tenía que cargar con su mal genio todas las mañanas a partir de ese día.

-Por favor, Amber camino con pasos grandes hasta el recibidor y se puso rápidamente sus zapatos negros, -Cuando vuelva me gustaría que todo ya este lavado y ¿Krystal?-, la susodicha se cruzó de brazos y no la observo.

-¿Qué?, pregunto de mala gana.

-Desayuna algo,  Te quiero...

La puerta se cerró y Krystal se sintió vacía, se dejó caer en el sillón nuevamente mientras su respiración se irregularizaba, Normalmente por las mañanas, Amber le hacia el desayuno, normalmente se quedaba un rato con ella, normalmente no le reclamaba nada, normalmente antes de salir le daba un beso en la frente como despedida.  Aguanto un poco las lágrimas en sus ojos, ¿en verdad iba a llorar por eso?, Bueno, ella pensaba que si las cosas cambiaban entonces los sentimientos de Amber también lo harían.

Y ya no estaba dispuesta a Luchar por Amber una segunda vez, No más, había sido suficiente.

Mientras tanto, la rubia se encontraba manejando rápidamente, tratando de respetar los semáforos y altos pero iba realmente tarde en su primer día, Llego a la compañía de su padrastro realmente molesta, ¿Por qué Krystal no hacía nada?, Lo único que hacía era darle más trabajo, ella se encargaba de alimentar a krystal, de lavar su ropa, recoger las cosas que tiraba fuera e incluso le recordaba que tenía que bañarse, tener a Krystal era como tener a una niña pequeña en casa.

-Jamás tendré hijos, mascullo Amber mientras ingresaba por la gran puerta del enorme edificio.

Un señor con características americanas se acercó a ella sonriente acompañado de una delgada señorita de cabellos castaños recogidos en una coleta.

-¿Señorita Amber?, Pregunto el señor en un perfecto Coreano, Amber atónita asintió, -Por aquí, acompáñenos-

La chica no tuvo más remedio que hacer lo que le estaban pidiendo, Llegaron a una oficina, una amplia oficina donde seguramente se encontraba el jefe, Amber trago saliva duro y observo como sus dos primeros acompañantes salían de esa habitación, la tomboy se sentó en una de las sillas frente al gran escritorio esperando a que alguien entrara por la puerta.

-¿Amber?, La chica suspiro aliviada cuando escucho la voz de su padrastro. Se levantó de la silla y miro hacia atrás.

-Hola, hizo una reverencia completa.

-¿Qué tal todo?, La chica solo se limitó a sonreír, -Si, lo siento-, el hombre se aclaró la garganta, -sé que tú y yo no tenemos una estrecha relación pero...-

-Soy profesional aunque no lo parezca, lo interrumpió Amber de mala gana, -estoy aquí por el empleo y quiero ser tratada como una empleada normal, en lo que a mi concierne usted no es nada mío, Ni siquiera la señora que se casó con usted-

-¡Amber J. Liu!, exclamo el hombre rubio de ojos azules en Ingles. Si, su madre se había conseguido a un hombre bastante guapo y eso le hacía sentir ganas de vomitar, -¿Cómo puedes decir algo así de tu madre?-, continúo el señor hablando en su lengua natal.

-ella no es mi madre, la chica se puso a la defensiva respondiendo en un perfecto Ingles. El señor suspiro.

-No quiero que esto sea así, ¿está bien?, el rubio se apretó la sien y después regreso su mirada hacia la chica, -Supongo que tu madre aun no te dice nada-, Amber frunció el ceño.

-¿Tiene más malas sorpresas para mí?, pregunto con burla en su voz la menor.

-Supongo que se pondrá en contacto contigo pronto, ve con el señor Han, ordeno el padrastro, -El te explicara todo, a mí me ha dolido la cabeza-

-Con permiso, Hizo una reverencia y se retiró. 

**VOTEN Y COMENTEN... 

PREGUNTA DEL CAPITULO: 

¿Que piensas que le quiere decir la ex señora Liu a su hija?

Mejor Que Un Cuento de Hadas. [MPEUCH#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora