━ ❛ 29 ❜

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Nuvia estaba sentada en la entrada al llegar, fue lo primero que vio, dejó unos cuantos billetes sin ver el número al taxista y salió del vehículo, fue hasta la menor para abrazarla rápidamente, decirle un "Ya estoy aquí, no le pasará nada", y luego separarse para ir corriendo hacia el cuarto de la omega.

— ¡Pequeña! —

Unos leves sollozos se detuvieron a tiempo que la rubia alzaba la vista hacia ella, sus ojitos estaban cargados en lágrimas y se abrazaba a sí misma con dolor.

Samantha arrojó su bolso y su abrigo al suelo, para meterse al nido de un salto y abrazarla.

— Sammy... Duele... —

— ¿Qué duele, pequeña? —

— Todo. —

Samantha la acunó en brazos y comenzó a dejar besos por su rostro, iba a ir hacia su marca, como solía hacer antes, pero el estado en el que se encontraba no le dieron ganas para acercarse.

La marca estaba completamente negra, y un color morado, como un hematoma, se expandía de esta y llegaba a cubrir el cuello y parte del pecho de la muchacha.

— Abril, ¿por qué no me llamaste antes? — su voz sonó baja y con un pequeño llanto al final.

Abril intentó sonreír pero pareció una mueca.

— Porque era más importante que yo. —

— No lo es, nada lo es. — Se inclinó hacia su rostro, haciendo que sus narices se tocaran.

Buscó su mano, tomándola con firmeza, con la otra buscó el pulso en la muñeca de la menor, era muy acelerado, demasiado.

— Abril, ¿qué es lo que más te duele? —

— La marca... Y el pecho, me duele respirar. —

— Te voy a inyectar un sedante, no vas a sentir nada. — Quiso apartarse, pero Abril la tomó débilmente por su remera, aunque esta escapó de sus dedos porque ni tenía fuerzas para agarrarla, Samantha se detuvo.

— No, no... Te dije que no me duermas. — Se agitó, negando, soltó un quejido porque el moverse hacía que todo le doliera más, su respiración se volvió errática.

— Abril, estás sufriendo, no puedo verte así, no me da el corazón para ver a nadie así, y mucho menos a ti. —

— Quiero estar aquí, contigo. —

— Abril... —

— Porque podría ser la última vez en todo lo que dure la eternidad, que estemos juntas. —

Samantha sintió su pecho doler con esas palabras, y las lágrimas subieron rápidamente a sus ojos.

— No será así. —

¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐘𝐒. ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora