Su mundo está lleno de caos y muerte. Los peligros aumentan cuando los géneros desaparecen por completo.
Gael junto a sus tres hermanos deben continuar con sus vidas luego de la muerte de sus padres.
Deciden irse de la ciudad para estar más seguros...
-Nos vemos en la cena. No salgan y pórtense bien. Dylan está estudiando, pero si necesitan algo.
-Si, hermano. Nos dices lo mismo todos los días.- Lilly resopla y cruza sus brazos.
-Lilly.- dice Alice en tono serio. -No te preocupes, hermano, no pasará nada.
Gael se despide una vez más y antes de salir por la puerta, les da un abrazo a cada una.
Lilly va directo al sofá y se tira, agarra el control remoto y enciende la TV. Alice, en cambio, continúa haciendo su tarea.
Los minutos pasan, sólo se oye el ruido proveniente de la TV hasta que tocan el timbre de la casa.
Lilly mira a Alice y viceversa. Ambas se levantan y antes de abrir, se asoman por la ventana. Los dos pares de ojos se abren con espanto y corren hasta la habitación.
Dylan está con sus auriculares puestos, de espaldas a la puerta. Las gemelas se suben a su cama y tiran de su ropa.
-¿Qué?
-Dylan, esa mujer está aquí.- Alice lo mira asustada y Lilly comienza a morderse las uñas.
-¿Gael ya se fue? Llámalo, quizás está cerca.- le entrega el celular a Alice. Se levanta y respira hondo antes de salir de la habitación.
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Antes de poder subir al autobús, alguien agarra mi mano y me tira para atrás. Tropiezo con el escalón de la vereda y caigo sentado.
-¡Ay!- me levanto apresurado y froto mi trasero.
-¿Vas a subir?- pregunta el chófer.
Asiento y subo el primer escalón de la escalerita. Siento otro tirón, pero esta vez logro estabilizarme.
-¿Qué diablos?
La puerta del autobús se cierra de golpe y comienza a avanzar.
-¡Hey!- exclamo, levanto mi brazo y comienzo a moverlo. El celular en mi bolsillo empieza a sonar y detengo mis movimientos. Contesto la llamada al ver que es Dylan.
-¡Hermano! La señora Miriam está aquí. Dylan está hablando con ella.
-¿Qué?- doy media vuelta y comienzo a correr. -Di-Dile que estoy yendo, Alice.
Cuelgo la llamada y corro más rápido. ¿Por qué vino hoy? Cuando presenté los papeles médicos, el director la llamó y ella agendo la visita para la próxima semana.
-¡Uh!- choco contra alguien y ambos caemos al suelo. Me levanto y antes de poder disculparme y ayudarlo, algo me empuja para que siga mi camino.
