✧ 24. Seguir adelante

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Capítulo 24.

El sol comenzaba a filtrarse a través de las cortinas de su habitación

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El sol comenzaba a filtrarse a través de las cortinas de su habitación. Mientras intentaba despertar y abrir los ojos, una punzada en su sien lo obligó a cubrirse el rostro con la sábana. No tenía ni la menor idea de qué día o hora era, últimamente, vivía atrapado en las cuatro paredes de su hogar, acompañado de personas que nunca habían sido parte de su vida, pero que por alguna extraña razón, siempre estaban en momentos como esos. Cuando lo único que deseaba era olvidarse de todo.

Yunjin permaneció bajo el umbral de la puerta, observando cada rincón del apartamento, disgustada con el desastre y el desagradable a alcohol, cigarrillo y comida rancia. Hizo a un lado un par de botellas vacías con su pie, mientras arrugaba la nariz y se adentraba en el lugar a buscar al idiota de Jay.

—¿Qué mierda, Jongseong? —preguntó la chica, abriendo las cortinas de par en par, provocando que el hombre soltara un gruñido.

—Lárgate —replicó sin más, cubriéndose de pies a cabeza, nuevamente.

—¿Sabes cuántos días hemos estado esperándote en el estudio? La empresa está esperando el maldito disco, Jay. ¡Ya invirtieron mucho dinero en esto! Así que te prohíbo que te lleves mi carrera de corbata, y eches todo a la basura.

Escuchó sus palabras con lejanía. Su mente estaba demasiado nublada como para reaccionar. Su cuerpo estaba agotado, como si llevara una eternidad atrapado en una tormenta que no cesaba. Podía sentir la presión en sus sienes, como si las palabras de Yunjin fueran martillazos en su cráneo. Quería gritarle que se fuera, que lo dejara en paz, pero no encontraba las fuerzas suficientes para hacerlo.

—No me interesa, Yunjin. Diles que se olviden del maldito disco —murmuró, apenas audible bajo la sábana. La chica apretó los puños, frustrada. Estaba cansada de esa actitud.

—No puedes seguir con esta mierda. ¿De verdad quieres que todo termine de esta manera? —su voz, aunque todavía dura, dejó traslucir un leve toque de preocupación—. Este disco es importante, no solo para ti, sino para todos nosotros. ¡Mi carrera depende de esto!

Jay no respondió. Solo sintió cómo su cuerpo se hundía más en el colchón, como si su propia inercia lo estuviera arrastrando hacia el olvido. Había momentos en que su carrera le parecía una cruel broma, una responsabilidad que no había pedido y que lo estaba consumiendo lentamente. Yunjin se dejó caer en el sillón junto a la cama, exasperada. Había pasado por tantas versiones de este mismo escenario, tantas conversaciones que terminaban de la misma forma. Pero esta vez, había algo diferente en los ojos de Jay: un vacío profundo, más grande que de costumbre, como si ya no quedara nada que pudiera rescatar.

—Jay... —comenzó a decir, pero se detuvo. ¿De qué servían las palabras en ese momento? ¿Qué más podía decirle que no hubiera intentado ya?—. Te estás matando. Y lo sabes.

𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐘𝐎𝐔 | Park Jay  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora