(O33) REAL LIFE | Nothing at all

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🛣️📍NEW YORK CITY

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🛣️📍NEW YORK CITY.
FEBRERO 20, 2018.

Lo cierto sobre el día en que Alyssa dejo su casa fue; en un principió no pudo irse como si fuera tan sencillo, al menos no sabiendo que Taylor estaba destrozada sobre el piso de su sala, su mente aún distante trajo el no tan alejado pensar de que precisaba del espacio si no deseaba desatar otra guerra entre ambas (si Taylor seguía con guantes de box como argumentos lo mejor era dar un paso atrás), lo más prudente sería estar allí en caso de algo más no yacer dentro. Esperar que ella saliera era su esperanza, la iniciativa de bajar las armas verbales, pero la realidad no nubló del todo su juicio; ella precisaba calma.

Solo se necesitaba qué siguiera sus pasos para el fin de aquella noche.

En caso de emergencia como un plan b la idea de llamar a Selena y Abigail fue la más acertada. Abigail dijo que la llamaría y fue Selena la que dijo estaría en camino, no se podía ir. Esperaría a que ella llegará. Gomez tardó cerca de quince minutos en llegar y la mirada triste de la chica fue suficiente para hacer que Alyssa desviará la mirada, Selena pensó en lo mal que la usualmente alegre y cortés chica debía estar para no ser como acostumbraba. Abrazo a la cantante dejó un suave beso sobre la cabellera de Selena y se despidió con un ademán.

Subió a la camioneta avanzando por la vía y llamando al grupo que tenía con su grupo de amigos. No recibió respuesta, la idea de un audio fue la aceptada. Dejó aquello en el chat grupal ignorando los mensajes, yendo a su apartamento en su edificio; el guarda la miró impresionado. Incluso los peldaños de las escaleras se le hicieron eternos, pero lo necesitaba. La llave de emergencia en el marco de la puerta y el limpio hogar que le brindó cobijo en su tiempo de soltera fue lo que trajo consigo los amargos recuerdos del antes. La puerta abierta trajo consigo dos abrazos cariñosos, el aroma de aquella colonia que le había regalado a su hermana menor inundó sus cosas nasales. Incluso la cabellera de Fleur y la pequeña rubia clon de Scarlett.

Suspiré mirando a Fleur con dolor, cargue a la pequeña rubia y nos lleve hasta el sofá. La nena jugaba con mi cabello llamándome Supergirl, debía estar confundida con una madre espía y un tío capitán América. Rose saltó hasta mi hermana, yo me mantuve en mi posición en el sofá mirando la puerta y con la expectativa de que ella vendría. Fue la entrada de Emma, Grant y Dakota lo que me sacó de mi ensoñación. Dakota paso en completa confianza hasta la cocina, trajo el par de copas y un vino. Emma se sentó a mí lado mientras Grant me veía a detalle.

─── No ha llorado.─── declaró Gustin en un tono consternado.─── Repito, Supergirl no ha llorado.

Emma le miró con detenimiento─── ¿Por qué no has llorado? Tienes que llorar, llora.

Alyssa suspiró aferrándose a sus piernas y pensando en lo lejano que se veía su futuro en aquel momento. Se idealizo con Taylor y las promesas. Hizo una mueca. Blake miró con duda a su hermana, apoyada a una de las sillas detalló el rostro de la rubia.

─── Tiene cara de querer llorar, mierda, es fuerte el tema.─── murmuró con temor.

Fleur bufó.─── Les recuerdo que sigue presente.

─── Pero no es Alyssa, no se comporta como Alyssa.

Blake tarareó.─── Hay que ponerla en arroz.

Emma sostuvo las manos de Blake y negó suavemente haciendo que la más joven se sentará asintiendo. Sacó algo de su bolsillo y se lo entrego. Cuando Alyssa reparo en lo que era no pudo evitar reír al ver como Ro y Blake peleaban por una chupeta. Entonces, Alyssa se levantó ignorando los llamados y yendo hasta su habitación, Dilaurengis se encerró en su habitación poniendo seguro a la puerta se deslizó sobre está. Tapó sus ojos y suspiró. Necesitaba algo de paz y un espacio en que pudiera estar sola, llorar en soledad le trajo la sensación de rupturas.

¿Estaban rompiendo?

Taylor era el amor de su vida.

Mierda, no quería que terminará pero eso le había dolido como nunca. Necesitaba algo de tiempo para disminuir el dolor, demonios habían sido como mil cortadas en todo su cuerpo. Tiró de su cabeza hacía atrás con la mente desenfocada y lágrimas cayendo de sus mejillas, ¿Por qué tuvo que mentir? ¡Ella se hubiera adaptado! Mierda, lo peor del caso es que entendía su situación y si hubiera sido honesta, no podía condenarla por la situación.

No cuando la amaba con tanta fuerza y de por sí tenían historia, de hablarlo y discutir sus miedos hubiera dejado su deseo en un hiatus. Podría haber esperado por ella.

Porque la amaba. Secó sus lágrimas con el dorso de mano, pensó en hurgar en busca de su móvil para textearle a Selena sobre Taylor. ¿Ella estaría bien?

Taylor podía admitir que no experimento la clase de dolor que experimentaba. El dolor emocional aunque no podía ser tan notorio o tratado como una dolencia física, debía de tener alguna medicación para aliviar el pesar. Se quedó abrazada a una almohada pensando en Alyssa y como había herido a su esposa, fue tan malditamente egoísta al jugar con sus sentimientos y deseos. Mató sus esperanzas de un futuro feliz. Antepuso el álbum por sobre el amor incondicional de Alyssa, incluso cuando Selena llegó para no dejarla caer Taylor entendió que su esposa la había llamado.

Luego de un rato con algo de vino siendo de alguna forma eclipsada por el dolor, las lágrimas pararon.

─── ¿Ella te llamo?.─── cuestionó con un tono excesivamente sereno.

Habían estado en silencio durante unos cinco minutos tras darle fin a las lagrimas, la más alta veía la chimenea con la mirada desvanecida abrazando un cojín con aquel aroma tan magnífico. Olía a ella. Selena la miró con duda ¿debía decirle?

─── Ella me llamó, estaba afuera cuando llegué.

¿Alyssa no la abandonó? Ella estaba a unos pocos metros de distancia, maldición. Sus articulaciones parecían más pesadas, en retrospectiva era lo que su esposa hacía. La cuidaba desde una distancia prudente mientras la cantante lideraba sus propias batallas, y cuando era necesario la sostenía dándole apoyo. ¿La merecía? Ya era algo un tanto definitivo que no, demonios no la merecía.

Había dañado a su protectora.

Lloró en silencio abrazándose con más fuerza al cojín.

El día siguiente no fue mejor, el dia después tampoco; aquel día una oleada de tweets le dañó el ánimo vinculándola en un romance pasajero con Karlie. Ahora no se trataba sobre el hecho de Alyssa siendo más de lo que ella merecía, ya no era ella quién sabía que no se merecía al ángel que tenía de esposa. Ahora todos lo sabían y habían hecho tendencia aquel hashtag, la mayoría no eran muy diferentes a esos del 2016. Un escalofrío recorrió su cuerpo, ya no solo se trataba de una ruptura. Taylor era todo un desastre sin ella.

𝙇𝙤𝙫𝙚𝙧, taylor swiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora