━ ❛ 08.1 ❜

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''Dulce.''

Su nariz se frotó contra la suave piel del cuello de la omega. Aspiró su aroma, llenándose el pecho de su olor; miel, fresas y suaves flores...

''Como antes, igual que antes...''

Su loba estaba dando vueltas de felicidad en su interior, Samantha curvó los labios hacia arriba entre sueños, abrazó a la rubia con calidez. 

''Eres mía de nuevo.''

— ¿Samantha?... — Abril abrió sus ojos un poco, sintiendo el pecho adolorido al respirar. — M-me está asfixiando... —

Llevó sus manos a los brazos de la beta, que la sostenían con firmeza en un envolvente abrazo, no le dolía, no era bruta, pero no la dejaba inhalar profundamente y eso la desesperaba.

La enfermera soltó un quejido y se soltó rápidamente al despertarse, Abril sintió una oleada de frío y el aire escapó de sus pulmones en un suspiro que la hizo sentir un poco vacía.

— ¿Abril? L-lo siento, a veces yo... Abrazo las cosas muy fuerte cuando duermo. ¿Te lastimé? —

La omega negó, se giró sobre las sábanas y miró a la beta. Ella frotaba uno de sus ojos, su cabello estaba despeinado, y le quedaba muy bien.

— No importa. — Murmuró, mirándola algo embobada sin poder evitarlo.

Sus ojos se encuentran por un segundo, y esa sensación extraña las invade a ambas de nuevo, aunque no saben qué sea, así que lo ignoran.

— Dime, Abril, ¿Que desayunaras? —

La mencionada negó. 

— No tengo hambre. —

— Lo diré de nuevo. — se sentó un poco más cómoda en la cama, inclinándose hacia ella. — ¿Qué vas a desayunar?

Abril se contuvo para mandarla a la mierda en su interior. 

— Veré qué hay. — Murmuró, algo molesta, antes de levantarse de la cama de golpe, su cabeza pareció dar una sacudida y sus piernas se debilitaron, cerró sus ojos con fuerza y se sintió caer.

— Omega. —

Samantha había ido hacia ella incluso antes de que el vértigo la atacara, porque sabía lo que ocurriría, así que había llegado a tiempo para abrazarla de la cintura. Tomó su nuca con una mano y acomodó su cabeza sobre su hombro, recostándola sobre su cuerpo, sosteniéndola incluso antes de siquiera comenzar a caer.

— Despacio, Ari. — Murmuró.

Abril se sentía a gusto entre los brazos de la enfermera, así que se tomó segundos de más, después de que el mundo dejó de girar se quedó aún en aquel cómodo lugar, antes de alzar su rostro en el hombro de la beta, mirándola como si pidiera disculpas.

¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐘𝐒. ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora