❛ 𝖮𝗎𝗋 𝖫𝖺𝗌𝗍 𝖣𝖺𝗒𝗌. ❜ ─ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢
˹ Abril Garza es una omega que perdió a su alfa en un trágico accidente, con un lazo roto y su lobo deprimido, le quedan pocos días de vida.
Samantha Rivera es una beta y e...
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La omega se recuperó con lentitud, Samantha quiso ayudarla a vestirse, pero fue su madre quien se interpuso, alegando que ella lo había hecho durante años y que sabía hacerlo aún, hasta obligarla a retirarse a la sala con el peligris, sin escuchar los pedidos de su hija de que la beta se quedara.
Inquieta, la loba de Samantha estaba molesta de que la apartaran de Abril, mientras que la parte humana le decía una y otra vez que era normal que la familia decidiera pasar tiempo con el paciente.
— ¿Samantha Rivera, no? — preguntó el peligris a su lado, con lo que asintió. — Lamento que ella sea así, es un poco... Fuerte de carácter, digamos. Que bueno que no es alfa, sino... Pelearía mucho con todos, y las cosas se pondrían feas. —
— Soy Rubén, el padre de Abril, aunque no se note. Y tú... ¿Eres beta, verdad? —
La enfermera asintió, su pie se movía rápidamente, golpeteando el suelo mientras su loba pedía a ladridos volver con la pequeña.
— ¿Por qué será que los enfermeros siempre son betas? — cuestionó, como una pregunta al azar, como para no dejar morir la conversación, en ese mismo tono estúpido de cuando te dicen ''¿Qué te parece el clima?''
Samantha debía admitir que su loba ya estaba diciendo que ese alfa era un baboso. Así que simplemente se encogió de hombros.
— Es el orden natural. — dijo, a pesar de su tono serio, no lo había dicho de verdad, era más una broma, le parecía absurda la idea del ''orden natural'', como siempre llamaban a la dominación de los alfas, la sumisión de los omegas, y la nada de los betas. Todo eso como si fueran los lugares obligatoriamente designados de la sociedad.
Pero parece que a Rubén le pareció cierto, porque asintió con una sonrisa y no se mostró ni un poco molesto a discutir esa idea, por el contrario, parecía a gusto con el comentario.
— Por supuesto. — asintió, totalmente normal, y Samantha no pudo evitar fruncir un poco el ceño. — Estudié medicina también, soy pediatra; cuando compartíamos clases con los de enfermería lo sabíamos porque eran betas. — comentó, como si fuera algo gracioso. A lo que Rivera solo mostró una sonrisa incómoda.
La mujer salió del cuarto llevando a Abril a su lado, vestida con una remera blanca y pantalones negros, la omega caminaba con la mirada baja y se veía aún pálida y decaída.
— Ponte derecha para caminar, ¿Sigues con esa misma joroba de siempre? — se quejaba la omega mayor, mientras una mano empujaba su espalda para enderezarla, aunque sólo había hecho a Abril tropezar y casi caer, cosa por la que la otra no se disculpó.
Samantha se acercó a ella rápidamente, envolviendo su cintura y tomando su brazo para que recargara algo del peso en ella y poder pararse para caminar mejor, la rubia la miró con cierta gratitud, pero aún así, notó su cansancio.
