Primavera, una época que tanto Alfa como Omega amaban por poder jugar y salir seguido, además de que parecía que Louis obtenía su energía del sol al igual que sus flores favoritas ya que siempre que el cielo estaba despejado el Omeguita corría contento por todas partes... pero no todo estaba bien, ya que ambos extrañaban a cierto Alfa ojimiel quien solía pasar las tardes con ellos para hornear galletas con Harry, o malcriar y consentir al Omega dándole regalos por nada y haciéndole cosquillas siempre que le veía.
Pero ahora Giulio no estaba, habían pasado dos meses más después de lo ocurrido y no tenían señales del Alfa, le vieron en el mercado y al intentar acercarse a él para saludarlo ya no estaba, Alex no sabía mucho de él, ni siquiera se acercaba a la repostería y cuando tocaban el timbre no tenían señales de vida en ese hogar. Estaban preocupados.
Caminaban por la calle con el Omega sosteniéndose del cinturón de su Alfa como hacía siempre que no podía llevarle de la manita mientras Harry llevaba en ambas manos una charola cubierta con papel aluminio que emanaba un delicioso aroma a café. Se detuvieron frente a la puerta y comenzaron a tocar el timbre como se les hizo rutina, una y otra vez esperando a ser atendidos. Hasta que Harry se fastidio y entraron al pequeño jardín para forzar alguna ventana en la que se escabulló cierto cachorro de ojos azules quien después le abrió la puerta al Alfa.
-Giulio vinimos a verte y me vale verga si no quieres visitas trajimos pastel-. Gritó Harry mientras entraba a la cocina viendo al Alfa bajar desaliñado y sin el brillo de siempre en su mirada.
-¿Cómo entraron?-. Preguntó abriendo su nevera para sacar una lata de cerveza.
-Magia de Omegas-. Molestó Harry abriendo el pastel para servirle una rebanada. -Siéntate y come-. Ordenó quitandole la cerveza de la mano para tomarla él.
-No tengo ganas-.
-Cómetelo-.
Se acomodaron en la barra después de quitar algo de basura y cuando Giulio comió el primer trozo de pastel sus ojos volvieron a brillar con esa ilusión que Harry creía perdida.
-Harry por dios-. Murmuró sintiendo sus ojos agudarse y comenzó a llorar antes de levantarse sorpresivamente y abrazar a la pareja. -Hace muchísimo tiempo no sentía una alegría como ésta-. Murmuró sintiendo a sus amigos corresponder el abrazo.
-Pasé un largo tiempo buscando un sabor que definiera como me siento-. Explicó Harry. -Y pensé en el café, que es tan inestable como esta situación, dulce como Louis, versátil y adaptable como Tú y amargo y fuerte como mi carácter-. Explicó en voz baja dejando que Giulio rompiera el abrazo.
-Eres de verdad un artista Harry, no sé cómo me han tenido tanta paciencia-. Respondió correspondiendo el abrazo de Louis antes de levantarlo y encajarlo en su cadera. -¿Ambos me juran que aún me quieren como antes?-.
-Si-. Respondieron juntos haciendo reir Giulio.
-¿Qué opinas si vamos al centro a comprar estupideces y después regresamos a ayudarte a levantar su casita?-.
-No lo sé en realidad no tengo muchas ganas de ir-. Respondió bajando la mirada.
-Anda, tal vez encuentres algo que te guste, como otra de tus plantitas picudas que cuidas-.
-¿Una sábila?-.
-Exacto-. Respondió viendo reir al Omega.
Giulio suspiró mirando a sus amigos a los ojos y asintió poniéndose de pie.
-¿Me dan chance para darme un baño?-.
-¡Si por favor báñate!-. Soltó Louis fingiendo asco mientras tapaba su naricita. Haciendo reir a los Alfas mientras Giulio corría hacia él para lanzarle alguna de las camisas sucias que se encontraban por ahí viendolo reir y esconderse detrás de Harry.
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🌻My Sunflower🌻
Kısa HikayeHarry es un Alfa de 26 años dueño de una pequeña pastelería en Italia donde vive en un barrio tranquilo junto a su pequeño Omega de 21 añitos que siempre quiere estar comiendo sus creaciones.:). 21/11/22 .