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¿La solicitaban temprano en la mañana?, pudo abandonar su habitación con tranquilidad ahora que sabía que la trabajadora había confundido a Hans con su hermana, antes de entrar a la habitación donde se encontraban aquellos viejos que tanto detestaba respiro profundamente y recordó las palabras de aliento de Hans.

"No sucederá nada, cualquier cambio será bueno y tus padres estarán orgullosos del camino que elijas, sobre todo, te aseguraré que yo estaré a tu lado"

Cada día repetía aquello en su mente provocando que su piel se erizara al recordar ese momento exacto donde había pedido desesperadamente su presencia.

Abrió las puertas de par en par y se encontró no solo con los consejeros presentes, también a la familia real de Berk.

— Príncipe Hiccup, que agradable verlo aquí —sonrió Elsa tratando de ser lo más amable posible— no esperaba su visita.

— Vengo en representación de mis padres, lamento mucho que ellos no puedan acompañarnos su alteza —hizo una reverencia y le sonrió.

Elsa miró a los consejeros tratando de encontrar alguna respuesta pero todos la miraban con atención tratando de averiguar cuál sería su siguiente movimiento.

— Su alteza, después de varias semanas hemos notado que usted no tiene interés alguno en contraer matrimonio.

— Está en lo correcto —le interrumpió Elsa.

— Es por eso que tuvimos que hacer algunos tratos nosotros. —sonrió el consejero de manera victoriosa.

El castaño se levantó y fue hasta ella para tomar su mano y sonreírle, parecía incómodo, como si él tampoco quisiera estar ahí.

— Unamos nuestros reinos su alteza.

— No —soltó su mano con suavidad para después darle unas palmadas en la espalda—; de hecho tengo un anuncio que darles, estoy agradecida de que Berk haya decidido unificar nuestros reinos pero espero que solo seamos aliados comerciantes y de guerra, nada más —soltó un suspiro y lo miro, parecía relajada, como si estuviese preparándose para eso toda su vida—. Puede retirarse, en un momento estaré con usted, tengo cosas que hablar con las personas de la mesa.

Podía sentir como el cuerpo de Hiccup comenzaba a relajarse, él tampoco deseaba unificar los reinos de esa manera. El castaño aceptó y salió de aquella habitación para estar con su dragón.

— ¿¡Que cree que está haciendo!? —finalmente explotó un consejero— ¿usted no piensa?, Berk es un buen aliado en matrimonio, ¿cómo se atreve a rechazar algo así? Es el más poderoso de todos los reinos vecinos.

— Trae a Anna, dile que es hora —le ordeno a un guardia—; es urgente.

El guardia asintió con la cabeza y salió de aquella habitación, los consejeros estaban furiosos querían acabar con aquel reinado que solo les causaba molestias; Elsa era una buena reina pero no entendían por qué no quería casarse, peor aún, por qué no seguía sus órdenes. Así como su padre lo hizo ella tenía que hacerlo en cualquier momento y ese momento llegó.

— No podemos rechazar a Berk, hicimos de todo para que aceptaran venir aquí —se levantó de su asiento y la retó—. El muchacho no puede regresar a su reino con una respuesta negativa o nos atacaran, debe de aceptar, debe de casarse tal como su padre lo hizo.

— Podemos ofrecer mejores cosas a Berk, no.. esto —se señaló a sí misma con un poco de disgusto—; no me malinterprete, el chico es lindo y es responsable, he escuchado maravillas de él así como de Berk pero él tampoco quería casarse.

Lealtad [Helsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora