𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐘𝐎𝐔 | Park Jay

✧ 02. Consecuencias

Capítulo 02.

Miedo. Últimamente lo único que había podido sentir era miedo, porque justamente todo por lo que había temido que sucediera, había sucedido. Areum se sintió como una tonta cuando las puertas del elevador se abrieron y lo único que pudo visualizar es a su pequeña llorar desconsoladamente mientras Jay intentaba acercarse, pero por suerte, Kai corrió hasta sus brazos al verla. Su corazón dolía, los sollozos de la niña eran definitivamente lo más desgarrador que alguna vez había escuchado, pero nada de eso le dolía más que la mirada que Park Jongseong estaba dándole en ese momento.

No sabía identificar si lo que había en sus ojos era nostalgia o resentimiento.

—¡Me mentiste! ¡Dijiste que él me quería y ni siquiera sabe quién soy!

Areum asintió, sin decir una sola palabra. Su hija tenía toda la razón, le había mentido y ahora no tenía excusa alguna para negarlo. La niña escondió su rostro en el cuello de la chica mientras sus pequeñas lágrimas quemaban en la piel de Areum, haciéndola sentir más culpable de lo que ya se era.

—Vámonos a casa —le susurró, acariciando su cabello.

No pensaba y no tenía nada que decir. ¿Por qué debería? De igual forma, Jay no tenía ningún lugar o derecho en sus vidas. Khalani era suya, su hija, su bebé. En su enorme familia eran solamente ellas dos. No necesitaban a nadie más. Así que justo de la misma manera en la que había llegado, pensó marcharse.

—¿En serio vas a huir de nuevo?

Areum negó, cerrando sus ojos fuertemente, negándose rotundamente a escuchar cualquier cosa que saliera de la boca de Jay.

—Ha sido esa niña quien me ha dicho la verdad. ¿Es que acaso no te parece inmaduro, Choi Areum? ¿Planeabas esperar un par de años más para decírmelo? ¿Para seguir ocultándolo? ¡Es mi hija, maldita sea!

—¡No tienes derecho a juzgarme! ¡No puedes hacerlo! —gritó de vuelta, mientras sentía las lágrimas rodar por sus mejillas— Pude hacerme cargo de toda esta situación desde hace años, ¡no necesito que quieras jugar al buen padre en este momento! No necesito nada de ti, Jongseong. Nunca lo he hecho y nunca lo haré. Ya no soy la niña a la que dejaste a su suerte hace años... Así que por favor, tanto tú, como Kai y yo nos olvidaremos de todo esto... Tú no figuras en nuestras vidas y nosotros tampoco lo hacemos en la tuya. ¡Me pediste que desapareciera y eso hice! Te dejé vivir la vida que dijiste que jamás podrías dejar... Así que no lo hagas ahora.

Jay tal vez quiso echarse a llorar ahí mismo. Porque Areum tenía toda la razón, ya no era una niña, era una mujer que durante todos esos años se había hecho cargo de una pequeña que llevaba la sangre de los dos. Y entonces pudo transportarse nuevamente a aquel día, donde los gritos, las lágrimas, el dolor y la decepción habían sido los partícipes en aquella despedida. Aunque esa ni siquiera fue una despedida, porque Jay simplemente dijo un Desaparece de mi vida y nunca volvió a mirar hacía atrás. La había dejado sola, Areum cargaba consigo a su hija y lo único que él había hecho, fue abandonarlas.