Cɑpítulσ Veiƞticuɑtɾσ.

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—¿Vieron a Samuel?— observo al policía, quien está sentado frente mío. Su rostro está serio y parece no haber dormido en toda la noche.
—¿Cómo sabes de él?

—Se dió la orden para demoler esta casa, pero no se pudo. Algunos trabajadores murieron y otros se volvieron locos, decían que un fantasma los seguía. Mi compañero y yo investigamos, pero no encontramos nada, las muertes seguían en aumento y algunas coincidían entre sí. Cuando recibimos la información de tu hermano y las acusaciones en su contra, aprovechamos para seguir investigando. Mi compañero habló con tus hermanas y ellas le dijeron algo de alguien llamado Samuel, luego escuchó a tu hermano hablar de ello.

—¿Mi hermano estuvo en la comisaría? ¿Cuando?

—Hace unos días se reportó la muerte de tres hombres y los vecinos dijeron que Gael era el culpable, vinimos a buscarlo y lo llevamos.

Asiento y desvío la mirada hacia la puerta al escuchar que la abren.
¿Por qué no me llamó?
¿En qué pensaba mi hermano?

—Dylan.— Luke entra apresurado y sus brazos me rodean con fuerza.
—¿Estás bien? ¿Quién es él?

—Su nombre es Axel, es el policía que se llevó a mis hermanas.

—¡No fui yo! La señora Miriam nos contactó y nos dijo que nos necesitaba porque Gael se volvió un Omega peligroso.

Apoyo las manos sobre la mesa y lo miro fijamente.
—¿De qué estás hablando?

—El doctor Abbey le dijo que Gael fue agresivo con él y que dos guardias habían muerto. Fue la misma forma de morir.

—¿Mi abuelo lo etiquetó como peligroso?— Luke adopta la misma pose y el policía comienza a sudar.
—¿Por qué?

El policía levanta sus hombros.
Trato de pensar alguna razón, el señor Abbey fue amable con mi hermano y hasta lo defendió frente las cámaras.

—La señora Miriam tenía planeado darle las niñas a tu tía y luego llevarse a Gael, pero el fantasma apareció y la mató.

Respiro profundo y giro mi cuerpo.
Ahora sé porque Gael nunca se encontró con problemas estando fuera tan tarde.

—¿Fantasma?

—Sí, el que vive en esta casa. Creo que le gustó Gael y por eso lo cuida...

—No, eso no importa ahora, necesitamos encontrar a mi hermano.— interrumpo sus palabras y tiro del brazo a Luke. Hay que cambiar el tema y olvidarse de esa parte por ahora.

—No puedes irte, tengo que llevarte con tu tía. Ya le avisé y viene en camino.

—No iré con esa mujer.— lo miro con indiferencia.

El timbre de la casa suena y es Luke quien abre la puerta. Desde que entró noté que está disperso, como si estuviese alerta y a la vez temeroso.

—¡Dylan!— la tía Sofía entra corriendo, sus ojos están llenos de lágrimas mientras me mira y agarra mis manos.

Son falsas, todo en ella es falso. Si realmente nos quisiera, hubiera hecho algo cuando nuestros padres murieron. Ni siquiera se acercó a darnos su pésame.

—¿Dónde están mis hermanas?

Ella no responde, sólo se aleja y les dice algo a los hombres que trajo. Éstos se adentran a la casa y van directo a las habitaciones.

—¡¿Qué haces?!— trato de ir con ellos, pero Luke me agarra y me saca de la casa.

—¿A dónde vas? Tienes que venir conmigo.— Sofía nos sigue hasta el auto de Luke.

En Este Mundo Maldito, Tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora