Harry es un Alfa de 26 años dueño de una pequeña pastelería en Italia donde vive en un barrio tranquilo junto a su pequeño Omega de 21 añitos que siempre quiere estar comiendo sus creaciones.:).
21/11/22 .
Harry despertó bastante temprano para trabajar dejando a su nene arropadito en la cama junto a un bonito peluche nuevo de gatito que el Omega abrazó olfateando a su Alfa. Se dirigió a la repostería para trabajar pocas horas ya que era un día importante para ambos, se cumplían seis años desde que Harry decidió casarse con Lou, o más bien desde que Harry cayó redondito a los piecitos de Louis y se encargó de marcarlo y pedirle que se casara con él, no la misma noche obviamente.
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Louis por su lado sonrió bajando aún en pijama a la cocina con su nuevo peluche de la manita para encontrarse con un bonito desayuno formado por un rico huevito con tocino, un jugo de naranja natural y un montón de hotcakes.
Se sentó y comenzó a desayunar con su peluche sentadito frente a él. Mientras pensaba en un nombre.
-Frijol-. Murmuró tocando el peluche. -Mhh Harry-. Sonrió tomando al peluche para hacerlo asentir. -Te llamas Harry-. Sonrió para seguir comiendo alegre.
Tomó su platito para tirarse frente al televisor y comer con "Harry" entre sus piernitas mientras miraban caricaturas.
Al terminar se encargó de limpiar lo poco que quedaba y corrió a cambiarse de ropita para bajar a la cocina y tomar uno de los libros de cocina de su Alfa buscando cómo preparar tiramisú para hacer un postre.
Pasó la tarde cocinando hasta que Harry llegó a las dos pm con un ramo de rosas rojas encontrando a su cachorro lleno de café y crema junto a un gran desastre en la cocina.
-¡Alfaaaaa!-. Gritó emocionado corriendo hacia Harry quien lo atrapó para levantarlo con un brazo y besar su carita delicadamente.
-Te extrañé tanto cachorrito, mi niño, mi amor, mi bebé pequeñito-. Soltó dando saltitos haciendo reir al Omega para después tirarse juntos en el sofá y agitarlo haciéndolo reír.
-Te estoy haciendo un pastel- Comentó el Omega sonriente.
-Espera mi amor, deje un regalo en el auto y no puede esperar-. Interrumpió besando sus labios para entregarle las flores antes de levantarse y regresar con una caja de cartón con muchos huequitos en ella.
-¿Qué es?-. Preguntó dando saltitos
-Con cuidado cachorro-.
Louis sonrió dejando que su Alfa lo sentará en el sofá con la pequeña caja entre sus manitas y la abrió encontrando una pequeña bolita de pelo con manchas.
Frunció el ceñito sin entender hasta que un par de largas orejas se asomaron de la caja y el bonito conejo comenzó a mover su naricita mirándole curioso. El Omega se quedó mudo viendo al bonito animal olfatearle mientras intentaba procesar las emociones en su cuerpecito.
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