Sensible.

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*PVP 3era Persona*

Por la mañana cuando Krystal abrió los ojos no encontró como anteriores mañanas a Amber a su lado y lo entendía porque ahora la mayor ya se encontraba trabajando, se levantó y encontró el desayuno ya echo para ella en la mesa, sonrió al pensar que Amber se había esforzado levantándose realmente temprano por ella y degusto todo con una irradiante felicidad.

Había algo que todavía no se quería alejar de su mente, sus padres, quizá había sobre actuado ayer, tenía que ir y disculparse adecuadamente.

Así que sin dejar una nota o alguna cosa que le diera una idea a su novia de donde se encontraba salió, no tenía planeado quedarse mucho así que no habría problema. Se puso ropa decente y tomo un taxi dándole la dirección exacta de la casa, pero al llegar ya estaba arrepentida porque todos esos recuerdos la volvían a atacar, Buenos y malos.

Noto que los carros de sus padres estaban allí, entonces se acercó a la puerta pagándole antes al taxista, toco la vieja madera de la puerta de entrada y esta se abrió de inmediato dejando ver a una señora ya un poco demacrada, su madre.

-Mama, susurro Krystal con una pequeña sonrisa en su rostro a punto de romperse.

-¡KRYSTAL!, exclamo la mujer tomando en sus brazos el cuerpo de la menor de sus hijas. La pelirroja no pudo contenerse y correspondió aquella muestra de afecto. Extrañaba a muerte a sus padres y apenas ese día lo había reconocido.

-¿Cómo han estado?, pregunto la chica sintiendo los ojos Húmedos.

-Nosotros hemos estado bien, susurro su madre sin quererla soltar. Estaba llorando, -¿Qué tal tú?, Dios, Estuve tan preocupada todo este tiempo-

-Lamento no haber llamado, Krystal Finalmente sintió como las lágrimas que tanto se había esforzado en contener salían y mojaban sus mejillas.

-Lo importante es que ahora estas en casa, La mujer la hizo pasar y cerró la puerta tras ella.

Su padre apareció y se detuvo por el pie de la escalera observando a su hija, sonrió, pero prontamente esa sonrisa de bienvenida se transformó en llanto, Camino hacia su Hija y la abrazo protectoramente, un millón de emociones, eso era lo que sentía la joven adulta en esos momentos, correspondió el abrazo de su padre y cuando se separaron el señor acaricio el cabello rojizo de la chica con cariño, justo como lo hacía cuando era pequeña.

-Krystal, su padre trataba de parar de llorar pero era inútil, -¿Cómo has estado Princesa?-

-Bien papa, Krystal se sentía indefensa, Como si hubiese regresado a ser una niña nuevamente.

-Jesús, el día en que tú te fuiste yo..., el señor Jung bajo la mirada, -Estaba muriendo-

-Los dos, estábamos muriendo, aclaro la señora Jung acercándose a ellos y colocándose al lado de su esposo.

-Leímos tu carta, el señor suspiro, -Imaginábamos donde podías estar pero no sabíamos por dónde empezar a buscar-

-No quería que lo hicieran, Krystal frunció ligeramente el ceño, -No quería regresar pero...-, miro a sus padres y nuevamente sus ojos se llenaron de lagrimas, Por alguna razón el aire comenzaba a pesar y era imposible respirar, el latido de su corazón se aceleró chocando fuertemente con su pecho, era doloroso, pero era aún más doloroso ver a sus padres en ese tipo de circunstancias. 

-estas ahora con nosotros, su padre tomo su muñeca. Un recuerdo regreso a la mente de Krystal como un duro golpe en su rostro, recordó aquella vez que llegaba tranquilamente a casa y su padre la aventaba al suelo como una cosa cualquiera pues trataba de defender a su madre que con anterioridad también había sido golpeada, su padre la pateo como un costal de mierda, alejo por inercia el contacto de su padre y lo miro con un rastro de Histeria en su rostro.

La pelirroja toco sus muñecas que cuando era más joven cortaba con facilidad buscando esperanza para sus padres cuando sabía que eso solo era algo inútil que solo la rompía poco a poco, su madre cubrió su boca callando un sollozo.

-No sabes la falta que nos han hecho tú y Jessica, susurro aun con la mano cerca de su boca.

-¿han arreglado sus problemas?, sus padres se miraron y asintieron levemente.

-Estamos tratando día a día, aseguro su madre.

El resto del día pasaron platicando, acerca del pasado, tratando de sanarlo con el presente y pretendiendo ocultar todo con el futuro, comieron un poco de tarta de frutas para la merienda y cuando recobraron conciencia del tiempo ya era tarde, la luna había salido y era tiempo que la chica se marchara.

-Creo que me tengo que ir, Krystal se levantó del sofá y le sonrió a sus padres.

-No, pidió su madre tomándola de las manos, -¿No podrías quedarte un poco más?-, la menor se mordió el labio.

-Te has ido por mucho tiempo, su padre se levantó también y tomo a su esposa por los hombros, -Mírate, eres todo una mujer, ¿No deberías de recuperar el tiempo perdido?-

-su...supongo que puedo quedarme aquí esta noche, La joven trato de sonreír sin problema, aunque había uno grande que sus padres aun no sabían, ella era lesbiana, estaba saliendo con la Hija del vecino y no podía pasar la noche allí porque su Príncipe seguro se enojaría o se preocuparía. Pero ver la sonrisa de sus padres, oh mierda, la sonrisa de esperanza de su madre no la estaba dejando decir nada acerca de aquello, entonces simplemente cerro la boca y subió a su antigua habitación pues su madre le había dicho que le llevaría un par de cobertores, que todo estaba tal y como ella lo dejo cuando se marchó.

Abrió la puerta con miedo, como si fuese a encontrar un monstruo dentro, una sonrisa se dibujó de inmediato cuando recordó como había faltado junto a Amber a clases y al trabajo solo para poder escapar, ciertamente todo estaba como aquel día en el que tomo la decisión de por fin separarse de sus terribles padres y allí estaba, de nuevo en el mismo pozo creyendo que todo en su casa estaba bien y resuelto.

Abajo su madre rebuscaba entre las cosas de un viejo armario en busca de unas sábanas, el señor Jung la tomo del brazo estrujándola agresivamente y la mujer solamente guardo silencio para no alarmar a su recién llegada hija.

-ahora que esta sensible es momento, susurro el hombre, -No dejes que esto se te escape de las manos, Lo habíamos acordado tiempo atrás-, la señora Jung se liberó del agarre de forma brusca.

-No te preocupes, La mujer sonrió de lado, -Estoy solo empezando, haré que esto funcione y nuestros problemas acabaran-

-eso espero...

**VOTEN & COMENTEN. 

Os deje una buena lección en este capitulo y es que aunque suene pesimista las personas nunca cambian, solo pretenden que ahora todo es diferente. 

Agárrense fuerte de algo que el drama esta por llegar xD **

Mejor Que Un Cuento de Hadas. [MPEUCH#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora