Capítulo 21

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NARRA OLIVIA

Llegamos a Tenerife a la hora de la merienda y decidimos dejar las cosas en el hotel y salir a buscar una cafetería para comer y tomar algo.

Era una ciudad preciosa, cada calle que recorriamos nos llamaba la atención. Nuestro hotel estaba situado en la zona más céntrica de la ciudad y estábamos muy cerca de la playa, cosa que nos encantaba.

De camino a la cafetería, decidimos bajar con las chicas y la playa para sacarnos algunas fotos, había un atardecer increíble y estaba segura que de ahí iban a salir unas fotos preciosas.

- ¡Es por aquí! -grito Solci que estaba buscando un lugar para poder bajar a la playa.

Con Cami la seguimos y nos encontramos con la playa vacía, solo para nosotras.

- Wow -fue lo único que pude decir, estaba maravillada con el lugar- esto es hermoso.

- Miren el cielo -giré y vi que estaba cubierto con unas pocas nubes y unos tonos de violeta y anaranjado, era el atardecer perfecto.

- Vamos a poner el celular en alguna piedra para poder sacarnos las fotos -propuso Cami y nosotras asentimos.

Estuvimos un rato largo sacándonos un millón de fotos, en la arena, en el mar, haciendo caras graciosas, grabando videos increíbles con unas vistas más increíbles aún, fue hermoso. Necesitaba este viaje con mis mejores amigas para volver a sentirme yo, siento que las tres, cada una por sus cosas, necesitamos desconectarnos un poco del mundo real y vivir esta fantasía de viaje.

- Quedaron hermosas chicas -digo pasando foto por foto- voy a subir un par a instagram.

- Sii, yo también -dice Solci- no teníamos fotos tan lindas de las tres.

- Es cierto -concuerda Cam- salieron demasiado bien, ¿vieron los colores del cielo en las fotos? -pregunta señalando una de ellas- parece de película.

- Esta me encanta, creo que la voy a subir primero -digo señalando una en la que aparecemos las tres saltando en la arena.

- Es monisima -dice Solci y Cami se rie- ¿que?

- Ya se te pegó el acento español amiga -comenzamos a reír las tres hasta que veo que las caras de mis amigas cambian por completo de un segundo al otro.

- ¿Qué pasó? -pregunto sin entender pero ellas no me responden, siguen mirando fijo algo que hay detrás mío - ay chicas me están asustando.

- Oli -me llama Solci- del 1 al 10, ¿cuantas probabilidades hay de que Fer este viniendo hacía nosotras? -pregunta y yo giro de golpe.

- No puede ser -digo con un hilo de voz.

- Tranquila, es Fer, no Pedri -intenta animarme Solci, aunque no me da tiempo a contestarle porque teníamos casi al lado a mi cuñado, bueno ex cuñado, en realidad no se pero Fer estaba demasiado cerca, claramente nos reconoció.

- ¿Oli? -pregunta- ¿qué hacen acá en Tenerife -dice sonriendonos.

- Fer, hola -me acerco a saludarlo- vinimos a pasar unos días de vacaciones antes de que Cami vuelva a Uruguay -le explico.

- Aprovecharon la semana de festivos para venir al lugar más lindo de España -nos dice aún con una sonrisa en su rostro.

- Exactamente -contestó Solci por mi, gracias al cielo porque a mi apenas me salían las palabras, por más de que sea Fer con el que estoy hablando todo me recuerda a Pedri.

- ¿Dónde se están quedando? -se interesa Fer.

- En el Sol Tenerife, está súper cerca de acá -responde mi amiga.

- Si, ya sé de cuál me están hablando -contesta Fer animado- ese hotel queda a pocas cuadras del restaurante de mi familia, pueden pasarse por ahí cuando quieran -me mira- Oli vos ya sabes cual es ¿no? -me pregunta y yo asiento.

- Pasaremos un día de estos Fer, gracias por la invitación -responde Solci salvandome nuevamente, no sé porque no me salían las palabras.

- Bueno me tengo que ir a ayudar a mis padres en el restaurante -comenta Fer- ¿nos vemos después chicas?

- Si nos vemos Fer -respondo con un intento de sonrisa- mándale un beso a tus padres de mi parte

- Les mando -sonríe y se va alejando poco a poco de nosotras.

- Bueno -me mira Solci- podría haber sido peor.

- Que suerte que estaba solo y no con Pedi -dice Cami y yo asiento.

- Igual es raro que haya venido Fer solo, Pedri me dijo una vez que siempre venían juntos para Tenerife, eran sus padres quienes generalmente iban a Barcelona porque Pedri no tiene tiempo libre con los partidos y entrenamientos para andar viajando -digo pensando en toda esta situación.

- Que raro todo -nos quedamos las tres pensando en lo que acaba de pasar.

Se nos pasó la hora y tuvimos que decirle no a la merienda para ya ir directamente a cenar, entre las fotos que nos sacamos y el encuentro con Fer, habíamos pasado más de dos horas en la playa. Ya era de noche y decidimos volvernos al hotel para comenzar a prepararnos para ir a cenar a algún lugar lindo.

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Holiii

Aparezcoo, tarde pero seguro ajjaj

El capítulo que se viene el miércoles no saben lo que esss, literalmente tuve sentimientos encontrados cuando lo escribí.

Gracias por leer :))

Mi casualidad más bonita - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora