Por la mañana, Abril despertó con algo de fiebre, y por más que Samantha le dio la medicina que necesitaba, no le hizo mucho efecto.
La beta suspiró de forma cansada, y comenzó a sentirse mal, estaba sentada en el borde de la cama, y con Abril recostada en esta.
— Hey... — la omega alzó su mano hacia ella hasta que Samantha la tomó. — No estoy tan mal, Sammy. — dijo, con una sonrisa.
La castaña sonrió mínimamente y tomó su mano, entrelazando sus dedos.
— Vas a estar mejor pronto, Ari. —
— Lo dudo. — murmuró.
Escucharon el sonido de la puerta al ser golpeada y Samantha se levantó a abrir, dejando a Abril acurrucada en su nido.
Nuvia entró a la casa ni bien a la beta abrió la puerta.
— Buenos días, señorita Rivera, ¿qué tal? — preguntó, con una sonrisa amplia que a Sammy le pareció algo sospechosa, e hizo que el rubor subiera a sus mejillas de forma furiosa.
En verdad, Nuvia parecía que sabía todos sus secretos, que leía la mente o algo, y el asentimiento que le dedicó, como de aprobación la puso aún más incómoda.
La peli violeta rió un poco y fue directo al cuarto de Abril.
— ¿Qué le hiciste a la bebé para que esté así? — le preguntó. — Mamá me llamó temprano para decirme algo de ti. — dijo, sentándose en el sillón de la ventana, Abril la miró con una sonrisa y un ligero rubor.
La madre de Nuvia era una "Bruja" como ella prefería ser llamada, leía las manos y el tarot, solía tener sueños premonitorios y a veces podía leer tu futuro con verte a los ojos, lejos de dar miedo, era muy amorosa y siempre había sido muy buena con ella, lista para dar consejos siempre que necesitara una guía, le tenía mucha confianza.
— Dime qué dijo. — pidió Abril.
— Dijo que "Un suave pájaro está revoloteando en el corazón de Abababi" — sonrió ampliamente. — ¿Es el pájaro que estoy pensando? —
— No... Es un gatito. — Su sonrisa era tonta y el rubor en sus mejillas fuerte.
Nuvia actuó sorprendida, pero ya lo sabía.
— Nuv... Es mucho, es mucho más de lo que jamás pensé que podría pasarme... — habló, estaba emocionada, tanto que se sentó en la cama para expresarse mejor con todos los gestos de sus manos. — Empezó con los sueños, porque soñábamos lo mismo, todas las noches... No, no, empezó antes, cuando me di cuenta que-... No, no, en realidad pasó... Cuando nos vimos por primera vez y mi loba la reconoció y de ahí todo fue más y más grande y... Hay unas tipas que se llaman Neul y Bich y estas dos somos nosotras, pero del pasado, son nuestras vidas pasadas y también sus vidas eran los sueños, los sueños eran sus memorias, nuestras memorias... Ahhh, ¿me hago entender? — la menor asintió.
Nuvia quería gritar un gran "Te lo dije", pero tenía que ser para Samantha, Abril no.
— Y somos predestinadas, y... Mi destino es muy... Feo, y en él está Samantha y también Juanito... Y siguiendo el destino yo por fin me uniría a ella, a mi destino y viviría. —
— ¿Y tú... Quieres eso? — Preguntó con suavidad.
Garza asintió.
— Tengo cosas por las cuales quedarme. —
— ¿Yo? — Nuvia se señaló a sí misma.
— Tú, primero y principal — habló, ya con una sonrisa enorme. — Mi mejor amiga, la mejor amiga en todo el mundo, claro que eres la primera. —
— ¿Y lo segundo? — preguntó Millaray con una sonrisa.
Abril se lo pensó un poco más, apretando sus labios.
— Samantha... Me hace querer quedarme con cada cosa linda que hace por mí. —
— ¿Tercero? —
— Juan. — dijo, asintiendo. — Porque no tengo que seguirlo a todos lados, no lo seguía en sus competencias, no tengo que seguirlo en la muerte... A él también le gustaría que siga con vida... — añadió con una sonrisa.
— ¿Hay una cuarta? —
Abril asintió.
— Tu... Sobrino. —
— Hasta que me lo dices, Abi. — Nuvia suspiró pesadamente. — ¿Tan difícil era? —
— ¿Lo sabías? —
— Abril... Hueles distinto desde hace unos meses, pero no dije nada, esperaba que te tomaras tu tiempo para que lo dijeras cuando tú quieras... Pero te estabas tardando. —
La rubia asintió, con algo de vergüenza, dejó que su espalda reposara en la pared, jugó un poco con sus dedos, una sonrisa tímida se asomó en sus labios.
— Cuando te diste cuenta que Vicky era tu destino, ¿qué sentiste? —
Con sólo nombrarla había hecho a Nuvia sonreír.
— Fue algo raro... Digamos, siempre creí en la leyenda de los predestinados, creo que hay alguien para cada uno y siempre fue así... Pero fue una sorpresa que, al presentarme; yo estando de mal humor, con dolor de cabeza y en el cuerpo por las hormonas del primer celo, me habían encerrado en mi cuarto y cuando tocaron la puerta de la casa no esperaba que fuera una alfa, sin dudas... Y sabes que ella es como el sol mismo, estando conmigo se me pasó todo malestar y todo malhumor, y no fue hasta que me di cuenta que estaba más tranquila con ella que nunca antes en mi vida, que era en verdad mi destino... A Vicky le costó un poco más aceptarlo, porque no era tan abierta con la idea de que dos alfas sean predestinadas, y la comprendo, no es lo que uno se esperaría, pero Vicky nunca tuvo problemas para amar a alguien, no importa qué sea, así que nunca fue ninguna discusión fuerte y sólo me aceptó de a poco y de forma tranquila. Y yo sentí eso, sentí tranquilidad, me sentí como si estuviera cómoda y calentita en un hogar de toda la vida, y con ella encontré mi hogar. —
Abril sonreía enternecida por la historia, en verdad le gustaba mucho las historias de amor.
— Yo siento lo mismo con ella, Nuv — murmuró.
— Lo que hace el amor, ¿verdad? — dijo, como un comentario al azar.
Cambió de tema para preguntar cómo se sentía y cómo lo iba llevando, hablaron de eso apenas un rato hasta que Samantha llegó al dormitorio, y de inmediato Abril le hizo señas para que se sentara a su lado, al hacerlo, la omega se acurrucó en la castaña, tomando su mano con una sonrisa.
Samantha se puso roja y bajó la vista, quedando tímida junto a ella, apenas miró de reojo a Nuvia, quien le dedicó un mudo "Te lo dije".
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¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐘𝐒. ❜
Fanfiction❛ 𝖮𝗎𝗋 𝖫𝖺𝗌𝗍 𝖣𝖺𝗒𝗌. ❜ ─ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢 ˹ Abril Garza es una omega que perdió a su alfa en un trágico accidente, con un lazo roto y su lobo deprimido, le quedan pocos días de vida. Samantha Rivera es una beta y e...