En Este Mundo Maldito, Tú...

Cɑpítulσ Ocɦσ.

-Lo que me faltaba.

Ya ha pasado unos días desde que nos mudamos aquí. Gael ya se estableció en su nuevo empleo, hasta nos llevó para que conociéramos a su jefe, un ancianito súper amigable.
Las gemelas están felices en su escuela, se hicieron amigas de casi todos.

Por mi parte, desearía decir lo mismo.

-Oye.- Peter, el amigo del idiota adinerado, se acerca con sus manos en los bolsillos.

Primero sólo me molestaban con palabras, luego pasaron a los empujones.
¿Ahora que será? ¿Me golpearán?
Oí que Peter es el perro de Luke, él es quien golpea siguiendo las órdenes del otro.

-Tengo clases, permiso.- digo, intento pasarlo, pero él extiende la mano.
-¿Qué quieres? No tengo dinero.

-Ya sabemos eso.- su tono altanero me hace arrugar el ceño. Ríe en voz alta y entra al edificio.

No puedo meterme en problemas, si lo hago no sólo voy a perder la beca. Gael tendrá problemas y no necesitamos eso ahora.

Doy media vuelta y tomo otro camino, el que va al patio trasero.
Suspiro profundamente y me siento contra un árbol. Está frío y no puedo entrar al edificio porque seguramente Peter está allí.

-¿Qué haces aquí, niño?

Ruedo los ojos y centro mi atención en el libro.

-Oye.- me quita el libro y le da una ojeada.
-Ciclo de celo, Omegas y Alfas. ¿Por qué lees esto?

Me levanto de un salto y le arrebato el libro.
-No es de tu incumbencia.

-¿Por qué no vas a clases?- cruza sus brazos y continúa mirando el libro.

-Tu amigo no me deja pasar. No deberías ir por allí contando la situación de los demás.

-¿De qué hablas? ¿De tu beca?

Asiento mientras guardo el libro en mi mochila.

-No le he dicho a nadie, Peter debe haberte investigado.

Mis ojos se abren con sorpresa y lo miro con temor. Él levanta ambas cejas y sonríe un poco divertido por mi reacción.

-¿Algo interesante?- su sonrisa se amplia, haciendo brillar su rostro.

¿Por qué tiene que ser tan guapo?

Muerdo mi labio inferior y al pasar por su lado, lo empujo con mi hombro. Freno mis paso y giro un poco mi cabeza.
-Ya conoces mi situación, por eso te pido que me dejes en paz. Te pedí perdón por lo sucedido cuando nos conocimos, ¿qué más quieres?

Él no responde y retomo mi camino.

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Al final pude entrar a mi clase después de una hora, tuve que disculparme con el profesor de la clase que perdí.

Suspiro y cuando salgo por el portón, alguien me toma por mi abrigo y me tira al suelo. Al querer mirar quien es, un puño golpea mi mejilla.

Mi cabeza estalla en dolor y mis ojos se nublan por un momento. Puedo sentir la sangre en mi boca.

-Te irá peor la próxima, maldito niño pobre.- Peter patea mi estómago y se va.

Hay varios alumnos a nuestro alrededor, pero ninguno se acerca a ayudar. Ni siquiera los guardias.

-¡Dylan!