✧ 08. Tanto

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Capítulo 08.

Kai se llevó un pedazo de pollo a la boca mientras sus ojos estaban demasiado atentos ante cualquier gesto, palabra y movimiento de las dos personas que la acompañaban

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Kai se llevó un pedazo de pollo a la boca mientras sus ojos estaban demasiado atentos ante cualquier gesto, palabra y movimiento de las dos personas que la acompañaban. Jay se había rehusado a conducir cuatro horas al anochecer, así que pasarían la noche en Riverfield, aunque eso habría sido a petición de Areum, quien claramente no estaba dispuesta a exponer a su hija a un accidente automovilístico, claro. Él no le importaba en lo absoluto, o al menos eso se había estado repitiendo desde un par de horas atrás, cuando tuvieron esa acalorada discusión que simplemente había terminado en una extraña ley del hielo.

Mingyu se había disculpado con ella, su hermana le habría pedido cuidar de su sobrino y por ende, su cita tendría que posponerse a otro día. Areum no había tenido problema, de cualquier modo, Jay había arruinado por completo su humor y estaba demasiado segura que sí hubiese ido a cenar con el profesor, las cosas se sentirían incómodas.

Todo es extraño en ese momento, se siente de esa manera. Hay un sentimiento extraño en su estómago y en su cabeza no se puede alejar el vago pensamiento de que en ese momento lucían como una familia. Que irónico era el hecho de que Jay estaba sentado ahí, como si fuese la cabeza de la familia, como si ambos estuviesen juntos desde hace tiempo y Kai hubiese nacido como el fruto de un amor sincero, en una familia que había estado esperando su llegada con ansias.

Alejó el plato de arroz de su vista, mientras ocultaba las náuseas que aquello le había causado. Aveces odiaba tanto el hecho de que sus sentimientos se canalizaran de esa manera, incluso su piel comenzó a tornarse roja en su pecho y brazos debido a los nervios, pero había tratado de ocultarlo bajando las mangas de su blusa y bebiendo un poco de agua. Jay la observó detalladamente, incluso podría lucir aterrador, pero lo cierto era que estaba analizando cada uno de sus movimientos en ese momento; sabía lo que sucedía, la había visto rascar su cuello incluso antes de sentarse y servir la cena, al igual que pestañeaba repetidas veces tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

Se odiaba a sí mismo, porque incluso después de un par de años, ella seguía sintiéndose de esa manera por su culpa. Areum se había obligado a sí misma a reservar sus sentimientos y él se había acostumbrado al silencio que había entre ambos cada vez que estaban juntos, a los simples abrazos y a las efímeras conversaciones sin sentido, a los besos que terminaron con ellos en una cama y a las discusiones en las que siempre uno de ellos explotaba y el ciclo se repetía una y otra vez.

A pesar de los años que habían pasado, ninguno de los dos había sanado realmente. Y no estaba muy seguro de cuán malo eso podría ser para Kai...

—Mami, ven con nosotros a Seúl...

Areum tosió, mientras en su garganta sentía la comida que había ingerido hace unos minutos y trataba de tomar aire. Le dio un trago al agua en su vaso y soltó una risa nerviosa, observando la expresión decidida y seria de Kai.

𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐘𝐎𝐔 | Park Jay  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora