NARRA OLIVIA
Habían terminado las vacaciones de invierno acá en Uruguay y era hora de volver a la Universidad. Extrañaba mucho mi universidad de acá, extrañaba a mis amigas y el poder disfrutar tanto el estudio como la vida con ellas. Nos conocimos cuando comenzamos la carrera, el primer día, y desde ahí no nos volvimos a separar hasta que yo tomé la decisión de ir al intercambio y ellas optaron por quedarse acá.
Me levanté a las seis y media de la mañana, me duché, desayuné y me fuí directo a la Universidad.
Le mandé una foto a Pedri cuando llegue y él me respondió al ratito deseándome suerte en este nuevo semestre y que más tarde, cuando yo salga de las clases, hablábamos.
Hacía poco menos de un mes que me había ido de España y que estábamos llevando la relación a distancia. Sinceramente, pensé que iba a ser todo más complicado, no me pregunten porque, pero siento que estamos llevando la situación súper bien, obviamente nos extrañamos muchísimo y todas las mañanas cuando me despierto, deseo voltearme de lado en la cama y encontrarlo ahí, durmiendo conmigo, pero mi deseo desaparece cuando caigo en que por ahora, ese iba a ser un deseo que quedaría en el aire, porque no tenemos fecha todavía de cuando vamos a volver a vernos. Entre que Pedri vive entrenando y de acá para allá con los partidos, viajando por todo el mundo, y yo que estoy muy enfocada en mi carrera universitaria, iba a ser complicado que alguno de los dos viaje, en estos tiempos, a visitar al otro.
Pero por más ganas que tengamos de vernos en persona, la vamos llevando con videollamadas diarias de muchas horas, contándonos todo lo que hicimos en el día, hablando de nosotros, de lo que nos queremos y extrañamos, y son esos momentos en los que estoy cada vez más segura que la distancia no va a poder con nosotros, no va a lograr separarnos jamás, porque nos amamos, porque el amor es más fuerte que cualquier inconveniente que nos pueda surgir.
Sumida en mis pensamientos, llego a la Universidad y me fijo el número de la clase que tengo que ir ahora, 008, me dirijo al subsuelo, que era donde se encontraba este salón y entró.
- ¡Oli! -dice Ámbar, una de mis amigas, con la que no me pude ver desde que llegué porque ella estaba de viaje con su familia- ¡amiga no lo puedo creer! -nos fundimos en un abrazo- te extrañé muchísimo.
- ¡Ambi! -así le decíamos- te extrañe tanto amiga, ocho meses sin vernos, fue una eternidad.
- Fue demasiado -responde, dejando su bolso en la mesa, hasta ese momento solo habíamos llegado nosotras dos, faltaban llegar Mica y Luli, mis otras dos amigas.
- Contame, ¿cómo estuvo el viaje? -le pregunté, mientras que yo también terminaba de acomodar mis cosas.
- Espectacular, hacía un calor divino, estuvimos en la playa todos los días -me cuenta- nunca pensé que me iba a enamorar tanto de ese lugar -dice emocionada- tenemos que ir algún día todas juntas -propone y yo asentí, entusiasmada con la idea- y vos, ¿cómo estuvieron las vacaciones con Pedri, Solci y Gavi?.
Mis amigas de la universidad estaban al tanto de mi relación con Pedri, con él decidimos contarle a nuestro entorno cercano y dejar que las cosas con la prensa, que es la parte que no nos gusta tanto, fluya. No escondernos pero tampoco dejar que nos acosen todos los días con miles de cámaras por todos lados.
- La pasamos genial, fuimos a un montón de lugares que en mi vida imaginé ir -le cuanto a Ambi- fue todo de película literalmente -digo, recordando el maravilloso mes que pasamos todos juntos en la playa.
- Que hermoso amiga, igual ya te extrañamos demasiado por acá -dice riendo- ya nos tenías abandonadas -río yo también.
- Ahora ya estoy devuelta, lista para disfrutar este semestre todas juntas -en eso vemos a Mica y a Lu llegando, se sentaron con nosotras y comenzamos a hablar antes de que arrancara la clase. Yo ya me había visto con ellas, por lo que fue a Ámbar a la que tuve que poner un poco al día con las miles de cosas que me había olvidado de contarles del intercambio.
Salí de clases al mediodía, fui hasta la parada del bus y volví a casa. Tenía que ponerme al día con algunas cosas que había dejado en Barcelona y tenía que terminarlo esta semana sí o sí.
En Barcelona comencé a trabajar en una empresa en donde me seleccionaron para manejar distintas redes sociales de determinados emprendimientos o empresas importantes. Además de la psicología, siempre me había encantado todo el mundo de las redes sociales y crear contenido, es por eso que un día vi que estaban buscando gente para formarlos y que luego trabajen en este tipo de tareas. Apenas vi el anuncio mandé mi curriculum y a la semana estaba comenzando a tomar los cursos. Quedé seleccionada en tres trabajos importantes en los cuales quede muy satisfecha con como quedaron todas las publicaciones y makeovers que tuve que hacer, y ahora, que me tuve que volver a Uruguay, la empresa me dijo que quería seguir trabajando conmigo, por más de que sea a distancia, y que a lo sumo, en algún momento, me pedían que viaje para ahí pero por pocos días, a cerrar trabajos. Claramente acepté porque me encantaba lo que estaba haciendo, así que me derivaron trabajos que puedo hacer a distancia, y hoy me tenía que poner al día con eso si o si.
Llegué a casa, almorcé, y antes de empezar a trabajar llamé a Pedri, acá eran casi las dos de la tarde, así que en Barcelona recién estaba por anochecer.
El teléfono sonó varias veces, pero nunca recibí respuesta. Intenté un par de veces más pero tampoco.
Supuse que estaría ocupado, así que sin más, comencé a trabajar en el proyecto que me habían pedido, y que sabía que me iba a llevar toda la tarde.
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Nuevo cap <3
¡Espero que les guste!!
Nos vemos en unos días con nuevo cap
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Mi casualidad más bonita - Pedri González
Fanfiction¿Qué pasaría si un día común y corriente te encontras de casualidad a tu jugador de fútbol favorito? Olivia nunca se imaginó que al comienzo de su viaje tan soñado iba a lograr cumplir uno de sus sueños, pero ¿en algún momento se habrá imaginado lo...