PrólogoEl sol se había escondido por completo en el atardecer dejándole saber a la chica que corría por las calles de la ciudad, que nuevamente, llegaba tarde. En su cabeza no podía dejar de culpar a su jefe y al montón de personas que le daban órdenes por aquel retardo; Aveces, deseaba tanto dejar todo de lado, tomar a su pequeño cielo e irse muy lejos de ahí, donde nada ni nadie pudiera encontrarles, donde pudieran comenzar de cero... Pero todos esos pensamientos dejaban su cabeza cuando el estrés abandonaba su cuerpo, y eso solamente sucedía cuando su corazón parecía estar tranquilo solamente con ver a Kai.
La niña se encontraba sentada en la mesa del jardín de la señora Hong, mientras la anciana le acariciaba la mejilla y le servía un vaso de leche con galletas. Areum se avergonzaba demasiado cada vez que un imprevisto surgía, pues no le gustaba darle molestias a la señora Hong, quien en realidad nunca había dejado de tratarla a ella y a su hija con tanto cariño.
—¡Mami! —le escuchó gritar, dejando los crayones de lado y corriendo hasta ella. Como cada tarde que estaba lejos de su pequeña de ojos grandes y cabello obscuro, la recibió con los brazos abiertos y una sonrisa alegre. Era en los momentos como esos, donde se daba cuenta de lo mucho que la presencia de la niña significaba para ella.
—Hoy hicimos galletas y alguien quizo empezar a aprender a tejer —la señora Hong le dio un corto abrazo como saludo a la chica, quien nuevamente, demasiado avergonzada le daba las gracias por cuidar a Kai—... Ve a lavarte las manos y recoge tus cosas, linda —ambas observaron a la chiquilla asentir y correr adentro.
—Mañana le traeré la paga de la semana, hoy me he olvidado por completo... Lo siento mucho.
—No te preocupes por eso ahora cariño, solo te pediré que hables con Kai...
—¿Sucedió algo? —preguntó, demasiado preocupada.
—Sabes que yo no me meto en tu vida personal, tampoco en tus decisiones... Pero Khalani ya está en la edad donde comenzará a tener curiosidad sobre quién es su padre, Areum —la anciana hizo una mueca de incomodidad, notando la manera en la que la chica desvió su mirada hacía otro lugar antes de querer tener aquella conversación—. Eres una madre increíble, y se muy bien que todo lo qué haces es por el bien de tu hija... Pero esta vez haz lo correcto.
Lo correcto. ¿Qué era lo correcto, en realidad? Su madre también había permanecido repitiéndole aquellas palabras desde que Kai había cumplido cinco años, y era demasiado consciente que ahora que habían pasado casi dos años, la niña comenzaría a preguntar por qué ella no tenía un padre, por qué todos sus compañeros estaban acompañados por dos personas y Kai solamente la tenía a ella. Areum era consciente de todo eso... Pero jamás se habría imaginado que ese momento llegaría tan pronto. Tal vez pensó que toda su vida podría seguir evitando ese tema y ocultándole a su hija la identidad del hombre que había contribuido en darle la vida.
Despejó su cabeza una vez que sintió el cuerpo de su hija recaer en sus brazos, mientras se aferraba a su cuello y recostaba su cabeza en el hombro de la chica. Una vez más, le agradeció a la señora Hong y está simplemente les dio un beso en la mejilla a ambas, deseándoles una buena noche.
Areum no tardó demasiado en darse cuenta que la niña se había quedado dormida cuando su cuerpo se volvió más pesado, la estrujó un poco más entre sus brazos, tal vez pensando que de esa manera se sentiría más cerca; más cálida, más segura... Como si nadie pudiera separarlas en ese momento. Las lágrimas caían de sus mejillas en el silencio de la noche, con nada más que la respiración de Kai golpeando su mejilla y el calor que su agarre le emanaba. No estaba lista. No sabía que iba a decir cuando a la pequeña se le ocurriera preguntar lo que tanto había evitado decir.
Pero su madre y la señora Hong tenían razón, Kai estaba creciendo... Y de una manera u otra, tendría que saber la verdad.
Areum dejó el plato de panqueques frente a la niña, quien había permanecido demasiado pensativa y en silencio desde que llegaron de la escuela, algo que definitivamente no era normal de su parte. Se había dado la oportunidad de salir antes de lo previsto de su trabajo, había pasado mucho tiempo desde la última vez qué pasó más de siete horas en la comodidad de su hogar y en compañía de su hija. Kai le dio una mirada disgustada a la comida, pero aún así, se llevó un bocado a la boca.
—Bien, algo no anda bien. ¿Qué sucede?
—Ayer era el día de llevar a nuestros padres a la escuela...
—Lo sé, amor, te dije que no podría ir por mi trabajo, pero hoy te lo compensaré. Comeremos lo que tú quieras y podemos ir al parque de diversiones.
Los ojos de Kai se llenaron de lágrimas, recordando el hecho de que todos sus compañeritos estaban acompañados de sus padres, sus dos padres, y ella había permanecido sola hasta que el profesor Kim se ofreció a participar con ella en las actividades que se habían organizado.
—¿Por qué yo no tengo papá? —preguntó finalmente, más molesta que triste, tomando por sorpresa a Areum.
—Todos tenemos papá, Kai —se dio una bofetada mental, ¿qué se supone que es esa respuesta?
—¿Entonces por qué mi papá no vive con nosotros? ¿Por qué no lo conozco? ¿Por qué los demás tienen una familia enorme y nosotros solo somos tú y yo?
Miedo. Eso era lo único que Areum sentía en ese momento. No le gustaba ver a su hija llorar, de la misma manera que tampoco le gustaba tener que darle una respuesta a aquellas preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
—Aveces entre los adultos... Las cosas no funcionan Kai —pero lo cierto era que, ella ni siquiera era una adulta cuando supo que estaba embarazada—, las personas pueden quererse demasiado, pero estar juntos no es lo mejor... Así como la abuela y el abuelo. Tu padre... —hizo lo posible por deshacerse del nudo en su garganta— Nosotros no podíamos estar juntos, p-pero él estaba muy feliz de saber que tú vendrías al mundo.
Mentira. Choi Areum era una mentirosa. Porque Park Jongseong jamás había sido consciente de que la chica cargaba consigo a un hijo suyo y que tenía tres meses de embarazo cuando él decidió terminar su relación y dejarla a su suerte en aquella estación de tren.
—¿Entonces papá sí me quiere? —preguntó casi con entusiasmo, con sus grandes ojos brillantes verle más feliz de lo que alguna vez lo había hecho antes.
—Demasiado. Él te quiere demasiado —sintió su voz quebrarse, tal vez sabiendo perfectamente que estaba cometiendo una gran estúpides por mentirle así a su hija—, así que recuérdalo, amor... Aunque él no pueda estar con nosotros, te quiere. Y eres absolutamente lo más importante para él.
Sus propias palabras le habían dejado pensando. Si ella alguna vez le habría dicho a Jay sobre que tenían una hija... ¿Él le habría querido? ¿Se hubiera enamorado de Kai como ella lo hizo desde la primera vez que le escuchó llorar? ¿Habría dejado todo de lado para pasar tiempo con ella? ¿Para conocerla? ¿Para darle una verdadera familia?
No lo sabía. Y tal vez jamás lo haría. Porque Park Jongseong es un fantasma de su pasado... Y su único recuerdo era la pequeña niña que tomaba su mano en ese momento.
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𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐘𝐎𝐔 | Park Jay
Fanfic𝗔𝗕𝗢𝗨𝗧 𝗬𝗢𝗨, park jay ( 🌙 ) ━━¿aún crees que me he olvidado de ti? ⋅₊˚. A pesar de que Jay había dejado atrás el recuerdo de la persona a la que más había amado... Areum jamás había podido olvidarlo realmente, porque había una pequeña person...