Voluntad.

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Cuando desperté por la mañana Después de dormir una noche en mi antigua habitación ya estaba preparada para ir de nuevo a casa con Amber, baje las escaleras con el gran silencio y cuando pise el ultimo escalón mi madre y padre estaba riendo, camine extrañada hasta la cocina, allí los dos adultos estaban felizmente comiendo el desayuno, mi mirada recorrió la cocina y todo era tal como lo recordaba.

-Siéntate cariño, mi madre señalo un lugar para mí con un plato caliente enfrente. Sonreí.

-a decir verdad yo tengo que irme, avise. Mi padre cambio su expresión por una triste.

-Has estado tan poco tiempo, susurro mi madre. Suspire viéndolos con un ánimo bajo.

-está bien, tomare el desayuno y después me iré, me senté en el asiento vacío sonriendo.

Pero no me fui de casa, a la mañana siguiente fue lo mismo y al siguiente día lo mismo, Mis padres estaban tratando de retenerme y yo no le había dicho a Amber donde estaba, seguramente estaba realmente enojada y preocupada, después de una semana en mi antigua casa con mis padres por la mañana me levante decidida a abandonar el lugar, pero una vez más mis padres estaban abajo, sentados en la sala viendo la televisión.

-esta vez, No puedo quedarme, los mire caminando hacia el recibidor y tomando la perilla de la puerta. Un llanto me detuvo, camina nuevamente hacia dentro y mi madre se estaba deshaciendo en lágrimas en el sillón, mi padre sobaba su espalda conteniendo sus lágrimas haciéndome sentir culpable.

-Mama no llores, camine hacia ambos y me puse en cuclillas frente a ella, -Mama-, susurre tomando una de las manos que cubrían su rostro.

-ella te ha extrañado mucho, mi padre comenzó a hablar, -fue un golpe duro lo que sucedió con Jessica, pero fue a un más duro lo tuyo-

-solo quería que nuestra pequeña princesa regresara, mi madre hablo con voz gangosa y temblorosa.

-pero mama, puse mis manos en sus rodillas, -Yo ya no soy una pequeña Princesa-, sonreí y ella descubrió su rostro, sus ojos estaban rojos y sus mejillas estaban empapadas en lágrimas.

-fue realmente difícil para nosotros, mi madre tomo una de mis manos, -sabemos que ya no eres una Niña, es por eso que nosotros esperábamos algo de tu ayuda-

-¿ayuda?, pregunte con una ceja levantada.

-Cuando tú te fuiste, nuestra economía empeoro, gastábamos todo en el alcohol y los juegos en casinos, mi madre limpio por fin sus mejillas con el dorso de su mano, -ahora tenemos una gran deuda y no sabemos cómo librarnos-, rompió en llanto de nuevo.

-es mucho dinero, mi padre suspiro pesadamente, -Sabemos que nuestras deudas no deben caer sobre tus hombros pero...tú y Jess son lo único que nos queda-

Un nudo se formó en mi garganta, sentí como la saliva era difícil de pasar, mis hombros de un segundo a otro se sintieron pesados y me di cuenta de que ya sentía que la deuda era mía también, Podía irme, podía dejarlos con sus problemas, pero no podía hacer eso porque ciertamente yo les debía la vida a ambos, ellos continuaban siendo mis padres y como hija era mi deber apoyarlos.

-yo no tengo ese dinero, murmure preocupada, -¿Cómo podría ayudarlos?-, pregunte viendo a mi madre que seguía llorando y después a mi padre.

-sabemos que no lo tienes, mi padre se levantó de su lugar en el sillón, -dime hija, ¿estas dispuesta a ayudarnos?-, mordí mi labio y asentí.

-¿harías lo que sea para ayudarnos?, volvió a interrogar mi madre. Volví a asentir.

-Haré lo que sea para ayudarlos mama, sonreí, -los ayudare de cualquier manera-

Mejor Que Un Cuento de Hadas. [MPEUCH#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora