18

316 36 4
                                    


A partir de ese momento las noticias buenas no dejaban de llegar al reino, no solo se había arreglado la situación entre las hermanas, también obtuvo una noticia mejor. Su boda estaba más cerca de lo esperado.

Todos estaban emocionados moviendo cosas de un lado a otro, haciendo arreglos, planificando cosas, incluso el pueblo fue partícipe de ello. Finalmente después de mucho tiempo tendrían una boda real, era una costumbre de Arendelle celebrar en grande con las puertas abiertas del castillo para todos.

Aquel día era especial para Anna, jamás pensó que todos sus sueños finalmente se harían realidad y en tan corto tiempo. No podía evitar sentirse nerviosa y al mismo tiempo llorar por el miedo de saber que sucederá a partir de ese momento tan importante de su vida.

Por otro lado en su habitación estaba Elsa teniendo una sensación extraña que no la dejaba desde que se enteró que la boda de su hermana sería pronto, claro que estaba feliz por ella, después de todo era lo que Anna tanto deseaba pero también quería que sus sueños se hicieran realidad, no la libertad, sino algo más profundo y sentimental.

El pelirrojo se sentó en la cama para observar cómo su amada se arreglaba para el evento tan esperado por todos.

— ¿Todo en orden?

— Por supuesto —sonrió— es solo que este vestido no cierra —dijo mientras intentaba subir el cierre que estaba a un costado— ¿me ayudas?

— Claro —se levantó y fue hacia ella para auxiliarla— ¿estás feliz?

— Claro que si, es la boda de mi hermana.

— ¿Y tú quieres casarte también? —pregunto sin más terminando de subir el cierre del vestido— ya quedo.

— No es eso, es decir claro que quiero, pero me siento extraña es todo —se giró un poco para ver cómo le quedaba aquel vestido azul. No había otro color en su armario más que tonos fríos.

— ¿Por qué?

— No lo sé, solo se que es extraño presenciar una boda después de tanto.

— ¿Nadie se casa en Arendelle?

— Claro, pero no nos invitan —empezó a pasar el peine por su cabello— Arendelle es un reino donde lo importante es la familia, al ser solo Anna y yo, bueno, el pueblo es como nuestra familia.

— Ya dime la verdad y deja de darle vueltas al asunto —retiro el peine de sus manos y la ayudo a peinarse.

— Anna hizo todo lo que mi padre espero de mi, tener el reino, casarme y posiblemente pronto tendrá herederos —soltó un pesado suspiro deprimida— ¿no soy una vergüenza para la familia real?, yo preferí huir de todo. Ni siquiera acepte en desposar a alguien a la fuerza. ¿Qué dice eso de mi?

— Que sigues tus sueños.

— Por supuesto que no —bufo— dice que no soy responsable y que soy un desastre —cubrió su rostro con sus manos— ya no quiero seguir.

— No te pongas así por la boda de tu hermana.

— No es eso, jamás pensé que alguien se fijaría en mi —se sinceró frente a él— tú solo estás conmigo porque te tengo de rehén prácticamente.

— No es verdad —Elsa lo miro cansada.

— Por favor, sino me hubieras seguido nada de esto hubiese pasado —se levantó de la silla y empezó a caminar por la habitación para distraerse—. Jamás me hubieras visto como lo haces ahora, nadie me ha visto de esa forma.

— Deja de menospreciarte, eres increíble, mágica, maravillosa e inteligente —trato de animarla mientras seguía sus pasos— no hay nadie que no quiera estar contigo.

Lealtad [Helsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora