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Anna había decidido detener su búsqueda imposible de encontrar quien era la persona que tanto estimaba Elsa, si era tan importante para su hermana, confiaba que le contaría pronto;  a pesar de no tener la paciencia suficiente para hacerlo decidió esperar por el bien de la relación con Elsa.

Todo iba mejor para Arendelle, no solo las hermanas se habían reconciliado, sino que ese ambiente pesado que había en todo el lugar había desaparecido, todo volvió a la normalidad. Ahora quedaba solo un problema por resolver.

Decirle la verdad ha Anna sobre Hans. 

Si no le decía pronto, sabía que algo malo ocurriría, ademas, no podía ocultarlo más tenía demasiada emoción de contarle a su hermana al respecto y compartir todo lo lindo que ha hecho por ella, como Anna suele hacer. Jamás pensó que en algún momento de su vida estaría hablando con su propia hermana sobre chicos.

— ¿Estás segura que es el momento?

— Por supuesto —dijo Elsa saludando a todo aquel que pasaba a su lado— ¿tú cómo la has visto estos días?

— Pues la veo relajada, le ayudó mucho el resolver su problema —dijo Kristoff dejando caer el heno que llevaba en sus brazos, sacudió su manos y miró a Elsa— ¿qué?

— Sabes que ya no tienes que hacer eso ¿verdad?

— Quiero conservar mi humildad —Elsa soltó una carcajada y él aplaudió— concentrémonos, ¿ya tienes un plan?

— No, pensé en solo hacerlo al natural.

— ¿Natural? —bufó sarcásticamente— debe ser una broma, tienes que estar preparada para cualquier cosa, ella es la reina ahora.

— Lo sé pero soy su hermana, se que me entenderá.

— ¿Por qué no le pides ayuda a Hans? —mordió la zanahoria que sacó de su bolsillo y le dio el resto a Sven— el hizo el plan para reunirlas.

— No lo sabía —murmuro sorprendida— ¿cómo sabes eso?

— Porque.. —aflojó el cuello de su camiseta y miró hacia otro lado avergonzado— digamos que fui a pedirle ayuda.

— Ahora te agrada, ¿no es así?

— Un poco pero no quiere decir que Anna vaya a hacerlo también —le advirtió— es en serio, haz un plan para cualquier circunstancia.

— Lo haré —miro el cielo y sonrió— creo que es buen momento para regresar a mi habitación.

— Recuerda la noche de juegos, es a las 8 —dijo Kristoff mientras Elsa ya se encontraba bastante lejos de él— ¡Y planifica bien!

Elsa paso por unos postres antes de ir a su habitación, acompañado de unas cuantas flores que tomó del jardín. Camino con calma y gracia por el pasillo con la mirada de todos puesta en ella ¿por qué llevaría una charola de postres para ella sola?, estaba tan cerca de llegar a su habitación cuando se topó a Anna en el camino.

— Elsa, pensé que estabas con Kristoff —dijo Anna sonriente, bajo la mirada al plato lleno de postres, eran máximo cinco diferentes— ¿mucha hambre?

— Mucho nervio diría yo —contesto un poco nerviosa— iba a comerlos con Olaf, ¿quieres uno?

— Seguro —tomó una mantecada— ¿donde esta Kristoff?

— Lo deje en el establo, desde que empezó a compartir esa zanahoria con Sven —hizo cara de disgusto y fingió vomitar— decidí alejarme de él.

— Si —respondió risueña— debo de quitarle esa costumbre, imagínate que haga eso en una reunión.

Lealtad [Helsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora